Ceuta ya se encuentra un paso más cerca para convertirse en una ‘Ciudad Amigable’, aunque todavía no lo es, como bien ha señalado la coordinadora de la red, Maite Pozo, “siempre decimos que cuando un ayuntamiento se adhiere no es amigable, sino que emprende las primeras acciones para serlo”.
Una tarea que ha arrancado con la presentación del proyecto, precisamente, al colectivo al que va dirigido, ya que la base fundamental para su buena consecución es incluir la participación de las personas mayores, quienes tienen así la oportunidad de opinar y proponer mejoras sobre distintos aspectos de la ciudad.
Los primeros en conocer ‘Ceuta Ciudad Amigable’ fueron los usuarios del Centro de Mayores del Imserso, donde se celebró una jornada informativa que estuvo dirigida por Pozo, el director de la Oficina Técnica de Accesibilidad, Jesús Rodríguez y el director de la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados e integrante del grupo de trabajo de Ciudades Amigables, Carlos Martínez Oscáriz.
Pozo ha destacado que “se está haciendo un buen trabajo, ya que una parte fundamental es la intención y el consenso de todos los grupos políticos”, pero explicó que el éxito del mismo depende de “muchos factores a nivel local”.
Precisamente, esa es otra de las características de la red, “no funciona igual en todos los lugares ni se trabaja con la misma estructura porque existen deficiencias, carencias o demandas que varían en función de la ciudad o comunidad”, manifestaba.
A pesar de que puedan existir una serie de reclamaciones generales en todos los lugares, cada entorno posee sus particularidades, “por eso es un proyecto totalmente localista”. ha expliado Pozo que en grandes ciudades muy pobladas, como Madrid, el principal problema que se despertó fue el encontrar la implicación de la ciudadanía.
“Son lugares con altas densidades de población donde las personas no se conocen y es difícil lograr esa empatía que surge en localidades más pequeñas”. Las principales carencias que se presentan en Ceuta surgirán a lo largo de esta primera etapa que acaba de comenzar, ya que el proyecto está previsto que se implante progresivamente a lo largo de cuatro o cinco años.
“Una vez que finalicen los encuentros con el colectivo se analizarán sus demandas y comenzará la etapa de diagnóstico”, señalaba Pozo. Con ello, Ceuta se suma a una red en la que España es pionera en número de ciudades adheridas, “unas 130”, y que abarca asuntos relacionados con los distintos campos de la vida diaria de este colectivo: la accesibilidad, los espacio públicos y al aire libre, la vivienda, el transporte, el respecto y la inclusión social o, en definitiva, como viven los mayores en la sociedad.
La Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores es un proyecto impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) destinado a crear entornos y servicios que promuevan y faciliten un envejecimiento activo.
La Ciudad, por acuerdo unánime de la Asamblea, se adhirió en 2016 a esta iniciativa.
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