En la tarde de este sábado los caballas han tenido una cita con la cultura. El lugar privilegiado ha sido el Teatro Auditorio del Revellín de Ceuta, en el que se ha puesto en escena la última relectura de ‘Los Santos Inocentes’. La obra ha convencido a unos espectadores que han seguido casi las dos horas de función en absoluto silencio.
La base del montaje radica en una sorprendente versión de Fernando Marías y el también director de la obra, Javier Hernández Simón. Entre el elenco se puede reconocer a Pepa Pedroche que interpreta a Régula, Jacobo Dicenta que encarna al señorito Iván, Javier Gutiérrez que hace las veces de Paco el Bajo y Luis Bermejo, que se enfrenta al reto de transmutarse en Azarías. A este cuarteto de lujo le acompañan otros cinco actores (Yune Nogeiras, José Fernández, Marta Gómez, Raquel Varela y Fernando Huesca). Todos ellos potencian el resultado final.
Lección de vida la de este teatro que viene a poner sobre la mesa los abusos de la burguesía del siglo pasado sobre la clase obrera. Aprovechamiento para sacar todo el rédito de personas que dejan su vida por un lecho a base de sudar sangre. Además, vislumbra a la gente de campo de una España atrasada, analfabeta y que aclamaba que sus descendientes apostaran por una instrucción. Ya lo decía al comienzo Paco el Bajo: “Lo principal es la escuela para que los chicos se puedan ilustrar”, haciendo mención de sus hijos.
Entre las butacas, personas de todas las edades. Generaciones que sí vivieron estos tiempo, década de los 60 y otras que irrumpen con fuerza por un futuro mejor. Clase magistral la de estos Santos Inocentes que ha dejado embelesado a los centenares de ceutíes que se han acercado a esta obra magistral, que ya en su tiempo con la novela de Delibes y la película de Mario Camus recibió todo tipo de reconocimientos.