El Ceuta B volvió a demostrar ser un equipo capaz de todo y en cualquier lugar. Este sábado lo ha vuelto a demostrar, consiguiendo un valioso empate en su visita al campo del Cartaya con un jugador menos sobre el campo.
El partido fue jugado de tú a tú
entre los dos equipos y en los primeros minutos se vio mucho toma y daca. Ninguno de los dos equipos era capaz de imponerse al rival, pero fueron los ceutíes los que probaron primero al cancerbero local.
En el minuto 10, disparó por primera vez el Cartaya, pero Tavira no encontró la portería ceutí. El conjunto caballa también lo intentó pero el lanzamiento se fue fuera por poco.
Los minutos pasaban y ninguno de los dos conjuntos era capaz de marcar. Hasta que en el minuto 28, uno de los mejores jugadores del Ceuta B, Taufek, iba a poner por delante a su equipo.
El tanto espoleó a los ceutíes, que se fueron haciendo dueños de la pelota y jugaban con más tranquilidad. Sin embargo, cuando mejor jugaban se iban a encontrar con el gol en contra.
En el minuto 41, una magnífica contra llevada por los onubenses era materializada a gol por Fran Palma. El empate a uno quedó reflejado al final de la primera parte del partido.
El segundo periodo también fue parecido al primero pero esta vez el resultado iba a ser distinto.
Las ocasiones iban de un lado a otro, y Moyano pudo adelantar a los ceutíes con un lanzamiento que se estrelló en la cruceta.
Dos minutos después de este disparo, el Cartaya se iba a adelantar por primera vez en el encuentro. Adrián Wojcik iba a marcar el 2-1 a falta de veinte minutos.
Golpe duro para los de Miguel Ángel Berlanga cuando restaba poco tiempo para el final. El filial abrió líneas para buscar el tanto del empate.
En los últimos minutos, el Ceuta B se quedó con uno menos por la expulsión de Moyano. A pesar de todo lo intentó hasta el final e iba a encontrar el premio.
En el minuto 92, Adil se adelantaba a todos los defensas onubenses y conseguía batir al cancerbero local logrando así el definitivo marcador de 2-2. El filial se iba de Cartaya con un magnífico empate a dos, después de jugar los últimos
quince minutos con un futbolista menos.