“La zona COVID del hospital es una dejadez absoluta”. Así comienza su denuncia una ceutí que se puso en contacto esta semana con El Faro para contar la situación que vivió el pasado martes en el Hospital Universitario de Ceuta. Dolores, que todavía llora mientras cuenta la historia, se despertó el pasado martes con problemas respiratorios, algo ‘normal’ que le ocurre de vez en cuando porque es asmática.
Tras estos problemas respiratorios, la caballa se asusta y acude a una clínica privada de la ciudad para que la pudieran examinar. Tras unas primeras comprobaciones, le aconsejaron que acudiera al Hospital Universitario y allí se le realizó la prueba de detención del coronavirus para salir de dudas.
Llegó sobre las 15:00 horas al clínico de Loma Colmenar y en primera instancia le realizaron una prueba de antígenos, que resultó negativa. Para confirmar ese negativo, le practicaron la prueba PCR y le dijeron que tenía que esperar en la zona COVID de Urgencias porque tardarían unas tres horas en darle los resultados.
“Me meten un espacio con personas que sí tienen síntomas, y me dejan en una butaca durante horas sin que haya una enfermera que pase. A las horas le pregunto a una enfermera por la prueba, por si me puedo ir ya y me dice que hasta que Laboratorio no informe, ellas no pueden hacer nada”, cuenta la ceutí.
Aunque Dolores ya se encontraba desesperada por estar con personas que verdaderamente estaban contagiadas, siguió aguantando a que llegaran los resultados. El problema mayor estuvo cuando una señora de 80 años que se encontraba a su lado, empezó a decirle que necesitaba ir al baño y nadie les hacía caso.
“Allí no pasaba ni una enfermera, y una señora mayor necesitaba orinar porque no aguantaba más. Me levanté y al ver pasar a una enfermera le solicité que necesitaba ir al baño y su respuesta fue que no se podía mover de ahí. Tras insistir, una y otra vez, acudieron para llevarla al baño, pero la señora ya no aguantó más. Lo indignante de todo es que se la llevaron y la trajeron con un pañal y un bata, y la sentaron en el mismo lugar donde se había orinado sin haberla limpiado”, continuó.
Tras esa situación, Dolores empezó a tener un pequeño ataque de ansiedad y pidió marcharse del lugar y fue cuando un médico le habló y le pidió disculpas, ya que eran las 21:00 horas y tenían los resultados “desde hacía tiempo”, pero nadie le había informado a pesar de que la señora se encontraba en la zona COVID.
Por todo ello, quiere denunciar esta situación porque asegura que a pesar de decir que están saturados, “apenas había cuatro personas en la zona COVID y cinco en la parte de Urgencias, las mismas personas que hubiera estado un año normal sin que hubiera aparecido el coronavirus. Es una impotencia ver una persona mayor que necesita cuidados y pasan de ella”, sentenció en su denuncia.
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