Noche de brujas, la llaman algunos. De magia, de rituales y, sobre todo, de mucha tradición. Es la noche de San Juan a la que los ceutíes se abrazaron este sábado nuevamente para desprenderse de los males que acechan y lanzar sus peticiones a la hoguera.
Esta ‘noche’ comenzaba con antelación, sobre todo para los jóvenes, que antes de que cayera la tarde fueron abasteciéndose para lo que prometía ser una larga e intensa jornada. Desde bien entrada la tarde las playas se configuraron como el punto de encuentro para festejar una de las noches más especiales, aclamadas y festejadas del año.
A la caída de los últimos rayos y cuando la oscuridad ya comenzaba a apoderarse del ambiente en la mayoría de las playas y, en concreto, las de la bahía sur, principalmente La Ribera y el Chorrillo, se colmaban de grupos, tanto de jóvenes como de mayores, que entre provisiones de bebida y comida, algún chapuzón entre medias y el ambiente musical de la Orquesta ‘Trébol’ (situada en el segundo espigón del Chorrillo), disfrutaron de su estancia a la espera del momento más esperado, cuando el presidente de la ciudad, Juan Vivas, ha procedido a la popular quema del ‘Juanillo’.
Ha tenido lugar en el segundo espigón de la playa y tanto el arenal como el paseo de la avenida Martínez Catena se llenaron de ceutíes que se han dado cita para vivir el instante con más magia de la noche y lanzar sus deseos.
La caballa indultada en el pasado Carnaval no se ha librado de la quema y ha prendido ante la presencia de miles de ciudadanos. Tras la despedida del ‘Juanillo’ ha tenido lugar el espectáculo de fuegos artificiales que ponía el broche para muchos y la prórroga de la noche, sobre todo para el sector más joven.
El dispositivo de seguridad, coordinado por las consejerías de Gobernación y Medio Ambiente, ha contado con la presencia de Policía Local, Servicio de Extinción de Incendios (SEIS), Parque Móvil, Área de Coordinación de Emergencias-Protección Civil y 112, así como con Policía Nacional y Guardia Civil.