Esta semana hemos estado en el Centro Logístico del Patrimonio Cultural (CLPC) de Andalucía situado en la localidad sevillana de La Rinconada. Este centro, dependiente de la de Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, tiene como objetivo el almacenamiento científico de bienes del patrimonio histórico y está ubicado en el antiguo Centro de Fermentación del Tabaco en la mencionada localidad sevillana. Entre sus funciones destacan la documentación y la conservación de los bienes muebles custodiados, el apoyo técnico a otras instituciones del patrimonio y la atención a los investigadores. Precisamente, este último servicio fue el que nos ofrecieron esta semana en nuestra visita al CLPC.
Desde hace algún tiempo estamos inmersos en una investigación sobre los talismanes antropomorfos medievales islámicos en al-Andalus y el Magreb, como el que documentamos en Ceuta durante la intervención arqueológica en la calle Galea (2015), asociado a un ritual de magia talismánica. Para conocer la presencia de este tipo de talismanes entre los fondos museográficos de nuestra zona de estudio, remitimos una consulta a todos los museos de Andalucía y de la región de Murcia. Uno de los primeros en contestar fue el Museo Arqueológico de Sevilla. El conservador del Museo, Pablo Quesada, nos informó que al consultar el sistema documental identificaron una pieza clasificada como “amuleto femenino de plomo andalusí” casi completo procedente de una intervención arqueológica preventiva en el centro de Sevilla. A partir de ese momento, Pablo nos guió, con gran amabilidad y diligencia, en el proceso de solicitud del permiso para documentar la pieza y fotografiarla. Aprovechando que estábamos en Granada, viajamos a Sevilla en tren y sin salirnos de la estación de Santa Justa cogimos el cercanías que nos llevaría a La Rinconada. El CLPC se encuentra justo enfrente de la estación de tren, con lo que en apenas diez minutos llegamos a nuestro destino. Allí nos esperaban Pablo y otros miembros del equipo del CLPC, como Pedro, María José, Marisa, Paco o Ana. Nos recibieron dando muestras de enorme hospitalidad y cordialidad y nos acompañaron a una sala preparada para poder describir, pesar y fotografiar el talismán. Mientras nos traían la pieza, mostraron un gran interés por nuestra línea de investigación y por el hallazgo de Ceuta, sobre el que dejamos algunos ejemplares de nuestra obra “Magia talismánica en la Ceuta del siglo XIII”.
Después de un buen rato describiendo con detalle la “Dama de Sevilla”, giramos una visita a las instalaciones del CLPC. Durante la visita nos explicaron que debido al mal estado de conservación de la sede del Museo Arqueológico de Sevilla, el Ministerio de Cultura encargó al arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra la redacción del proyecto de rehabilitación del museo hispalense que solventara los déficits funcionales y técnicos del edificio de titularidad estatal manteniendo la imagen y especialidad del edificio construido con motivo de la Exposición iberoamericana de 1929. Las obras de rehabilitación del Museo Arqueológico salieron a licitación por algo más de 26,6 millones y con un plazo de ejecución de cuarenta meses. El pistoletazo de inicio de las obras del futuro Museo Arqueológico de Sevilla sonó a finales del pasado mes de enero.
Haciendo gala de una previsión poco frecuente en el campo de la gestión cultural en nuestro país, la decisión del cierre temporal del Museo Arqueológico de Sevilla vino acompañada de dos grandes actuaciones: el embalaje y registro de la colecciones; y el acondicionamiento del CLPC. Según nos contaron los técnicos del Museo Arqueológico, dedicaron mucho tiempo y esfuerzo a diseñar el sistema de registro de la colección del museo, compuesta por más de un millón de piezas, y a redactar el plan de necesidades del CLPC. Tuvieron que calcular el cubicaje de la amplia colección de esculturas y de otras piezas de gran tamaño que custodia el Museo Arqueológico, así como del resto de los materiales que han ido engrosando los fondos museográficos sevillanos desde la creación de esta prestigiosa institución cultural. Con las ideas claras y los fondos económicos necesarios, el inventario y embalaje de la colección se llevó a cabo de forma paralela a la rehabilitación de la antigua fábrica de tabaco de La Rinconada. El resultado fue la habilitación de un espacio de 4.000 metros que contiene 2.400 metros lineales de estanterías de paletización, 30 módulos de armarios compactos, 432 metros lineales de estantería de media carga y seis almacenes climatizados. Uno de ellos, que pudimos visitar, alberga los metales en unas condiciones óptimas de temperatura y humedad. Allí regresó el talismán que fuimos a estudiar y que pudieron localizar de manera rápida y cómoda gracias al estudiado y eficaz sistema de inventario informatizado mediante código de barras.
Nuestra visita al CLPC terminó con la grabación de unas breves declaraciones sobre el motivo de nuestra visita al centro logístico del patrimonio cultural para difundirla a través de las redes sociales. Salimos del CLPC muy satisfechos y contentos con el resultado de nuestra documentación del talismán antropomorfo andalusí, por la oportunidad de conocer este centro modélico y por el magnifico trato que recibimos de una equipo de trabajo entusiasta y con un alto grado de compromiso con la conservación, difusión y promoción de la investigación de los fondos museográficos del Museo Arqueológico de Sevilla. En definitiva, vivimos una experiencia muy gratificante, acompañado con un extraordinario equipo humano, en unas instalaciones modélicas. Desde esta columna de opinión queremos expresar nuestro agradecimiento al personal del CLPC por su cariñosa acogida.
Mientras que visitábamos las instalaciones del CLPC no dejaba de pensar en la situación del Servicio de Museos de la Ciudad de Ceuta. A diferencia de lo sucedido en Sevilla, en Ceuta los asuntos relativos al museo han ido de mal en peor. A finales de los años noventa se decidió el traslado del Museo Arqueológico de su sede en el céntrico edificio del Revellín nº 30 al Revellín de San Ignacio en el Conjunto Monumental de las Murallas Reales. A diferencia de lo sucedido en Sevilla, el equipo redactor del proyecto de rehabilitación del Revellín de San Ignacio no contó con la opinión de los responsables técnicos del Museo.
"A diferencia de lo sucedido en Sevilla, en Ceuta los asuntos relativos al museo han ido de mal en peor"
Como consecuencia, se procedió al embalaje de las piezas del museo arqueológico y cuando llegó el momento de proceder al diseño de la exposición se llevaron la desagradable sorpresa de que el espacio del Revellín de San Ignacio no reunía las condiciones necesarias para mostrar una colección arqueológica. El resultado de este desbarajuste fue que nos quedamos sin museo arqueológico y con buena parte de la colección guardada en los almacenes del museo. Con buen criterio se recuperaron algunas de las piezas para mostrarlas en el Museo de la Basílica tardorromana, pero es una ínfima parte de la colección arqueológica de Ceuta. Faltan piezas muy relevantes, algunas de ellas recuperadas en las intervenciones arqueológicas en las últimas décadas. Sentí envidia cuando los técnicos del museo arqueológico de Sevilla me comentaron que estaban trabajando en la manera de incluir en el proyecto museográfico del futuro museo arqueológico de Sevilla el talismán antropomorfo localizado entre los fondos del museo gracias a nuestra solicitud. Por desgracia, el talismán que hallamos en la calle Galea, en un contexto inédito en la arqueología islámica, sigue guardado en la caja fuerte del museo arqueológico sin que se atisbe en el horizonte la puesta en marcha de un proyecto para dotar a Ceuta de un museo acorde a la importancia arqueológica e histórica de nuestra ciudad. Han sido muchas las solicitudes públicas para que la administración local se comprometa a dar los primeros pasos para la instalación de un Museo Arqueológico, tal y como se comprometió en su programa electoral el partido que gobierna en la Ciudad Autónoma de Ceuta. Esperemos que cumplan con su palabra y esta vez cuenten con la opinión de los técnicos del Servicio de Museos para discutir y consensuar el plan de necesidades de equipamientos y de personal. En la actualidad, el servicio de Museos está bajo mínimos en cuanto a recursos humanos y con un presupuesto muy limitado. Antes de concluir, quisiéramos exponer una propuesta que no sabemos si ha sido explorada y que nos ha surgido después de nuestra visita al CLPC. El Ministerio de Cultura es el que ha asumido la restauración del Museo Arqueológico de Sevilla y de la rehabilitación de la antigua fábrica de tabaco de La Rinconada como sede del CLPC. La razón es que el Museo de Sevilla es de titularidad estatal, aunque con la gestión transferida a la Comunidad Autónoma andaluza. Antes del arranque de la llamada España de las autonomías, el Estado central contaba con una importante red de museos y bibliotecas repartidos por toda la geografía nacional. El Ministerio de Cultura saldó la deuda con Ceuta con la construcción de la magnífica construcción de la biblioteca pública “Adolfo Suárez”, pero en todos los años que nuestra ciudad dependió de la administración central poco o nada invirtieron en materia de patrimonio arqueológico. Incluso en la actualidad, una parte significativa de los elementos patrimoniales declarados Bien de Interés Culturales siguen siendo de competencia estatal. Estaría bien que el Ministerio de Cultura colaborara en la dotación de un Museo Arqueológico en Ceuta, sin que ello se convierta en una causa de disputa política ni una excusa para que el gobierno de la Ciudad aborde la instalación de un equipamiento cultural imprescindible para salvaguardar, investigar y difundir nuestro pasado y para contribuir a completar la oferta cultural y turística del futuro de Ceuta.