La Autoridad Portuaria estima que es posible triplicar el actual número de cruceros en siete u ocho años si sigue el trabajo en la misma línea
El número de cruceros que atracan en nuestra ciudad puede llegar multiplicarse por tres si en los próximos siete u ocho años continúa desarrollándose en la misma línea el trabajo que se viene realizando. De este modo pasaríamos de los dieciséis que se esperan este año a medio centenar. Los números pueden parecer demasiado optimistas, pero la Autoridad Portuaria trabaja con estimaciones basadas en la evolución de este tipo de turismo y con Cartagena como ejemplo o referente. Este puerto murciano comenzó su apuesta por los cruceros hace más de dos décadas. En 2001 inauguró su Terminal de Cruceros en la zona exterior del Puerto Deportivo. Inicialmente, este muelle contaba con 344 metros de longitud y 12 de calado. Las obras de ampliación que está llevando a cabo actualmente la Autoridad Portuaria de Cartagena ampliarán a más de 700 metros la longitud del muelle, lo que permitirá el atraque simultáneo de dos cruceros de 300 metros de eslora. Se trata de una inversión para dar respuesta al constante incremento del tráfico de cruceros en Cartagena, que en 2016 registró un crecimiento del 12,04% respecto a 2015 y que este año se prepara para recibir 150 escalas y 230.000 pasajeros.
Málaga ha realizado un apuesta similar orientando la actividad de su puerto hacia el turismo. Sin embargo, esta capital andaluza disfruta de una ventaja adicional al contar con la infraestructura necesaria (aeropuerto y ferrocarril) para trabajar como puerto base en el que los cruceros inician y finalizan sus travesías. Esta circunstancia permite que el tráfico de cruceros sea aún mayor.
Las perspectivas para Ceuta también son buenas, aunque hay que tener en cuenta que las peculiares condiciones geográficas de nuestra ciudad limitan sus posibilidades y que la apuesta por este tipo de turismo ha sido más tardía que en otros puntos de la península. Actualmente, el puerto tiene capacidad para acoger cruceros de hasta 300 metros de eslora. Las inversiones acometidas en los últimos años han permitido superar la limitación que suponía que no pudieran atracar cruceros de más de 180 metros. Ahora se puede decir que Ceuta está en el mapa del mercado de cruceros y puede mirar el futuro con optimismo. Con ese objetivo, la Autoridad Portuaria continúa con las inversiones en el Muelle España para, entre otros fines, acondicionar el edificio que acoge el museo, dotarlo de un aula multifuncional, equipar y acondicionar la zona para recibir a los turistas y para el disfrute de los ceutíes, mejorar la infraestructura para facilitar la maniobra de atraque...
De momento, Ceuta ya ha conseguido hacerse un hueco en el mercado de cruceros, lo que no ha sido fácil. Hay que tener en cuenta que este tipo de viajes turísticos habitualmente tiene una duración de una semana. Es decir, que cuando uno de estos barcos hace escala en nuestra ciudad es porque ha dejado de hacerlo en otro puerto con el que Ceuta ha tenido que competir.
¿A qué podemos aspirar? A convertirnos con el tiempo en un puerto de escala fuerte, como ha conseguido hacerlo Cartagena, que ahora empieza a plantearse la posibilidad de abrirse paso como puerto base. Sin embargo, esta última opción está totalmente descartada para Ceuta al no contar con ferrocarril ni aeropuerto. Por lo tanto, aunque las previsiones son optimistas, no podremos soñar con alcanzar un volumen como al que, por ejemplo, aspira Santa Cruz de Tenerife, o que Barcelona ha conseguido hace años. Allí, en la Ciudad Condal, no resulta extraño ver en el puerto varios cruceros atracados de manera simultanea en el puerto, unos haciendo escala y otros para iniciar la travesía.
Sin embargo, no poder aspirar a convertirse en puerto base no significa que Ceuta deba renunciar a seguir progresando como puerto de escala. El camino para conseguirlo es el mismo que el realizado por otros puertos: trabajo constante, sereno y sin sobresaltos. Del mismo modo que en otras modalidades de turismo, quienes optan por el crucero desean disfrutar de sus días de vacaciones con la seguridad que les ofrece una ciudad europea como Ceuta y con la garantía de que van a recibir una atención de calidad. En esa línea trabajan la Autoridad Portuaria y la Consejería de Turismo. El fin último es que los cruceros contribuyan a reactivar la actividad económica local, sobre todo la que genera en el sector servicios y en áreas como la de hostelería y la de comercios especializados en regalos o souvenirs. Gente hospitalaria y un importante patrimonio histórico y cultural El carácter hospitalario de la población ceutí es una baza muy importante que juega a favor de nuestra ciudad a la hora de hacerse un hueco en el mercado de cruceros. Se trata de un aspecto que quizá los residentes en Ceuta no percibimos en nuestra actividad diaria, pero que los turistas sí saben valorar. Y pueden hacerlo porque tienen elementos para compararlo con la acogida y la atención que reciben en otras escalas del viaje. Ocurre un hecho similar con la oferta museística, el patrimonio arquitectónico o los vestigios arqueológicos que los turistas se encuentran al desembarcar. No es habitual poner pie en tierra y encontrarse de sopetón con unas posibilidades culturales como las que ofrecen las Murallas Reales, la Puerta Califal, la Plaza de África, la Catedral, la Iglesia de África, el Museo de la Legión, la Basílica Tardorromana... Aunque los ceutíes no siempre somos capaces de considerarlo en toda su dimensión, no todos los puertos de la cuenca del Mediterráneo pueden ofrecer un patrimonio cultural e histórico similar al de nuestra ciudad. ¿Cómo funciona un crucero? Se cuestiona en ocasiones la conveniencia o el acierto en los días y el horario de la llegada de los cruceros a nuestra ciudad. Sin embargo, la Autoridad Portuaria asegura que se producen en similares circunstancias que en el resto de ciudades en las que estas embarcaciones hacen escala.
En primer lugar, el inicio de las travesías se produce desde los denominados puertos base. Deben estar ubicados en ciudades con ferrocarril y aeropuerto para facilitar la llegada de los viajeros. El Mediterráneo, la mayor parte de los cruceros parten desde Barcelona y Génova.
La contratación de los cruceros habitualmente se realiza a través de agencias de viajes. Con el fin de poder vender este producto es necesario programar con suficiente antelación el itinerario y las escalas ya que los potenciales turistas desean conocer con detalle las distintas ofertas y posibilidades. Generalmente, las características y condiciones del viaje están cerradas con un año de antelación para poder comercializarlo.
Ceuta tiene la categoría de puerto de escala, como Mallorca, Túnez, Civitavecchia... Los cruceros llegan a estos destinos temprano, a primera hora de la mañana. Y suelen partir a media tarde para que los turistas cenen en el barco. Hay que tener en cuenta que la mayoría de ellos procede de países del centro de Europa, donde esta comida se realiza entre las 18:00 y las 20:00 horas. El objetivo de la compañía naviera que se dedican a esta actividad es que los cruceristas realicen la mayor parte de su consumo en el propio barco. Para ello programan todo tipo de actividades y ofertas de ocio como teatro, casino, gimnasio, cine, piscina... y una variada gastronomía. En su mayor parte son opciones que están incluidas en el paquete turístico que las compañías han vendido a los cruceristas. No obstante, cuando mayor sea el consumo que el pasaje realiza de los distintos servicios y en los establecimientos con los que cuenta el barco, mayor es el beneficio para la naviera.
La navegación se realizan habitualmente de noche para despertar en un nuevo punto del itinerario y dar al pasaje la oportunidad de conocer la ciudad.
Se trata de viajes cerrados con mucha antelación, que necesitan una adecuada coordinación y que deben estar muy bien programados porque los cruceristas habitualmente contratan el desplazamiento en avión o ferrocarril desde su lugar de residencia al puerto de partida y el regreso una vez finalizado el crucero.
Por lo tanto, resulta muy complicado modificar cualquier detalle del paquete que contratan los turistas. De hecho, sólo se realiza cambios por causas de fuerza mayor. En consecuencia, afirma la Autoridad Portuaria de Ceuta, los cruceros que llegan a nuestra ciudad vienen en las mismas condiciones que van a otros puertos, en unos horarios similares y en fechas cerradas con meses de antelación para poder comercializar el viaje y coordinar los desplazamientos. Ningún crucero retrasa su entrada en un puerto porque el día previsto para la escala coincida con una jornada festiva.