Ceuta se echa a la calle para mostrar su rechazo a los recortes

Casi 2.000 ceutíes, entre ellos empleados públicos, parados, estudiantes o pensionistas, participaron en la manifestación

En una manifestación convocada por los sindicatos, los líderes de estas organizaciones parecen ser los únicos indicados para hacer declaraciones o trasladar a la ciudadanía el motivo de la protesta. En la manifestación de ayer, cualquiera de los casi 2.000 que la formaban tenía sus argumentos y quería mostrar su punto de vista ante la situación. Ellos representaban a sus familias.
La diversidad de colectivos que formaban la marcha de protesta era un signo de que los recortes anunciados por el Gobierno no afectan a un perfil determinado sino al conjunto de la sociedad, como ya venían diciendo los sindicatos. Así, empleados públicos, parados, pensionistas o estudiantes salieron ayer la calle para mostrar su rechazo a estas políticas.
El número de participantes iba aumentando a medida que avanzaba la manifestación, hasta llegar a casi 2.000, según indicaron desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los sindicatos mostraron su satisfacción por el seguimiento de la protesta, un apoyo que no se veía desde los años 90, tal y como indicó el secretario general de CCOO, Juan Luis Aróstegui. Esta alegría era compartida por el líder de UGT, Antonio Gil. “No se recuerda una manifestación que tenga cuatro cifras”, afirmó. El mensaje de las centrales sindicales parecía haber calado en la ciudadanía.
La manifestación contó con representantes de prácticamente todas las fuerzas sindicales, como CCOO, UGT, CSI.F, USO, Acaip, SUP o UFP, todos en defensa de los derechos que los trabajadores están viendo mermados ante estas medidas.
Sin sujetar pancarta o bandera sindical había numerosos ciudadanos, entre ellos, Alejandro, quien en declaraciones a este medio rechazó lo que llamó “el mayor recorte de la historia”, unas medidas que, dijo, “afectan a todos, no solo a los funcionarios”. Así, este joven desempleado criticó los “recortes abusivos y medidas drásticas” puestas en marcha por el Gobierno central.
A unos metros de Alejandro, las palabras de J. F. Vega trasladaban la indignación de los empleados públicos. “Estamos luchando porque nos han recortado los derechos sociales, y estamos defendiendo a nuestras familias, porque ya se mete en nuestras casas y nuestra economía. Por eso hay que luchar, no se puede quedar uno en su casa inmóvil, hay que salir a la calle”.
Este empleado público augura que los recortes no van a quedarse en la supresión de la paga extra sino que “ya se está hablando de tocar las nóminas en la Administración local; sobre todo en los cuerpos especiales el que hacía 40 horas ahora hará 37 horas y media. Ahí hay un recorte de dinero”. También apuntó que la Ciudad “se ahorra con los funcionarios municipales 3 millones de euros, pero es que ese dinero iba a parar a los comerciantes y posteriormente volvería a las arcas del Ayuntamiento a través de los impuestos que pagan estos. Si baja el consumo, la recaudación será menor”. Así, considera que hay otros ámbitos donde recortar.
Otro de los participantes en la manifestación explicó que acudió a la misma “porque las cosas se están haciendo muy mal y se está perjudicando a todos los sectores de la población de manera abusiva”. Esta ciudadano considera que se ha recortado demasiado en gastos y se debería haber impulsado los ingresos. Está a favor de la reforma del IVA pero deberían facilitar la contratación de personal en las empresas fomentando el empleo, ya que entiende que el paro es el “problema más grande que tiene el país”. Este joven dijo estar “quemado” de la actual situación. Otro manifestante, para referirse a que había miembros de todos los colectivos intentó argumentar la presencia hasta de las mascotas: “Está la cosa muy fea, no solo para los funcionarios sino para todos: pensionistas, parados o estudiantes. El perro que va ahí –señaló a un can que iba acompañado de su dueño– estará falto de pienso”.
Entre la multitud también se encontraba José Manuel Pérez Rivera, miembro del 15-M ceutí, quien dijo que “ya era hora de que el ciudadano rompiera su silencio exteriorizando su malestar por la crisis y porque esta la esté pagando la ciudadanía”. En esta línea, criticó que la carga de los recortes “está recayendo mayoritariamente en las clases populares y no en las más privilegiadas de este país, que siguen manteniendo intactos sus privilegios”. Este participante en la protesta añadió que partimos de una Transición “inmodélica donde ha habido una falta de equidad fiscal. Se está viendo cómo en tiempos de bonanzas se ha podido permitir mantener unos servicios y políticas de bienestar social, pero ahora en época de crisis se han dado cuenta de que hace falta volver a recuperar un mayor equilibrio y que las rentas superiores colaboren en la recuperación del país”. Así, dijo que la ciudadanía “no puede mantenerse en una actitud pasiva, conformista o sumisa, sino que tiene que echarse a la calle y que se vea que hay otras alternativas y que no es ni la que en su momento inició el PSOE ni la que ahora está siguiendo el PP. Hay que explorar otras vías que no supongan que se pierda todo lo que se ha conseguido en muchos años”.

Unión sindical sin precedentes

Prácticamente todos los sindicatos estuvieron presentes en la manifestación, que tuvo una gran participación.
Aróstegui manifestó que esta gran presencia de la ciudadanía “avala” la crítica de las organizaciones sindicales y muestra que existe un “descontento generalizado que el gobierno no puede obviar”. Así, añadió que de esta manera los sindicatos van a procurar “que se frene esta oleada de recortes y medidas regresivas que empobrecen a los ciudadanos y perjudican a todo el país”.
Por su parte, Gil añadió que tal seguimiento se debe “al grado de indignación de la gente por los recortes salvajes”. Así, manifestó que “todo el mundo tiene conciencia de lo que ha aprobado el Gobierno, es lo más lesivo que se ha podido producir para la sociedad”. En esta línea, destacó que el mensaje sindical ha ‘calado’ en la ciudadanía.
El líder de CSI.F, Ricardo Martínez, lamentó que esta ocasión “el golpe ha sido completo, no han dejado títere con cabeza; el Gobierno de Rajoy ha decidido primero machacar a la ciudadanía en general y después a los empleados públicos en particular”. El sindicalista aseguró que no van a permitir que quiten “de un plumazo” derechos “que tanto esfuerzo ha costado conseguir. No vamos a quedarnos impasibles sin devolver al Gobierno la contundencia con la que ha actuado”.
Manuel Benítez, de USO, manifestó que “el Gobierno está cargando las tintas contra el empleado público cuando verdaderamente tiene que cargarlas contra muchísimas otras cosas”. Así, dijo que hay otras muchas medidas que se pueden tomar “y no solo dañar la estabilidad de los funcionarios”.

Numerosos policías, pero manifestándose

Fueron muchos los policías nacionales y locales que participaron en la manifestación, respondiendo así a la llamada de SUP y UFP. En declaraciones a este medio, el líder del primero, Jesús González Miaja, calificó los recortes llevados a cabo por este Ejecutivo y por el anterior de “salvajes” y dijo que han afectado “muy mucho” al poder adquisitivo de los funcionarios, “con una pérdida total que puede estar en torno al 20 por ciento”. Así dijo que los funcionarios se sienten “discriminados y avasallados”.

Multitudinaria

La respuesta del pueblo fue contundente y casi 2.000 ceutíes se echaron a la calle para mostrar su rechazo a los recortes anunciados por el Gobierno de Mariano Rajoy. Empleados públicos, parados, estudiantes, pensionistas... todos tenían sus motivos para no quedarse en casa y trasladar en la calle su descontento con las políticas llevadas a cabo por el Ejecutivo. Los manifestantes consideran que estas medidas no solo afectan a los funcionarios sino a toda la ciudadanía, y que en Ceuta sufrirá mucho el comercio minorista. A la manifestación también acudieron grupos políticos juveniles y miembros del PSOE.

El manifiesto fue leído por Gil

Antonio Gil leyó a través de la megafonía de un vehículo de UGT el manifiesto que habían acordado las organizaciones sindicales convocantes de la protesta. Este comunicado tiene por título ‘Una agresión sin precedentes’, la que creen los sindicatos que suponen estas medidas.

“Políticos y banqueros, ladrones de dinero”

“¡Políticos y banqueros, ladrones de dinero” fue uno de los gritos de los manifestantes que abarrotaron el tramo comprendido entre la Plaza de África y la Plaza de los Reyes. La ciudadanía mostró así su rechazo a las políticas emprendidas por los dirigentes actuales así como por el apoyo del Gobierno a entidades financieras. Al final de la manifestación, los participantes en la protesta escucharon el manifiesto al que dio lectura Antonio Gil. Al finalizar respondieron con un aplauso al unísono.

La marcha reivindicativa recorrió el centro

Como la gran mayoría de las marchas reivindicativas que se llevan a cabo en la ciudad autónoma, la manifestación de ayer recorrió el tramo comprendido entre la Plaza de África y la Plaza de los Reyes, para acabar junto al edificio de la Delegación del Gobierno. El numero de participantes iba aumentando a medida que avanzaba la marea humana y el tramo en el que más ceutíes se congregaron en la movilización fue en el Paseo del Revellín. Los sindicatos mostraron su satisfacción al ver que su mensaje había calado en la ciudadanía. Agentes de la Policía Nacional cifraban la manifestación en unas 1.700 personas, mientras que los de la Local hacían un cálculo cercano a las 2.000. Con una u otra cifra, la manifestación fue una de las más multitudinaria de los últimos años.

Las pancartas  fueron otro vehículo de expresión

Además de la voz, el papel también fue un vehículo utilizado por los manifestantes para trasladar su opinión. Así, numerosas pancartas hablaban por quienes las portaban. Estas contenían mensajes claros. Algunas pertenecían a las organizaciones sindicales y otras habían sido fabricadas por particulares de una manera muy doméstica. Estas pancartas también exteriorizaba el ingenio utilizado por cada uno de los que las portaban. La pancarta que abría la manifestación, elaborada por CCOO y UGT, los convocantes, decía: “Quieren arruinar el país. Hay que impedirlo”. Otras dejaban mensajes como “PPero, tus hijos tampoco tienen futuro” (sic) o “españoles, Franco ha vuelto”. Otras simulaban esquelas mortuorias en las que los fallecidos eran los derechos o los empleados públicos.