Por cansancio y repetitivo, nos atrevemos a discernir la equívoca denominación que a la sazón y con reiterada exposición hacen personalidades y medios de comunicación sobre Ceuta, teniendo al Estrecho de Gibraltar al Norte y Marruecos al Sur.
Ceuta no es ningún “enclave” o territorio inserto dentro de otro, siquiera ni semejante. Su geografía e independencia, características y ascendencias recientes, más de 400 años, nos distinguen con absoluta rotundidad de su carácter e idiosincrasia española.
Como ceutíes nos produce hilaridad el desconocimiento de quienes se refieren y citan a Ceuta como tal. Venga señor, siéntese con nosotros que se lo vamos a explicar mejor, o… ¿acaso vamos a precisar de un “cónclave” o “reunión multidisciplinar e universal” para aclararlo de una vez? Ni que decir tiene que la "clave" de esta especificación pasa por la injerencia masiva de nuestros medios audiovisuales y rotativos para que actúen con eficacia y destierren semejante expresión.
Reitérese su inexactitud o tergiversación sobre la equívoca cita, pues ante este error deberíamos defendernos hasta la saciedad. Nuestros intereses, nuestro denominador común de españolidad y desligue de territorio alguno, debe interponerse por encima de equívocos nobles o mal intencionados.
No es de extrañar que toda la magnificencia de Ceuta sea desconocida para muchos, que, a la hora de cita y referencia, caigan en error semejante. Con evidente clarividencia Ceuta sí que tiene sus propios enclaves, no faltaría más, con toda propiedad hay que referirse a sus Murallas al-Mansura o Merinidas, La Almina, Monte Hacho, Murallas Reales, Foso San Felipe, Parque San Amaro, Plaza de África, Plaza de los Reyes, Plaza de Azcárate, Parque del Mediterráneo, Dársena pesquera-deportiva y su destacado puerto; como referimos, éstos sí que son nuestros “enclaves”.
El crédito que se le preste a tal denominación, en el futuro, dependerá mucho de cuanto habría que escribir para desterrar este apelativo, palabra que crea sentidos equívocos asentados en la conformidad y creencia de quienes ignoran significado y ubicación. Puede ser tarea fácil con el empeño y constancia de nuestros expertos, a los que frecuentemente felicitamos por las cosas que relatan y exponen sobre nuestra querida tierra.
Podría decirse que hemos abierto un mentidero, a primera vista, para reflejar el conocimiento y realismo del lugar que ocupamos en El Estrecho de Gibraltar.
Aquel cuento infantil del joven pastor, que aburrido se le ocurrió la idea de pregonar “Que viene el lobo”, pasando del susto a broma y de broma al susto, ahora, ante tanto repetir “Los enclaves de Ceuta y Melilla”, se llega a perder el sentido común con los episodios recientes, creando desasosiego e inseguridad, percatándonos de repente, que el lobo ya está aquí y sin cerca segura que nos proteja.