Juan Vivas Rodríguez, nacido en Ceuta y director del coro de la Iglesia de Santa María del Saladillo, en Algeciras, recibirá en los próximos días la medalla Pro Ecclesia Gadicense et Septense, una distinción que reconoce la dedicación de personas de la
diócesis en favor de la Iglesia en ámbitos como la atención a la
comunidad parroquial, la caridad o el desarrollo de iniciativas pastorales. En el Día de la Iglesia Diocesana, el obispo monseñor
Rafael Zornoza distinguirá también a Antonio Rodríguez Lucena, SDB, (a título póstumo), Diego Valencia Contreras (a título póstumo), Carmen Pemán Medina, Eduardo Abadía Tenorio, Jesús Costa Regueiro, Fermín Leiva Molina y Encarnación Chica Merino, de la Institución Teresiana. Esta medalla, que se presentó en el marco del Año Jubilar por el 750 Aniversario del Traslado de la Sede de Medina Sidonia a Cádiz y el
600 de la creación de la diócesis de Ceuta, reconoce la dedicación de personas de la diócesis en favor de la Iglesia en ámbitos como la atención a la comunidad parroquial, la caridad o el desarrollo de iniciativas pastorales. En esta ocasión, Mons. Rafael Zornoza hará entrega de las medallas en dos celebraciones que tendrán lugar en la Catedral de Cádiz, el próximo domingo 12 de noviembre, a las 12.00 horas; y en la Parroquia de Nuestra Señora de la Palma de Algeciras, el miércoles, 15 de noviembre, a las 19.00 horas.
Juan Vivas Rodríguez, desde joven en la parroquia de San José de Hadú
Nació en Ceuta en 1950 en el seno de una familia humilde, Juan Vivas Rodríguez, según una nota de prensa remitida por el Obispado, desde muy joven se vinculó a la parroquia de San José,
en Hadú. Como le gustaba la música, se incorporó al coro de jóvenes. Allí conoció a Ana Osuna, que más tarde se convirtió en su esposa. Actualmente, son padres de dos hijas. Poco después, ingresó en la escuela de Magisterio de Ceuta, especializándose en Matemáticas y Educación Especial. De ahí que la mayor parte de su vida profesional la haya dedicado a trabajar con niños con discapacidad o trastornos de aprendizaje. Poco después de casarse fue destinado a Algeciras, estableciendo su domicilio en el Saladillo. Al comenzar la actividad de la nueva parroquia de Santa María del Saladillo se integró con su familia como miembros muy activos de aquella comunidad.
Ejemplo de entrega y compromiso
"Su compromiso en la labor evangelizadora de la Iglesia ha sido una constante en la vida de Juan. Ha sido catequista de niños y de novios. Durante muchos años ha pertenecido al Secretariado Diocesano de Oración, animando los grupos de oración en Algeciras. También ha pertenecido a la Pastoral Penitenciaria, compartiendo con los internos el evangelio cada jueves", ha continuado la nota. Su mayor dedicación, no obstante, ha sido al coro de Santa María del Saladillo, que ha dirigido desde 1986, mientras su salud se lo ha permitido. A parte de las misas parroquiales, el coro del Saladillo ha llevado el canto y la oración a las calles del barrio, a otras localidades de la provincia, a residencias de ancianos, a la prisión y a encuentros con otras comunidades. "La guitarra y la voz de Juan siempre han estado al servicio del Señor, para su Alabanza y Gloria", concluyen.