La dotación de las Fuerzas Armadas en Ceuta cuenta actualmente con un total de 211 efectivos militares de Tropa y Marinería en servicio activo con compromisos temporales que, de no variar su situación, deberán abandonar el Ejército durante el próximo lustro por el simple hecho de cumplir 45 años, según los datos a los que ha tenido acceso este periódico.
El Gobierno central avanzó recientemente en una respuesta por escrito al senador Guillermo Martínez que en 2019 serán 27 los soldados de Tropa y Marinería que perderán sus empleos como militares (a esa cifra hay que sumar dos de complemento) y que en 2020 les pasará a otros 33 (dos de complemento).
Según las estadísticas que, más a largo plazo y actualizadas a fecha del mes pasado, ha conocido El Faro, los afectados al año siguiente y al otro, en 2021 y 2022, serían bastantes más, concretamente 43 efectivos de Tropa y Marinería en cada ejercicio. En 2023 les llegaría el turno a quienes ahora están en los cuarenta años, un total de 70 militares en servicio activo destinados en Ceuta.
El cabo Jenner López, presidente nacional de la Plataforma 45 Sin Despidos, explicó este miércoles a este periódico justo después de salir de la Junta Electoral Central y antes de entrar en el Congreso, que actualmente no hay “ninguna” esperanza o expectativa política cierta con un horizonte concreto para los perjudicados por los compromisos de larga duración contemplados en la Ley 8/2006 de Tropa y Marinería, que en el párrafo 1 del artículo 10 establece que finalizarán “cuando el militar profesional de tropa y marinería cumpla 45 años de edad”.
El Pleno de la Cámara Baja rechazó por última vez a mediados de septiembre con los votos de PP y PSOE una iniciativa de Podemos que pedía al Ministerio de Defensa que paralizase la salida de las Fuerzas Armadas de los soldados que cumpliesen 45 años hasta ofrecerles soluciones que faciliten su reincorporación al mercado laboral.
La moción procedía de una interpelación que el diputado ‘morado’ Juan Antonio Delgado había realizado a la ministra de Defensa, Margarita Robles, y en cuyo debate esta había reconocido que su departamento había estudiado la posibilidad de aplicar esta moratoria para los militares temporales, pero advirtió de la dificultad legal para llevarla a la práctica.
El texto de Podemos también pedía activar a los reservistas de especial disponibilidad que no estén insertados profesionalmente en la vida civil hasta que lleguen cambios normativos y ahondaba en la necesidad de que se homologuen los cursos obtenidos por los militares a los existentes en el sistema general de Educación.
Según Jenner López “el Plan Integral de Orientación Laboral para Militares (PIOL) que la ex ministra Cospedal lanzó un día antes de salir del Gobierno no ha servido, como se esperaba, para nada porque viene a ser una copia barata del Sistema de Aprovechamiento de Capacidades Profesionales del Personal Militar (SAPROMIL) de hace cinco años”.
El relevo en La Moncloa tampoco ha traído grandes cambios porque “mientras que Ciudadanos y Podemos nos están dando un apoyo férreo, el PP y el PSOE están enrocados en una posición que no da ninguna solución, que no pasa de ofrecer certificados de profesionalidad sin ningún valor ni aval del Ministerio de Educación y que aglutina a todos los militares en un saco, como si no tuviesen más salida que la seguridad privada o, en la Administración, ser policías locales”.
Ante esa deriva, ‘45 Sin Despidos’ pretende, por un lado, y de ahí su visita a la Junta Electoral, activar una iniciativa legislativa popular reclamando una Ley de Carrera Militar única que “acabe con la discriminación actual en el régimen de los militares de tropa y marinería (MPTM, el grueso de las Fuerzas Armadas), escala que está regulada por dos normas distintas: la Ley 8/2006 de tropa y marinería temporal y la 39/2007 de la carrera militar, que rige a los permanentes”.
En el Congreso López se reunió con el diputado naranja Javier Cano, que acaba de preguntar al Gobierno por el suelo militar de Ceuta, con el fin de lanzar una Proposición No de Ley (PNL) pidiendo ayuda urgente para los reservistas “que han ido a la calle” y reclamando en regiones como Aragón formación específica una reserva del 20% en su oferta de empleo público “entera, no solo para la Policía Local”.
El negro horizonte que, para los militares de Tropa y Marinería, plantea el cumplir los 45 años está ampliando el número de los que deciden probar suerte antes de llegar a ese límite en el mundo civil.
Así lo está percibiendo el presidente de la Asociación de Militares de Tropa y Marinería (AMTM), Antonio Martínez, tanto en la ciudad autónoma como fuera de ella, en forma de “solicitudes de baja voluntaria o de excedencias”. Durante el compromiso de larga duración los soldados pueden pasar a servicios especiales o solicitar excedencia voluntaria “por interés particular, por agrupación familiar, por cuidado de familiares o por razón de violencia de género”. No s posible pasar a situación de servicio en la Administración civil o a la reserva.
La Plataforma 45 Sin Despidos denunció a finales de verano a la Comisión Europea que en España no se produce una única sino triple “discriminación” entre los militares.
A su juicio, “siendo el acceso a la condición de militar profesional de Tropa y Marinería idéntico, las funciones idénticas y su inclusión dentro de la estructura de Defensa idénticas, no se entiende que las condiciones de empleo y trabajo, la remuneración y las condiciones de despido sean distintas entre temporales y permanentes”.
En nuestro país, según la exposición de su denuncia, Aunque militares de tropa y marinería y permanentes acceden por pruebas selectivas, solo los segundos son indefinidos aunque tienen "idénticas funciones, destino y responsabilidades durante toda su relación de servicios". Por lo tanto cree que "la discriminación existe" tanto por razón de edad (el cese de los primeros se produce automáticamente el día que cumplen 45 años), salarial ("no puede sostenerse la diferencia salarial entre un permanente y no permanente amparándose sólo en diferencias subjetivas por la realización de idéntico trabajo") y por la vinculación temporal. Europa tiene “doce meses” para estudiar y resolver la cuestión planteada.
El Boletín Oficial de Defensa publicó en junio, en pleno cambio de Gobierno , el Plan Integral de Orientación laboral para Militares (PIOL) de Cospedal para “ayudarles a tener un mayor nivel de preparación y motivación y la garantía de un futuro en milicia o ámbito civil”. Para ‘45 Sin Despidos’ es una “copia barata” del SAPROMIL.
La Comisión de Defensa del Congreso aprobó en septiembre mejorar la formación y las salidas laborales de los soldados que deben abandonar las Fuerzas Armadas al cumplir los 45 años.
Incluye 40 medidas orientadas a la homologación con la enseñanza general de los cursos que reciben, su pase a la administración civil con la reserva de plazas en las convocatorias públicas o los acuerdos con el sector privado para su reinserción laboral...
El Pleno de la Ciudad ha aprobado repetidas veces durante los últimos años pedir que se cambie la Ley de Tropa y Marinería, suprimiendo la ‘finalización del compromiso de larga duración a los 45 años’ para prolongar la carrera profesional con la pertinente una adecuación al puesto de trabajo”.
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