Ceuta aún carece del plan de gestión de residuos que exige la Unión Europea

Ceuta aún carece de un ‘Plan integrado de gestión de residuos’ específico para nuestra ciudad, pese a que la puesta en marcha de este programa, según la normativa europea, estaba fechada para el año 1998.

No obstante, el compromiso más reciente de todos los países integrantes de la UE era que estos planes debían estar aprobados antes de finalizar 2011. Cuatro años después, la Ciudad aún no ha movida ficha y, junto a Melilla, son las únicas ciudades del todo el territorio nacional que carecen de esta iniciativa. En 2013 la Ciudad llevó a exposición pública el documento previo del plan integrado de gestión de residuos, aunque desde entonces “no ha habido ningún avance” apunta el presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez Rivera, cuya entidad colaboró activamente en la puesta del plan, sin resultado alguno. “Hubo reuniones con los agentes sociales y con los entonces responsables de Medio Ambiente. El informe se entregó, pero nunca se han hecho públicas sus conclusiones y propuestas”, añade. La prioridad del plan las marca la propia Unión Europa: reducir el volumen de la producción de residuos. “Ceuta se sitúa a la cabeza de las ciudades españolas en cuanto a la cantidad de basura que genera cada ceutí al cabo del año”, apostilla Pérez Rivera, considerando que el hecho de ser una ciudad fronteriza incide de manera significativa en el elevado volumen de residuos que se genera en la ciudad. Sin embargo, alega que “las autoridades han hecho muy poco para disminuir esta cantidad y gestionar de manera correcta todos los residuos producidos en Ceuta”, con la particularidad que desde hace dos años todas las entidades autonómicas, incluida nuestra ciudad, debían tener aprobado un plan específico para la reducción de la cantidad de basura generada en su territorio. Aunque sí es cierto que en la ciudad se gestionan los residuos generados, para Pérez Rivera es imprescindible “analizar con detalle la situación de partida, definir con claridad los objetivos y establecer unas acciones y una estrategia capaz de lograr los objetivos que marcan las autoridades comunitarias”. Hasta ahora, añade, lo que ha primado ha sido la “improvisación y el desinterés por un asunto clave en cualquier política seria medioambiental”. Septem Nostra insiste en que la carencia de medios para una correcta gestión de los residuos es “notoria”, y pone como ejemplo la escasez de contenedores para la recogida selectiva de residuos sólidos urbanos en toda la ciudad. La entidad ecologista hace un llamamiento a la necesidad de un plan efectivo y con unas autoridades “dispuestas a asumir como un asunto prioritario la sostenibilidad ambiental”. Pérez Rivera insiste en que la Ciudad se ha acostumbrado a que “planes bien pensados y diseñados terminen en un cajón”. Como ejemplo cita la ‘Agenda 21 Local de Ceuta” y de su plan director que fue redactado por nuestra entidad. En él figuran las demandas de la sociedad en materia de sostenibilidad ambiental, económica y sociales, así como el desarrollo de los planes para cumplir estos objetivos. “Nada se ha hecho para avanzar en la puesta en marcha de la Agenda 21 Local. Con este precedente... ¿Quién nos asegura que la aprobación de un plan de gestión de residuos conduzca a su implementación efectiva? Creemos que los planes son importantes, pero lo es todavía más la voluntad decidida de ponerlos en ejecución”, concluye.

Las especificidades ceutíes, un hándicap para el plan

Este plan debe cumplir una serie de requisitos en base a la ‘Ley de Residuos y Suelos Contaminados’ que variarán en base a las características de cada localidad. Las especificidades de nuestra ciudad, tales como su reducido espacio, su alta densidad demográfica y urbana, así como el importante porcentaje de territorio considerado espacio natural protegido por la Unión Europea condiciona el emplazamiento de las infraestructuras y equipamientos indispensables para una correcta gestión de los residuos. Todos estos factores influyen “negativamente” en la gestión de los residuos, apunta Pérez Rivera. “No contamos con espacio para la instalación de infraestructuras como una planta de tratamiento de residuos ni de terrenos adecuados para la ubicación de un vertedero de las fracciones no reciclables”. A esta circunstancia se añade la condición de frontera con un país extracomunitario y la importante entrada a Ceuta de una desorbitada cantidad de población flotante que incrementa el volumen de los residuos que se generan en la ciudad, como es el caso del polígono del Tarajal, que genera una importante cantidad de residuos. Además, el Estrecho es otro hándicap que influye negativamente en esta gestión y en su traslado a la península. En otras zonas, como por ejemplo, el campo de Gibraltar, “es posible compartir infraestructuras, con lo que se consigue reducir costes económicos y ambientales”, señala Pérez Rivera. La alternativa que propone Septem Nostra pasa por “implementar un plan eficaz y eficiente de gestión de residuos que consiga recuperar la mayor cantidad posible de residuos valorizables (papel, vidrio, metales y envases), tal y como exige la normativa europa y figura como condición en la subvención con la que cuenta Ceuta para el transporte de los residuos hacia la península”. También aboga por la instalación de una planta de separación selectiva de residuos, pese a que “habrá que seguir trasladando la fracción no valorizable hacia plantas y vertederos situados en la península”, consideran desde la entidad ecologista.