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El presidente de la Ciudad comentó en julio de 2015 que había sido amenazado y presionado por el que fue viceconsejero para continuar en el Gobierno y en la lista del Partido Popular
Unos días después de la publicación de la conocida ‘lista fantasma’ el presidente Vivas denunció que había sido amenazado y presionado por el entonces ex-viceconsejero de Vivienda y Rehabilitación, Antonio López, para continuar en algún puesto del nuevo gobierno y que en ningún momento se sometió a estas presiones “y me he mantenido mi postura de manera firme y pienso que eso está por encima de intereses personales, de presiones e incluso de amenazas y el sentimiento que tengo es de tranquilidad de conciencia”.
Vivas entonces relacionó tanto la filtración de la 'lista fantasma' de las 317 viviendas de Loma Colmenar como todas las órdenes dadas a los trabajadores de Emvicesa para que fueran llamando a las personas que aparecían en la citada lista como el cumplimiento de esa amenaza de que “o seguía en el equipo de gobierno y cambiaba de opinión directamente o reventaba ésto”.
Este comentario fue hecho, según el relato efectuado entonces por el presidente de la Ciudad, por el mismo Antonio López a la consejera de Hacienda, Economía y Recursos Humanos, Susana Román, la cual “ha tenido un comportamiento exquisito en este caso y como es lógico, dentro de la lealtad vino y me lo comentó. La respuesta mía fue contundente y le dije que transmitiera que a pesar de esas presiones y amenazas mi decisión era que no iba a continuar bajo ningún concepto. Comprenderán que por ganar en tranquilidad no iba a perjudicar el interés general, la transparencia y la legalidad”.
Tras esa narración de los hechos le preguntaron sobre si se sentía defraudado por parte del exviceconsejero de Vivienda. “Tengo sesenta y dos años y en la vida me he encontrado de todo. Evidentemente no me esperaba haber tenido en el gobierno a una persona que se está comportando como se está comportando. Es motivo más que suficiente para sentirme defraudado, pero lo importante es que tenemos la conciencia y las manos limpias”.
Entendía el presidente que cuando se releva a alguien de un puesto de responsabilidad “quien nombra tiene la facultad de tampoco tener que dar excesivas explicaciones. Entendía que debía producirse un cambio y ya está. Al igual que también pensé que no debía ir en la lista electoral, porque también me llegó por vía indirecta su intención de permanecer como miembro del grupo parlamentario popular”.
Sus últimos pensamientos en la comparecencia que hizo ayer ante los medios fueron para decir que “este señor cuando se entera que no a continuar cumple con la amenaza. Ya es pura especulación e imaginarse cosas. Una persona con sentido común puede pensar cual es la mejor manera de reventar: filtro la lista, entrego la lista en la oficina y les digo que comiencen a llamar a la gente, entregando las llaves. En cuanto sale publicada esa lista se paraliza toda la actuación, que me parecía de una absoluta manipulación. Ponemos a custodia las llaves y mandamos el asunto al Juzgado. Hemos actuado de la manera más clara y más contundente que estaba en nuestras manos”.