Mucho se habla de
los marroquíes atrapados en Ceuta que tienen todo su derecho a regresar a su país. O de los miles que están en su país de origen y quieren viajar a la Península en donde ya están asentados. ¿Pero qué pasa con los ceutíes?, ¿con aquellos ciudadanos que viajaron a
Marruecos por múltiples causas y no se les permite volver? El Faro cuenta a diario muchas historias sobre ellos, pero políticamente no se mueve un dedo para facilitar el regreso de españoles a sus casas. Ahora
MDyC se lo recuerda a la
Delegación del Gobierno y le pide que actúe. “Durante estas últimas semanas hemos estado recibiendo muchos mensajes de ceutíes que se quedaron atrapados en Marruecos. Este pasado jueves la Embajada de España en Marruecos anunciaba que
a partir del 22 de mayo se fletarán barcos desde el puerto Tánger-Med para nacionales españoles y residentes en España con dirección a Málaga, uno de los puertos que el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos ha establecido para entrar en nuestro país”, explica la formación que encabeza Fatima Hamed. “Son numerosas las dudas de muchísimos ceutíes que se encuentran en Marruecos y que, deseando volver a sus hogares, no encuentran respuesta de nuestras autoridades. Desde el MDyC exigimos a la Delegación del Gobierno de España, que dirige la responsable del PSOE, que facilite el acceso de estas personas a la ciudad una vez lleguen a Málaga”, aclara. El MDyC considera que la Delegación del Gobierno está en la obligación de realizar todas las gestiones necesarias a fin de facilitar el viaje y posterior autorización de regreso a todos los ceutíes que, una vez lleguen al puerto de Málaga, deban regresar a Ceuta con total facilidad. De momento a los afectados nadie les saca de dudas. Se les dice que si son aceptados en ese barco tendrán que guardar la cuarentena en Málaga y protestan porque tengan que hacer este paso, buscándose la vida en una ciudad desconocida, en vez de llegar directamente a la ciudad. Los extranjeros atrapados en Marruecos cruzaron con total facilidad con sus caravanas sin problemas, pero los ceutíes siguen al otro lado del Tarajal sin poder encontrarse con sus familias a pesar de estar a solo unos kilómetros de ellas.