Ha sido el resultado de una especie de lucha de David contra Goliath para defenderse de un atropello. Pero al final la pelea emprendida por un vecino de Ceuta ha hecho que Iberdrola tenga que rectificar y así, de pretender cobrarle casi 9.500 euros en la factura emitida en mayo de este año, ha tenido que cursar una nueva con un reclamo de 325.
El grupo empresarial de energía iba a cobrarle por un mes lo que la comunidad de propietarios de la que es asesor técnico no consumió porque es materialmente imposible. De no ser por el empecinamiento de este particular no se habría esclarecido el abusivo cobro que ha tenido que denunciar ante el Servicio de Industria de la Ciudad Autónoma, informar al Defensor del Pueblo y reclamar a la propia empresa.
En este caso el montante económico era tan llamativo que hizo saltar todas las alarmas, la clave está en qué hubiera pasado si esa factura no hubiera sido tan abultada pero sí igual de no ajustada al consumo real debido a lecturas erróneas.
El hecho de haberla revisado y comprobado la imposibilidad de que fuera correcta le ha llevado a tener que demostrar el equívoco y conseguirlo. La última lectura que realizó la distribuidora para la facturación por Iberdrola dio un resultado de 42.447 kilovatios consumidos en un periodo de 38 días. Una cifra “imposible”, reconoce el afectado, lo que se tradujo en una exigencia monetaria tan abusiva.
El empeño particular por demostrar el fallo sirvió evidenciar este claro atropello
Para demostrarlo hizo un cálculo de consumo somero y otro exacto con el máximo posible teniendo en cuenta los equipos existentes en la comunidad conectados a la red eléctrica entre ascensores, motores, apliques o camáras de videovigilancia. Ninguna de esas operaciones daba ni por asomo la imposible cifra de kilovatios facturada y por tanto el dinero exigido.
El afectado trasladó esta incidencia por correo electrónico a Iberdrola para que lo trasladase a la Distribuidora ya que esta no permitía ninguna reclamación sin pasar previamente por la Comercializadora. Lo hizo el mismo día de la fecha de emisión de la factura, exigiendo una lectura real -no estimada- y del maxímetro para comprobar el fallo registrado ordenando además el no abono de la misma.
Comenzó ahí una labor de análisis para demostrar la anormal facturación en miles y miles de kilovatios de consumo de más enfrentándose al riesgo del corte de suministro por impago. ¿Qué explicación podía haber ante tal despropósito?
Como le apuntó al propio Defensor del Pueblo pareciera que se les estaba dando un escarmiento que pudo evitar.
Este mes de Agosto, la Empresa de Alumbrado Electrico, ha pasado dos facturas en el mismo mes, y no es la primera vez.Hay gato encerrado en esto?