Ceuta y Melilla preparan una cumbre sobre inmigración

Ceuta y Melilla han cobrado protagonismo mediático prácticamente al mismo tiempo y por similares sucesos, todos ellos derivados de la detención y rechazo a inmigrantes que intentan alcanzar las consideradas fronteras sur de Europa. Sus presidentes se han puesto las pilas y han sentado ya las bases para fijar una cumbre en la que abordar todo lo relacionado con esta problemática. Quien la ha anunciado no ha sido el presidente Vivas, esta vez el Gobierno melillense se le ha adelantado y ha sido el portavoz del Ejecutivo melillense, Daniel Conesa, quien confirmaba ayer que habrá encuentro.
Conesa ha señalado que se están acordando fechas para el encuentro, que presumiblemente se celebrará en Melilla, antes de que concluya la primera quincena de marzo. El objetivo de esta reunión es realizar una puesta en común, con objeto de acordar las medidas necesarias que se pueden adoptar para hacer frente a la “gravísima situación” que registran las dos ciudades autónomas en relación a la inmigración irregular.
Según Conesa, hay que adoptar una serie de iniciativas “imprescindibles”, no para solucionar un problema de difícil solución como es la inmigración, sino para tratar de evitar que las dos ciudades estén en la tesitura actual, “con una alteración permanente de sus vidas diarias”.
Para el portavoz melillense, lo más importante en esta cuestión es el “drama humano” que conlleva la inmigración, ya que se trata de personas que huyen de sus países de origen por distintos motivos de necesidad.
“Son muchas las personas que están en los aledaños de Ceuta y de Melilla para intentar saltar la valla”, explicaba el portavoz en una jornada, la de ayer, que acogió auténticos bailes de cifras en torno a la población real de subsaharianos que esperan al otro lado de la frontera su entrada en cualquiera de las dos ciudades. La Delegación del Gobierno siempre ha cifrado en no más de mil los que están en la zona más cercana a la valla, cifra que se ampliaría a los 10.000 en el abanico más amplio hacia Tánger y Tetuán.
Además del drama humano que supone la inmigración, el portavoz del Ejecutivo autonómico de Melilla ha aludido a las consecuencias que está trayendo este problema para los ceutíes y melillenses.
“Ceuta y Melilla también están sufriendo esto en sus carnes, en el sentido de que tenemos un problema de permanente tensión en la frontera, que está sufriendo alarma social y que está alterando la vida de las ciudades”, indicó ayer.
“Lo que ocurre no es nuevo, se lleva repitiendo muchísimos años en la ciudad, aunque en los últimos días, por desgracia, el panorama ha empeorado”, subrayó. “Las escenas que estamos viendo son terribles. Lo más importante de todo esto es el drama de aquellas personas que huyen de sus países de origen por motivos como guerras, hambre o persecuciones políticas en busca de un horizonte mejor, el cual ven en Europa. Está claro que una de las vías más utilizadas son las fronteras de ambas ciudades autónomas”, aseveró.
El portavoz recalcó que los gobiernos “no pueden permanecer impasibles” ante lo que está ocurriendo y por ello reclamó una mayor implicación de la Unión Europea (UE) en este asunto.
“Es muy fácil hablar desde el cómodo norte”, apuntilló Conesa en alusión a la comisaria de Asuntos de Interior en la Comisión Europea, Cecilia Malmström. “Es sencillo recriminar la actuación de España e Italia, pero los problemas migratorios que tenemos aquí también son del resto de la UE”, apuntó Conesa.
En este sentido, señaló que el respaldo de Bruselas hasta la fecha ha brillado por su ausencia. “No pueden limitarse a recriminar. Estoy seguro de que hay actuaciones que se pueden hacer mejor, pero ésa no es la clave. Hay que situarse en los problemas que estamos viviendo en el sur. La conciencia de Europa no debería soportar que se produzcan muertes en sus fronteras”, añadió.
No solo Conesa habló de los efectos de la presión migratoria en la actualidad. Ayer siguieron conociéndose valoraciones políticas al más alto nivel. Fue el caso de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, que se mostró convencida de que el Ejecutivo “aclarará” lo ocurrido en la frontera con Ceuta. En su opinión, “lo más importante es que se esclarezcan los hechos y luego asumir lo que haya que asumir. No me cabe ninguna duda (de que el Gobierno aclarará lo hechos)”, dijo en una entrevista recogida por Europa Press.

la petición de adesc para conseguir mejoras

El planteamiento
Crear un centro de coordinación EUROSUR
ADESC ha remitido al Gabinete del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, una misiva con el fin de sensibilizar sobre la necesidad de seguir definiendo un enfoque global sobre la inmigración desde la sede europarlamentaria, aprovechando los resortes del nuevo sistema de vigilancia
europeo, EUROSUR. La inmigración ha sido asunto clave en cada una de las diferentes peticiones que, desde ADESC, se han realizado a diversas instituciones comunitarias, aunque con especial hincapié al Parlamento Europeo. Desde el punto de vista de ADESC, es necesario adoptar nuevos pasos en esta política, y sumar Ceuta con la apertura de un nuevo centro de coordinación regional, interconectado al Centro Nacional de Coordinación EUROSUR en Madrid, con vistas a este nuevo enfoque. La necesidad de poder contar con un centro de coordinación regional EUROSUR en Ceuta permitiría, dice, gestionar de una manera más eficiente la inmigración.

Las claves

Pasos judiciales
Petición formal de las grabaciones
Tal y como se había anunciado, el Fiscal solicitó ayer a la jueza instructora del número 6 que pida todas las grabaciones que se efectuaron de los hechos en la sede COS de la Guardia Civil. Ahora el juzgado lo pedirá a la Comandancia, siguiéndose ya el trámite rutinario de la investigación que está ya en marcha.
Firmas
Más de 130.000 contra   la “manipulación”
Un ciudadano de Córdoba ha reunido más de 130.000 firmas a través de la plataforma change.org para solicitar la dimisión del ministro de Interior por “la manipulación llevada a cabo por las fuerzas del Estado para tapar su intervención”. La petición fue iniciada a finales de la semana pasada.
Y en ceuta
La callada por respuesta
Desde que se produjera la comparecencia del ministro de Interior no ha habido más pronunciamientos por vías oficiales aportándose nuevos datos sobre las muertes acontecidas. Ni tan siquiera se ha comunicado oficialmente las autopsias últimas, cosa que sí se hizo con todas las anteriores.

Fernández Díaz deja claro que se actuará igual pero otros ya advierten cambios

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, volvió a salir a escena ayer para expresar su apoyo a la Guardia Civil, insistiendo en que gracias a estos agentes “hay un pronóstico feliz para el afligido” en las dos ciudades autónomas, en tierra, en mar y en toda España.
Con estas palabras, que recogió  de la cartilla de la Guardia Civil escrita por el duque de Ahumada, fundador del Cuerpo, el ministro quiso que sus primeras palabras en un encuentro en el diario La Razón fueran para la tragedia que el pasado día 6 costó la vida a 15 inmigrantes subsaharianos que intentaron alcanzar Ceuta bordeando el espigón del Tarajal.
Aunque reconoció que podría ser “provocador” dadas las circunstancias, Fernández Díaz ha asegurado que gracias a las fuerzas de seguridad España es un país “razonablemente seguro”.
En presencia del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, reconoció que se viven días trágicos por la “triste actualidad” de esas muertes, por las que ha manifestado su pesar y su confianza en que el número de fallecidos no aumente. Fernández de Mesa ya optó por seguir su propio mecanismo de defensa la semana pasada cuando, en un movimiento de fichas inédito en la Guardia Civil, hizo llegar una comunicación por vía interna para defenderse de las acusaciones de mentiras vertidas contra su persona.
¿Y ahora habrá cambios en los protocolos? Fernández Díaz ha dejado claro que las fuerzas de seguridad seguirán actuando de la misma forma en los perímetros fronterizos de Ceuta y Melilla. Y siempre, ha subrayado, dentro de la legalidad y con criterios de proporcionalidad, congruencia y oportunidad, con respeto absoluto a los derechos humanos.
Fernández Díaz ha reconocido la “candente actualidad” del suceso y su “conmoción” por la tragedia. Pero a la vez, ha expresado su determinación por seguir trabajando en la lucha contra la inmigración irregular y ha asegurado que la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado seguirá siendo la de siempre, asumiendo además la custodia de las fronteras.
Esto no es lo que opinan, en petit comité, algunos agentes, que ya advierten que habrá cambios, que a partir de ahora los protocolos van a ser distintos y que, entre otros puntos, se variará el criterio de las devoluciones y el uso de material antidisturbio. Es decir, romper con lo que se venía haciendo desde el año 2005 en ambas fronteras.

150, el primer salto

Unos 150 inmigrantes subsaharianos consiguieron ayer entrar en Melilla, el mayor número de los últimos meses, en el transcurso de un asalto masivo a la valla fronteriza entre la ciudad autónoma y Marruecos. La Delegación del Gobierno no ha entrado a valorar si las fuerzas de seguridad de la ciudad hermana hicieron uso de material antidisturbio para contener a los inmigrantes. No quieren ni confirmar ni desmentir las afirmaciones que apuntan a que los guardias civiles no habrían hecho uso de un material del que se viene echando mano desde 2005. Ahora, tras las muertes en la frontera entre Ceuta y Marruecos, se habrían adoptado los primeros cambios, algo que oficialmente no ha querido ser confirmado por parte alguna.
El asalto a la valla de Melilla se produjo sobre las 6:30 horas en la zona conocida como Villa Pajares, entre los pasos fronterizos de Beni Enzar y Barrio Chino, y estuvo protagonizado por 250 inmigrantes, de los que cien quedaron en el lado marroquí bajo custodia de las fuerzas de seguridad de ese país.
En el intento de entrada, los inmigrantes actuaron de manera muy coordinada para lograr sortear la valla y el despliegue policial, en el que participó, junto a los efectivos de la Comandancia de la Guardia Civil en Melilla, el helicóptero destinado al control fronterizo y un módulo de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) del instituto armado.
Gran parte de los inmigrantes, una vez rebasaron la valla, se dirigieron conjuntamente hacia el Centro de Estancia Temporal (CETI), coreando cánticos y consignas de victoria. Allí ya hay acogidas mil personas, superándose el doble de la capacidad que tiene el centro.
Una vez allí, según ha informado la Delegación del Gobierno, tumbaron la verja de acceso de vehículos rodados, al intentar entrar prácticamente al unísono al centro, “haciendo uso de la fuerza”. El equipo de seguridad que se encontraba a las puertas del CETI, tratando de contener a estas personas para que la entrada se produjese de manera ordenada, “no pudo con ellos”, motivo por el que acabaron rompiendo la barrera de acceso.
En Ceuta, mientras, las fuerzas de seguridad siguen en alerta por las informaciones que apuntan a nuevos intentos de entrada similares al ocurrido el pasado día 6. Los intentos de entrada masivos intentan ser explotados por los inmigrantes para, de esta forma, conseguir entradas más numerosas. Aunque no siempre resulta así. La última de 91 subsaharianos que se produjo tuvo lugar en septiembre de 2013.
Las fuerzas de seguridad marroquíes no han realizado controles al otro lado ni se tiene constancia del desarrollo de operativos, así que la presión migratoria sigue siendo la misma y constante.