El consejero de Medio Ambiente indica que el presupuesto propuesto desde la Fundación podría excederse de lo previsto Sin avances en cuanto al eje de la política medioambiental de reciclaje y que desde la pasada legislatura en que Yolanda Bel ostentaba la consejería del área, se ha tratado de dar impulso: la planta de tratamiento de residuos sólidos, motor de la política de reciclaje que cortaría la dependencia al respecto que mantiene la ciudad con la península.
Eso es lo que ha manifestado el nuevo consejero de un área ahora unida a Fomento, Guillermo Martínez, muy cauto en sus informaciones y reconociendo que en la actualidad se está llevando a cabo un estudio del proyecto presentado por la Fundación Instituto por la Sostenibilidad de los Recursos, encargado de redactarlo “para ver las posibilidades de viabilidad económica que existen ya que el precio podría suponer incluso el doble o el triple de lo que nos cuesta trasladar los residuos a la península para tratarlos”. Martínez no aportó más datos al respecto de que es un ingeniero el que está al frente del estudio y que dados los tiempos de crisis se está analizando cada detalle del proyecto y el coste que supondría para la Ciudad su puesta en marcha. “Debemos saber si podemos o no permitírnoslo y a partir de entonces, actuar”, sentenció. Sobre la futura planta de residuos sólidos que podría o no implantarse en la Ciudad, pocos datos se sabían hasta el momento. La negativa ciudadana produjo que se descartara la posibilidad de una planta por combustión y hace más de un año se anunció que la futura planta permitiría reutilizar los deshechos de plástico y que la primera fase del tratamiento de los residuos sólidos generados por los ceutíes, se basaría en el triaje para separar materiales y reutilizarlos posteriormente. de momento, no hay avances.