La Secretaría de Estado de Educación del
MEFP ha convocado el Concurso Nacional de
Buenas Prácticas en centros docentes educativos que impartan enseñanzas no universitarias del sistema educativo español correspondiente al año 2021, también en Ceuta.
El concepto de “buena práctica” ha ido incorporándose de un modo progresivo a la
educación a lo largo de las dos últimas décadas en el plano internacional. La noción de “buena práctica” va mucho más allá de lo que puede ser una práctica profesional considerada como buena por sus autores y posee unos rasgos característicos que hacen de ella algo más preciso, bastante más próximo a un concepto científico.
Según el MEFP, “en educación, una buena práctica es una iniciativa, una política o un modelo de actuación exitoso que mejora los procesos escolares y los resultados educativos de los alumnos y alumnas”.
A partir de ahí, “el carácter innovador de una buena práctica se completa con su efectividad. En este contexto, la innovación educativa va mucho más allá de la mera producción de novedad: debe demostrar su eficacia y replicabilidad. Sólo en tales condiciones una “práctica buena” se convierte en una “buena práctica”, es decir, en la expresión de un conocimiento profesional o experto, empíricamente válido, formulado de modo que sea transferible y, por tanto, de potencial utilidad para la correspondiente comunidad”.
Desde el punto de vista del Ministerio “existen diferentes razones por las que resulta oportuno (particularmente en el mundo de la educación) identificar, reunir y difundir las buenas prácticas”.
Entre ellas cabe destacar las siguientes: permiten aprender de los otros; facilitan y promueven soluciones innovadoras, exitosas y sostenibles a problemas compartidos; permiten tender puentes entre las soluciones empíricas efectivas, la investigación y las políticas; proporcionan orientaciones excelentes para el desarrollo de iniciativas nuevas y la definición de las políticas”.
A su óptica, “la identificación y difusión de buenas prácticas son una prioridad para el Ministerio de Educación y Formación Profesional puesto que constituyen un avance para lograr el éxito educativo de todos”.
Es por ello que, mediante esta convocatoria y la difusión de los proyectos reconocidos, el Ministerio “pretende que estas buenas prácticas sirvan de modelo o referente a otras comunidades educativas y favorezcan la mejora de nuestro sistema educativo”.
De acuerdo con el MEFP, “las buenas prácticas” deben quedar agrupadas en varias categorías. Por un lado está el “momento de la Convivencia Escolar: Desarrollar y fortalecer en las alumnas y los alumnos las capacidades básicas que promuevan la cultura de paz, la no violencia, la coeducación, la resolución de conflictos de manera pacífica, la prevención del acoso y ciberacoso y la convivencia positiva basada en la participación de la comunidad educativa”.
El Plan del Ministerio también contempla realizar actuaciones dirigidas “a favorecer la presencia, el aprendizaje y la participación del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, que experimenta más barreras y requiere medidas adicionales para conseguir el máximo desarrollo de sus capacidades personales”.
La normativa también exige el desarrollo de iniciativas que favorezcan la personalización del aprendizaje a través del diseño universal del aprendizaje (DUA) y la mejora de los resultados educativos, imprescindibles para el desarrollo y bienestar personal, la inclusión social y laboral.