Las calles de Ceuta se están quedando sin contenedores. Los
actos vandálicos han provocado una merma considerable en algunas barriadas, sin que la empresa concesionaria pueda dar abasto a su reposición. Queman más contenedores de los que hay en stock.
Tal ha sido el nivel de contenedores inutilizados que
Trace ha reconocido que no tiene más y que aún están a la espera de recibir un pedido que se ha licitado, pero que aún no saben cuándo llegará. Mientras tanto, los contenedores que se queman no se pueden reponer, provocando la molestia de los vecinos, que por culpa de estos actos vandálicos ven reducidos los espacios para depositar la basura cerca de sus casas. Es una realidad que ha sobrepasado a la empresa de limpieza y a Ceuta en general.
Además, el coste del vandalismo está resultando caro y llegará el momento de que termine por ser inasumible. Cada contenedor básico de residuos sólidos urbanos cuesta un promedio de 300 euros. Dinero que se esfuma en una noche, en apenas minutos, pues raro es el día en el que Bomberos no tenga que acudir a una barriada por la quema de un contenedor o de varios.
Esta semana pasada hasta se usaron como barricadas contra la
Policía y los mismos
Bomberos, algo que no se puede asemejar con una ciudad civilizada. Son actos que ya ponen en riesgo la seguridad de los ciudadanos y que, además, tienen consecuencias nefastas para las barriadas.
Independientemente de que llegue una nueva remesa de contenedores para reponer los que faltan, hay que pensar en nuevas estrategias. Los del vandalismo en Ceuta está tomando tintes preocupantes, porque cuando no es un contenedor es un coche, cuando no los puestos de socorro en las playas o el mismo parque de la Marina.
En el caso de los contenedores, que es donde se está sufriendo el mayor repunte, quizás la empresa debería plantearse otros materiales o los tan extendidos contenedores subterráneos. Dispositivos a prueba de vándalos que hagan perdurar en el tiempo el mobiliario urbano.
Ceuta está sumida en una lucha contra la suciedad en las calles, ha cambiado su ordenanza de limpieza y busca sancionar a todos aquellos que no cumplan con ella. Pero cómo se va a pedir a la ciudadanía que responda si en algunos lugares ni siquiera hay suficientes contenedores para todos los vecinos. Cómo se puede aplicar la normativa si hay otros que, directamente, infringen la ley y no son localizados. Hay que buscar una solución oportuna a este problema.