Hace poco más de una semana cayeron en el copo de las redes de la almadraba Fray Martín y hoy, tras su recuperación en las dependencias del CECAM, Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos, han sido devueltas a su hábitat natural. La expectación era máxima, al igual que en todas las ocasiones en que alguno de estos quelonios es reinsertado en su medio.
Voluntarios del CECAM llegaban a la playa de Calamocarro para proceder a la suelta de los dos animales, de la especie caretta caretta o boba. Allí esperaba un grupo de personas que no quiso perderse la recuperación de un animal que, cada año por estas fechas, se convierte en uno de los protagonistas de los rescates en las almadrabas ceutíes. Aunque cada vez es mayor la cifra de tortugas rescatadas gracias a la labor de vigilancia de los buzos en estos espacios marinos, aún son muchas las que terminan sus días en las redes de pesca. “Esta mañana precisamente hemos encontrado una con las aletas cortadas, lo que significa que cayó en redes de deriva. Ocurre lo mismo con los delfines a los que cortan la aleta para no perjudicar la red.
La pesca de altura es una de las grandes enemigas de esta especie de tortuga
Son otras artes, como la pesca del pez espada, no tan sostenible como la almadraba que si se enganchan llegan a cortar las redes para liberarla”, explicó el veterinario del CECAM, Álvaro García de los Ríos.
Si el pasado año se rescataron 23 tortugas, todo apunta a que esta temporada podría ir en la misma línea. “Parece que van a caer bastantes, aunque eso también es una buena noticia porque significa que hay muchas tortugas”. Estos son dos de los tres ejemplares que en apenas una semana fueron rescatadas de las redes de la almadraba en el Chorrillo.Han sido los primeros ejemplares de la temporada en caer desde la instalación de estos aparejos.
El tercer quelonio sigue recuperándose en las dependencias del CECAM, aunque se estima que su completa recuperación se produzca en los próximos días. La especie se encuentra actualmente en riesgo de extinción por los graves peligros a los que se enfrenta este quelonio, entre ellas las especies invasoras, aunque su mayor enemigo sigue siendo el ser humano responsable de las redes donde suelen quedar atrapadas para, en ocasiones, morir ahogadas al no poder subir a la superficie para respirar. La contaminación de los océanos es otra de las grandes causas de la desaparición de estas tortugas. La ingente cantidad de plásticos que se arrojan a diario al mar provocan su muerte por ingesta de este residuo.