La presión migratoria por goteo no cesa en Ceuta. Durante la madrugada se han repetido las escenas de estos últimos días o, más bien, semanas, al llegar a nuestras costas marroquíes que cruzan a nado los espigones de Benzú o del Tarajal con el ánimo de colarse en la ciudad para que, desde aquí, hallar el trampolín necesario para el pase a la Península.
Casi una decena de personas esta noche. Esa es la cifra de la madrugada y parte del día, similar a las producidas en las últimas jornadas. La Salvamar Atria solo ha sido requerida para un rescate a las dos de la madrugada en el Tarajal que, finalmente, ha sido asumido por la Guardia Civil, cuyos agentes han llevado a cabo el servicio. Son los nadadores los protagonistas casi absolutos de estos pases. De no intervenir de forma rápida Marruecos, su entrada está garantizada. Hay madrugadas en las que la reacción de los agentes de fronteras del vecino país impide que las estadísticas se disparen, pero otras en las que nada se hace por lo que la Benemérita prácticamente hace función de recogida de personas. Las dos actitudes se han visto estos días: el domingo -nula colaboración-, el martes -toda la requerida y más-.
Si se suman las entradas de solo estos últimos días la estadística ya suena diferente al superarse el medio centenar de magrebíes que a nado, en kayak o en embarcación -pero sobre todo lo primero- han llegado a la ciudad. Y aquí les espera, se supone, el antiguo hospital de la Cruz Roja, cuyas instalaciones son claramente insuficientes para afrontar esta presión. A esto se le añade las fugas, constantes, diarias... ya que no hay orden de confinamiento así que la famosa cuarentena termina siendo una utopía.
Estas personas que llegan a Ceuta no persiguen ser acogidos en la nave del Tarajal, donde residen los atrapados, sino que su objetivo es intentar la salida a la Península a bordo de embarcaciones que puedan conseguir aquí en donde, de nuevo, vuelven a organizarse las pequeñas redes dedicadas a estos fines y encargadas de facilitar los medios de transporte. En medio de la pandemia del coronavirus, nada frena los intentos de una inmigración exitosa.
¿Imparableen un espigón de 50 metros?
Un muro de 30 metros que llegue hasta Algeciras
Y mientras tanto, nosotros, los ciudadanos españoles, totalmente desamparados por nuestras autoridades, tragando con todo , y asumiendo obligaciones que no nos corresponden en absoluto.
En la próximas elecciones seguid votando PSOE
Sí claro, que con el PP esto no ocurría, y cuando salga Vox mágicamente van a dejar de venir inmigrantes.
La cuestión aquí es Ceuta y Meillla como campo de retención de inmigrantes. No los quieren por las calles de Granada, Códoba o Málaga.