Cerca de medio centenar de personas, entre mayores y niños, decidieron dedicar la mañana de este domingo a minimizar los efectos del plástico y la basura en nuestro entorno. Se trata de un movimiento impulsado por Cristian León, quien desde hace tres meses decidió hacer algo con este problema en el que asegura que “no hay un solo culpable”, ya que, en cierta forma, todo el mundo contribuye a esta contaminación paulatina que inunda al plantea de envases. Este domingo ha tocado la playa de la Almadraba, y pese a que Cristian comenzó solo en esta andadura hace ya tres meses, en esta ocasión cerca de 50 personas lo han acompañado con la promesa de seguir atendiendo las zonas más urgentes, situadas, principalmente, en la periferia, aunque el centro tampoco se libra de esta contaminación. Tanto por tierra, recogiendo los plásticos y residuos en la arena y entre las rocas, como por mar, con varias personas buceando y sacando todo tipo de basura del agua. Tuberías llenas de algas, carritos oxidados y todo tipo de envases son con lo que este grupo de voluntario lidia cada vez que decide ‘atacar’ uno de estos “focos” de basura. Siendo temporada estival Cristian León consideró de mayor urgencia atender las playas más contaminadas, pero ya planean su salto al monte, donde también reconocen que hay mucho trabajo por hacer. Sólo durante una hora esta mañana, los voluntarios han completado, casi en su totalidad, un contenedor con todos los plásticos y restos que han encontrado de manera superficial. Ataviados con guantes y pinzas para la basura, van retirando todos estos residuos, que no son pocos, que van encontrando a su paso. Expresiones como “esto está lleno de porquería” son frecuentes, así como la sorpresa de los objetos que se han llegado a encontrar. Hay mucho trabajo que hacer, reconoce Cristian y por ello ha fundado el movimiento #Ceutasinplástico, con el que pretende minimizar los efectos del abuso que se hace de los envases y de la falta de conciencia de muchas personas que no respetan las normas mínimas del civismo y que han convertido a ciertas zonas de nuestra ciudad en auténticos vertederos.