Ceuta ha vivido una semana histórica con la llegada de dos ministros de peso en el Gobierno de Pedro Sánchez: Margarita Robles, al frente de Defensa, y Félix Bolaños, mano derecha de quien lleva las riendas del Ejecutivo central. Tras la lluvia de imágenes, titulares, fotografías y encuentros queda la trastienda, lo que se ha hablado en las reuniones internas sobre los problemas de Ceuta y la forma de solucionarlos, que es tan importante como los mensajes emitidos de cara a la galería mediática.
Robles, además de llevarse una medalla de la Virgen de África colgada al cuello, cargó las pilas con el conocimiento directo de cuál es la situación de la guarnición ceutí más allá de las consignas oficiales que llegan al Ministerio.
La titular de Defensa supo de la necesidad no solo de incrementar el número de militares en Ceuta sino también de mejorar las infraestructuras existentes. Desde la Ciudad se le trasladó cómo en la estrategia de potenciar la presencia del Estado en Ceuta, al Ejército le corresponde, por muchas razones, tener un papel protagonista. Y lo debe tener tanto en dotaciones de personal como en infraestructuras.
La ministra atendió una situación dibujada sobre el panorama actual de las Fuerzas Armadas en Ceuta, con más de 3.000 hombres y mujeres integrados en lo que el propio Juan Vivas llegó a calificar como una de las grandes empleadoras de la ciudad.
La pretensión pasa porque el Ejército incremente su presencia pero también tiene que mejorar las infraestructuras en esa reorganización de espacios, liberando el suelo que ya no se utilice en beneficio directo de la sociedad civil a través de la construcción de promociones de viviendas destinadas a las familias y a los jóvenes, cuya carestía es más que notoria en una tierra carente ya de más recursos para construir.
Fuentes de la Ciudad Autónoma han indicado a El Faro de Ceuta, que la ministra “fue receptiva” a la situación trasladada en esta visita calificada de histórica, pues no se contaba con la presencia de un titular de este Ministerio desde hacía 25 años.
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, dejó claro tanto en el acto de partido celebrado en el ‘Puerta de África’ como en la toma de posesión del delegado del Gobierno, Rafael García, que Ceuta es prioridad para el Gobierno de España. En los diversos encuentros internos mantenidos con los mandatarios de la ciudad, a Bolaños se le insistió en una clave para Ceuta que es determinante: la normalización de la frontera.
Si Marruecos estornuda Ceuta lo siente y lo padece. Las relaciones tienen que mantenerse en la normalidad, sin imprevistos y sin amenazas como la vivida en mayo de 2021, cuando miles de marroquíes accedieron bordeando los espigones fronterizos, lo que generó un auténtico conflicto diplomático.
Esa normalización de la frontera pasa, a ojos de la institución municipal, por mantener la exigencia del visado. Una medida que ha sido ratificada en el último BOE y que restringe el tránsito entre países a determinadas personas y colectivos. Ceuta no quiere volver a soportar una presión incapaz de ser absorbida no solo por la propia ciudad sino por la arquitectura fronteriza del Tarajal.
Desde la Ciudad apuntan a que por parte del presidente Juan Vivas se le insistió al ministro en esa necesidad de mantener la exigencia del visado como medida estable así como trabajar en la implantación de la aduana comercial, prevista para enero de 2023, disponiéndose así de una infraestructura que nunca tuvo esta ciudad.
El objetivo pasa por facilitar el tránsito de vehículos con determinadas mercancías abriendo esa línea entre países que nunca había tenido lugar y que en cambio sí estuvo operativa en Melilla hasta la anulación de las relaciones en el marco de la mayor crisis entre ambos países.
Como alternativas necesarias, el Gobierno local ha pedido un mayor esfuerzo en el número de agentes de las fuerzas de seguridad destinados en Ceuta, tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil, para garantizar no solo el control de la propia actividad delictiva que puede producirse en una ciudad cualquiera como esta, sino también atender y frenar la extrapolada por su mera ubicación de ciudad frontera con delitos externos como los asociados al tráfico de estupefacientes a gran escala o los problemas generados por la oscilante presión migratoria.
La necesidad de mejorar el REF (Régimen Económico y Fiscal) también fue trasladada a Bolaños al igual que la problemática derivada de la presencia de menores extranjeros no acompañados y la saturación de los recursos que puede ofrecer a este respecto el área de Menores de la Ciudad Autónoma debido a la entrada de niños procedentes del vecino país y que quedan.
Robles y Bolaños no solo han significado con su visita la presencia del Gobierno de España en una tierra que tiene que seguir soportando los mensajes críticos y las voces agresivas procedentes no solo de los que dudan de la españolidad sino de los ‘asustaviejas’ que difunden una política negativa e incierta sobre el futuro local.
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