Los dos ceutíes que fueron detenidos por la Policía de
Gibraltar,
tras una persecución a la moto de agua que ocupaban, quedaron ayer en libertad bajo fianza tras comparecer ante la Corte Suprema. El
magistrado dictó un pago de 5.000 libras esterlinas, que ya abonaron para poder marchar de la Roca. El juicio por estos hechos se celebrará el 29 de septiembre, cuando los dos vecinos de Ceuta tendrán que comparecer.
Ambos fueron acusados de manipular bienes robados como la moto de agua (esto es porque el vehículo no era de su propiedad), obstruir la acción de un oficial de Policía, entrar ilegalmente en Gibraltar y conducir la moto de agua de manera temeraria. Nada, ninguna relación con cualquier asunto de tráfico de hachís como varios medios de comunicación han dado por hecho sin que ni siquiera la Policía los haya vinculado con ese delito. Los dos ceutíes han negado los cargos, tal y como ha informado el medio Gibraltar Chronicle.
El abogado defensor de uno de los acusados, Christopher Finch, dijo que los hombres no habían robado las motos de agua y explicó que era un “cargo desesperado” acusar a los hombres de manejar bienes robados. Además añadió que las motos de agua pertenecían a un amigo de los acusados que vivía en Ceuta y dijo también que los papeles de registro estaban contenidos dentro de la moto de agua que actualmente se encuentra en posesión de la Policía Real de Gibraltar.
“No hubo contrabando”, comentó el abogado. “Tampoco hubo daños, ni accidentes ni descarga de carga en nuestras aguas”, añadió. La defensa pidió la absolución de los dos bajo fianza.
El representante de la Fiscalía/abogado de Gibraltar pidió que al no ser de allí ni tuvieran ningún vínculo con la Roca era una preocupación ya que mostraron un desprecio por la autoridad cuando se les pidió que se detuvieran, recordando que un oficial de Policía tuvo que saltar al mar para agarrar a uno de los acusados, por lo que se oponía a su libertad.
El magistrado decidió conceder la libertad bajo fianza a los dos hombres, por valor de 5.000 libras esterlinas, a la espera de la celebración del juicio por estos hechos, que llevará a que ambos tengan que personarse en Gibraltar. De la tercera persona que, a bordo de otra moto de agua, escapó del lugar nada se sabe, tampoco su identidad.