La Bandera de España simboliza la Nación, es signo de soberanía, independencia, unidad e integridad de la patria y también promesa de su perpetuidad a través de los tiempos. Reales Ordenanzas Los Regulares de Ceuta los que han dejado escrito con su sangre en tierras de Melilla, el recuerdo honroso y perdurable de su sacrificio por España; porque en las cicatrices que deforman sus rostros y marcan su cuerpo, ostentan para siempre la prueba dolorosa de su sacrificio; no lo tiene, porque las “cruces” que lucen y los grados que consiguieron certifican que quienes pudieron otorgarles esos premios fueron testigos de su valor y de su abnegación.
Así lo comprendió el pueblo de Madrid, que como siempre, entusiasta, y como siempre, bueno, saludó con ovaciones clamorosas a los bravos Regulares de Ceuta, que desfilaban orgullosos, sonrientes, comprendiendo todo el valor del homenaje que se les tributaba. Le acompañó, primero la curiosidad; siguió después la simpatía, y estalló al fin el aplauso; fue para los Regulares de Ceuta una jornada gloriosa, que les habrá compensado largamente de las cruentas jornadas, plenas de peligros, en que fue para ellos pródiga la campaña.
Y pensando en todo lo que el domingo debieron pensar los moros leales, en lo que pensarán cuando recuerden el “homenaje popular”, creemos que, por lo menos, en esos Regulares ceutíes se habrá grabado con caracteres imborrables un hondo sentimiento de gratitud, garantía firme de su lealtad.
Los Regulares de Ceuta han venido a Madrid a recoger una “Bandera Nacional”. Para merecerla, les basta presentar su saldo de bajas: 1.769 de tropa cayeron en campos de África por esta “Bandera”, que presentían.
“No caben regateos; se llevan lo que ganaron, lo que es suyo””
ABC 26 de Mayo
Al regreso de cumplir su ruda misión en socorro de Melilla, el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3, regresa a Ceuta, con un apoteósico recibimiento en la Ciudad. Y Su Majestad el Rey D. Alfonso XIII hace llegar al Jefe del Grupo de Regulares de Ceuta, el siguiente telegrama:
Al regresar a esa Plaza esos heroicos Regulares, deseo manifieste Jefes, Oficiales, Clase y Soldados el agradecimiento y la admiración de su Rey, por su comportamiento y alto ejemplo de valor y disciplina, que a todos por igual corresponde, y especialmente a sus Jefes Teniente Coroneles González Tablas y Mola, que tuvieron el honor de derramar su sangre al frente de esas Fuerzas. ¡Viva España!, que también supisteis defender! ¡Vivan los Regulares de Ceuta!.-ALFONSO REY.
Pero la suprema recompensa de la Real Orden, de 2 de Noviembre de 1.921, en la que se concede al Grupo de Regulares de Ceuta, la primera “Enseña Nacional”, que se le concede a un Grupo de Regulares Indígenas. Y que dice así:
“El Rey (q. D. g), de acuerdo con lo informado por el Alto Comisario de España en Marruecos, ha tenido a bien conceder al “Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3, la “BANDERA NACIONAL”, semejante a la que corresponde a los Cuerpos de Infantería de nuestro Ejército, por haberse hecho dicho Grupo acreedor a ello, dados el entusiasmo, valor y disciplina con que han combatido en nuestras filas, cooperando eficazmente a la acción de nuestro Protectorado encomendado a la Nación en Marruecos”.- De Real Orden lo digo a V. E. muchos años”.- Madrid 2 de Noviembre de 1.921.- CIERVA
La concesión de la Bandera suponía para el Grupo de Regulares de Ceuta el público reconocimiento a su lealtad, entrega y sacrificio, al servicio de España, siendo prueba de ello, los más de cien hechos de armas en los que habían participado desde su creación, sufriendo 3.285 bajas, de los cuales 649 fueron muertos. Voy a tratar de relatar, los hechos ocurridos en Madrid en el Parque del Retiro y la gran cobertura dada por los medios de comunicación de la Capital. No obstante, mi agradecimiento a mi petición de información al Suboficial Mayor de Regulares Sr. Téllez para hacer posible esta colaboración.
Solemne entrega de la Bandera al heróico grupo de los Regulares de Ceuta
Brillante en extremo resultó el acto celebrado, bajo un sol magnífico y en medio del entusiasmo de los numerosísimos invitados que tuvieron acceso al Parque. Con arreglo al ceremonial en la mañana del domingo, celebrado como hemos especificado anteriormente (Parque del Retiro de Madrid).
Muchos invitados madrugadores entraron en él para escoger sitio. De nueve a diez aumentaron enormemente las apreturas hasta desbordar las previsiones que se habían propuesto.
A las nueve y media, las fuerzas se encontraban ocupando los sitios que se les habían señalado a lo largo del Paseo de Coches y en los parajes contiguos.
Entre ellas en primer lugar el Tabor del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3,:
Ya se pueden imaginar, el ambiente que rodea ha este homenaje a los Regulares de Ceuta, en la entrega de la “Bandera Nacional”.
El Altar y las Tribunas
La tribuna regia que estaba decorada con sencillez y buen gusto, se hallaba emplazada en la parte Oeste del paseo de coches; y a cien metros al Sur, el altar para la misa de campaña, dando la espalda al Ángel Caído, con alto dosel y una gran alfombra sobre el suelo de su parte anterior. Alzábase sobre el ara una imagen de la Purísima Concepción.
Las tribunas a la izquierda de la Real, estaban destinadas al Congreso y el Senado, Gobierno Civil, Diputación, Ayuntamiento y Generales, entre otros se encontraban los generales: Barrer, Aznar, Ardanaz y Zubia. A la derecha de la tribuna regia estaba el Cuerpo Diplomático, donde acompañados del Conde de Velle y del Duque de Vistahermosa, se hallaban los embajadores de Francia, Inglaterra, Estados Unidos, y Alemania con sus señoras; todos los Ministros acreditados. A continuación de esta tribuna estaban las de las clases de etiqueta, Grandes de España, damas de la Reina, Mayordomos. Entre los Mayordomos figuraban el Ex Ministro Sr. Prado y Palacio. Y entre las damas, la, Duquesa de la Victoria, que con motivo de su humanitaria actuación en Melilla, al frente de la Cruz Roja, de cerca pudo apreciar el heroico sacrificio de los “Regulares de Ceuta”. En una de las tribunas, y por especial deferencia de la Real Casa, encontrándose unos “veinticinco inválidos de la guerra de Marruecos” y algunos hospitalizados de San José y Santa Adela.
Al otro lado del paseo, y enfrente de la tribuna regia, a la que daba guardia un zanguanete de Alabarderos, se hallaban formados El Tabor de Regulares Indígena de Ceuta nº 3, con su Teniente Coronel al frente, D. Eliseo Álvarez Arenas. Seguían en su misma línea, y ya hasta el final, los Exploradores, que quisieron sumarse al acto..
Entre las tribunas y estas tropas, en medio del paseo y muy a la izquierda de la tribuna regia, se encontraba el Altar, para la celebración de la Santa Misa.
Descripción de la Bandera
La primera Bandera del Grupo de Regulares de Ceuta sigue el mismo diseño que el de las banderas concedidas a las Unidades del Ejército destacados en África, y que en cierta forma rompían con la tradición española. En este sentido se trata de una “Bandera” de 100X100 centímetros, sin contar el fleco, que presenta las siguientes características:
Vaina: Doble, de damasco, con los colores nacionales en ambas caras.
Inscripción: Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta Nº 3
Anverso: Escudo de las armas reales de España sobre cruz de Borgoña con los extremos rematados por escudos formados, por coronas de palma con el centro en campo de color verde, y la media luna de plata con el nº 3 bordado en verde.
Reverso: Emblema de Regulares compuesto de fusil, lanza con gallardete de España, y media luna de plata con el nº 3, bordado en verde superpuesta, bordado en oro y plata y superado por corona real.
Fleco: Hilo dorado.
Moharra: Media luna, escudo y leones.
Corbatas: 2 Medallas Militares concedidas por su participación en la recuperación de Melilla en Julio de 1.921 y en la defensa del Blocao del Hoj (Ceuta), y puestos dependientes entre el 26 de Junio y el 6 de Julio de 1.924.
Se encuentra ubicada en el Museo del Ejército, donde se conserva con el número 31.315.
Pero la “Bandera” no fue el único reconocimiento al Grupo de Regulares de Ceuta, puesto que por Real Orden de 14 de Agosto de 1.922, recibía la primera de sus trece “Medallas Militares” colectivas por su brillante actuación en el territorio de Melilla a raíz de los sucesos del mes de Julio de 1.921.
Y había que trasladarse a Madrid, para recibir la citada “Bandera”, y por consiguiente a las 19`00 horas del día 21 de Mayo de 1.923 embarcaban en el muelle de la Puntilla de Ceuta, un Tabor de Infantería y un Escuadrón de Caballería, perteneciente al Grupo, y su misión nada tenía que ver con la que venían cumpliendo desde su organización allá por Mayo de 1.915. En esta ocasión su objetivo era recibir en una solemne ceremonia, a celebrar el día 27 de Mayo del año 1.923, (domingo) en el Parque del Retiro de Madrid con la presencia del Rey D. Alfonso XIII y la Reina Dª María Cristina, y un indeterminado número de autoridades de la nobleza, militares y civiles, como creo no se halla visto nunca en la entrega de una “Bandera Nacional”. No faltó nadie, el ambiente era increíble. Era para estar orgulloso, de la llegada y el acto de entrega de la “Bandera”.
Dicha “Enseña Nacional” para aquellos Regulares mucho más que el Símbolo de la Nación, era el recuerdo a los que habían entregado su vida por España, y el reconocimiento a unas Fuerzas que con entusiasmo, valor, y disciplina venían participando de manera distinguida en cuantas misiones se le asignaban.
Esperando a los Reyes
Junto a la regia tribuna, y a caballo, estaban el Capitán General de Madrid, Sr. Orozco y su Estado Mayor; el Gobernador Militar, Sr. Duque de Tetuán, y varios Generales de la Ciudad. Todos vestían de galas.
Con gran antelación habían llegado asimismo, el Presidente del Consejo, Sr. Marqués de Alhucemas; el Ministro de Estado Sr. Alba y otras significadas personalidades.
Llegada de las personas reales
Minutos de las diez de la mañana, llegó en automóvil, hasta la tribuna regia la Reina Dª María Cristina, a quien acompañaban el Marqués de Riscal y la Marquesa de Hoyos. La Reina vestía traje negro. A continuación llegó la Infanta Dª Isabel.
A las diez y veinte precedido y seguido del escuadrón de la Escolta Real en formación a la francesa, llegó a las puertas del Retiro S. M. el Rey Alfonso XIII. El Soberano iba a caballo, con uniforme de Capitán General, de gala; la banda del “Mérito Militar” roja, la insignia del Toisón de Oro y altas condecoraciones sobre el pecho. Con él, habían de Palacio montados también a caballo, y con uniforme de gala, el Ministro de la Guerra general Azizpuru; el general Miláns del Boch, el segundo Jefe de la Casa Militar, general Rodríguez Mourelo; el coronel de la Escolta, Sr. García Benítez; el de servicio, marqués de Zarco, y todos los demás Jefes de la Casa Militar. En la puerta del Retiro se unieron al Soberano el Capitán General de la región, general Orozco, y el Gobernador Militar, general duque de Tetuán.
El Soberano pasó ante la tribuna y fue a colocarse, seguido del ministro y del séquito, cerca del altar.
Inmediatamente después, y precedida de batidores de la Casa Real, llegó en coches a la Gran D`Àumont, la comitiva de la Reina Dª Victoria. En el primer coche iba el general de la Armada, Sr. Barrera, con los dos ayudantes del Rey que pertenecen a la Marina, Sres Butler y Rodrígez Pascual. En el segundo, la dama de guardia con los Reyes, marquesa de Almodovar; el marqués de Bendaña, el grande de servicio Conde de Capo Alange y el mayordomo de semana Conde de Arcentales.
Todas las Fuerzas rindieron honores a la llegada de los Soberanos, y mientras el Rey permanecía a caballo cerca del altar, las Reinas y la Infanta pasaron a ocupar la tribuna regia. Detrás se puso la representación del Gobierno, que ostentaban vestidos de levita, el Presidente y los Ministros de Estado y Gobernación y otros altos cargos. Es de señalar que también se encontraba en la tribuna el Sr. González Tablas, hermano del heroico militar muerto al frente de los Regulares en Tazarut
Entrega de la Bandera
Inmediatamente dio comienzo el acto. Al pie del altar, cerca del sitio donde se encontraba Su Majestad, se colocó el Duque del Infantado, Presidente de la Junta que organizó la recaudación para la confección de la “Bandera”, y, en representación de los donantes de ésta, el Marqués de Tenorio y el Capitán D. Telesforo Montejo. En frente del Duque, que vestía su uniforme de Coronel Honorario del Regimiento de las Órdenes Militares, llevaba la “Bandera” que iba a ser entregada, y a su lado se situó el Teniente Coronel, Jefe de los Regulares de Ceuta D. Eliseo Álvarez Arenas.
En el próximo capítulo, comenzamos con el discurso del Duque del Infantado, continuando con el desarrollo del acto llevado a cabo en el Parque del Retiro de Madrid, con la presencia del Rey D. Alfonso XIII y la Reina María Cristina. Al mismo tiempo desarrollaremos los actos de, la bendición de la “Bandera”, la Santa Misa, finalizando con el desfile de las Tropas presentes en el Parque. En la noche, celebración de un banquete en el Palacio Real en honor de los Regulares de Ceuta, la guardia de los Regulares en Palacio, y el ofrecimiento del Ayuntamiento de Madrid, de un té a los Jefes y Oficiales del Grupo.