La capilla ardiente del padre Alejandro Sevilla Segovia ha quedado instalada este miércoles en la Santa Iglesia Catedral donde los ceutíes podrán acercarse durante todo el día a dar el último adiós al que fuera deán y canónigo doctoral
de la Catedral. Desde que se conociera la noticia de su fallecimiento, fieles y amigos se fueron acercando hasta la Capilla del Sagrario para mostrar su respeto a los restos mortales del padre Alejandro, cuyo féretro estaba cubierto con el manto de la Virgen de África y su estola de sacerdote. “Yo lo apreciaba mucho, era mi confidente. Hemos hablado mucho y compartido devociones como la Virgen de África. Era un hombre que se involucró mucho en Ceuta y potenció la devoción de San Daniel”. Han sido las palabras del que fuera hermano mayor de la Cofradía de Nuestra Señora de África, Francisco Pérez Buades, y gran amigo del padre Alejandro.
Pérez Buades recuerda como el sacerdote fue el “mantenedor del Museo Catedralicio. Yo le solía decir que con la cantidad de cosas buenas que había cómo metía cosas tan raras, como una carreta del Rocío de las que se compran los turistas y él me decía que lo dejara que ya iríamos quitando”. Son recuerdos sobre una persona que ha dejado un gran vacío en todos los que le conocieron. “Sin duda hoy para los rocieros de Ceuta es una triste noticia y una gran pérdida porque formó parte de la historia de esta hermandad. Junto al padre Sebastián Araujo fueron los primeros que asistieron a la hermandad en la dirección espiritual. Tengo bellísimos recuerdos de él porque tuve la suerte de ser monaguillo con él en la Catedral y era una persona muy querida y se nos ha ido un gran sacerdote y una bellísima persona”, ha rememorado el hermano mayor de la Cofradía del Rocío, Eduardo Ayala. “Para la Iglesia y la ciudad de Ceuta es un momento de tristeza porque despedimos a nuestro querido padre Alejandro que durante toda su vida vivió la máxima de cantar eternamente las misericordias del Señor. Pero también es un día de agradecimiento por su larga y prolongada tarea en la ciudad donde ha vivido gran parte de su ministerio y su vida sacerdotal”, ha explicado el vicario de Ceuta, Francisco Jesús Fernández.
“Tenía una gran amistad con él desde que llegó a Ceuta. Hemos viajado a Marruecos y mantenido muchas charlas cambiando impresiones sobre la Virgen de África. Siempre me ha dado consejos magníficos y al enterarme de su fallecimiento lo he sentido enormemente”, ha lamentado el que fuera hermano mayor de la Cofradía de Nuestra Señora de África, José Antonio Fuentes. Todo el que le conoció le recuerda como una persona sencilla y de gran humanidad. “Destacaba por su sencillez, bondad y porque era buena gente, de los que se dicen curas buenos”, ha dicho Pérez Buades. “Yo destacaría su humanidad y sabiduría. Era un hombre con conocimientos fantásticos y la prueba está en los libros que ha escrito, uno de ellos magnífico sobre la Virgen de África”, ha comentado Fuentes. “Resaltar, sobre todo, su celo sacerdotal y su entrega y cariño a esta ciudad. Además era gran devoto de la Virgen de África durante su estancia en esta ciudad”, ha rememorado Fernández. “Yo destacaría de él que era una persona sencilla, que sabía medir las cosas y darle a cada uno lo que necesitaba. Siempre tenía esa palabra exacta para cada momento”, ha señalado Ayala. Este jueves tendrá lugar el funeral en la Santa Iglesia Catedral a las 10.00 horas. Estará presidido por el obispo de la Diócesis, Rafael Zornoza.