Una de las prioridades de nuestra Ciudad Autónoma es subir al equipo municipal a categoría superior. Han subvencionado al club del Ayuntamiento con una cantidad miserable, solo 3,9 millones de euros, algo de lo que estoy totalmente en contra, porque si se hubieran concedido 10 millones ascendemos seguro, traeríamos a mejores jugadores.
Pero todo se andará y si ascendemos este año se aumenta la subvención y volvemos a ascender y así hasta que ganemos la Champions League.
El fútbol profesional es una de las prioridades de nuestra bendita tierra, quedando en un segundo plano otros aspectos como la limpieza de nuestras calles. Hablando de limpieza, todos los ceutíes sabemos que pasear por la muy marinera sin llenarte de mierda de perro es misión imposible. Debemos estar pendiente de cada paso que damos. Las familias que pasean con carritos de bebés consideran todo un éxito llegar a su domicilio sin una boñiga en las ruedas.
Pues bien, mientras eso pasa en nuestra marinera tierra, en otros municipios de nuestro país se han propuesto mejorar la limpieza de las calles y se analizan los excrementos abandonados en la vía pública y se multa a sus dueños. Dicen los responsables de los consistorios que esta medida mejora la convivencia y promueve el comportamiento cívico. Tonterías de regidores.
"Una caca de perro no es nada y con un poco de fortuna en unos años seremos conocidos como la ciudad de la suerte, donde más lotería se vende, porque dicen que si pisas una mierda hay que comprar lotería. Aquí compramos seguro"
Para conseguir este propósito los ayuntamientos introducen en la ordenanza la obligación de registrar el ADN de los perros y dan un plazo a los dueños para que acudan a los veterinarios para tomar una muestra de saliva o sangre de la mascota. Las muestras se mandan a un laboratorio y una vez que tienen los resultados se introducen en un censo municipal. El coste de la prueba de ADN es de unos 35 euros y algunos ayuntamientos para agilizar las pruebas las subvencionan durante el primer año, después correrá a cargo de los dueños de los animales.
La identificación posterior de los perros que tienen la prueba de ADN es muy fácil, porque los veterinarios dan una chapa personalizada del can y el que no la lleve será sancionado. A partir de ese momento los excrementos que se encuentren en el suelo son enviados para analizar y poner en marcha los procedimientos sancionadores. Unas sanciones que van desde los 60 hasta los 1.500 euros. Queda hablar del coste que tiene esta medida para los ayuntamientos, aunque estos consistorios mantienen que el coste es NINGUNO, porque en principio se cubre con las sanciones.
Esos ayuntamientos, casi ochenta hasta ahora, presumen de la mejora considerable de la limpieza de las calles y de la disminución de quejas sobre la limpieza. En principio, tomar medidas de este tipo puede ser impopular, pero termina siendo una medida con muy buena acogida. Son distintas formas de ver las cosas. Aquí en la Perla del Mediterráneo estamos más interesados en otras cosas.
Lo importante es tener un equipo arriba de la tabla y hacemos los esfuerzos necesarios para lograr nuestro objetivo y con el tiempo presumir de un super equipo. Una caca de perro no es nada y con un poco de fortuna en unos años seremos conocidos como la ciudad de la suerte, donde más lotería se vende, porque dicen que si pisas una mierda hay que comprar lotería. Aquí compramos seguro.
Llevan ustedes razón, eso de ADN a perros es una tontería de cuatro ayuntamientos, lo que verdaderamente mola es tener un equipo jugando la liguilla de ascenso.