En Ceuta, algunos pescadores y aficionados a esta actividad se quejan de uno de los problemas que, según indican, más se manifiesta cuando buscan disfrutar de un día de
pesca: las palangres. Varios modelos de este aparejo, que puede facilitar la captura de un mayor número de ejemplares, se extienden desde "la zona del cementerio hasta Castillejos", dice una vecina afectada. Los pescadores de
Castillejos, explica, recurren a estos utensilios hechos a mano para desarrollar su actividad en aguas de Ceuta. Las palangres están compuestas por bollas de botellas transparentes que, afirma, "no se ven a simple vista" ni tampoco "dejan un metro a salvo". Con este método artesanal, resulta sencillo hacerse con piezas a diferentes profundidades a través de una línea madre con varios anzuelos y cebos, tanto en la superficie como en el fondo. En una misma tanda pueden llegar a pescarse un número "preocupante" de peces, lamenta. Algo que, a su juicio, perjudica no solo a los ceutíes que disfrutan de esta práctica: también a los que se encuentran en situación de desempleo y buscan llevar alimento a sus hogares. Al sumergir este utensilio en el agua, explica, resulta sencillo que los anzuelos de otros pescadores se enganchen y, en consecuencia, "no se pueda pescar". El impacto medioambiental que puede suponer la pesca con palangre es otra de sus cavilaciones pues, asegura, el extenso terreno sobre el que se despliegan terminan "arrasando los mares". Ante dicha situación, esta vecina señala la necesidad de hacer algo al respecto pues "todos tenemos derecho a comer respetando el
medio ambiente", y también "a las personas". Y es que muchos pescadores de la ciudad, según indica, pueden sentirse "intimidados". "En cuanto enganchan sus anzuelos con estos utensilios, ellos se acercan para asegurarse que vuelvan a dejar las palangres donde estaban", explica refiriéndose a sus propietarios, de los que dice estar "invadiendo" los límites de Ceuta "a sus anchas".
Palangres, una modalidad problemática
Las palangres pueden generar un problema, además de para otros pescadores, para los barcos y demás embarcaciones. Este tipo de trampas casi ni se ven, por lo que pueden provocar averías o daños si se quedasen enganchadas en las embarcaciones. Una modalidad de pesca que resulta "indiscriminada y abusiva", denuncia esta misma ceutí. Para pescadores deportivos o para aquellas personas con necesidades económicas que "encuentran un alivio al llevar pescado a sus hogares", los palangres utilizados por estas personas a las que atribuye, además, el no ser de Ceuta, resultan un impedimento a su actividad para la que, recuerda, ya tienen "buenas zonas de pesca" acotadas al otro lado de la frontera.