El consejero acaba de cumplir un año al frente del área, hace balance de los proyectos acometidos y de las acciones en las que se trabajan para los próximos meses
El pasado 28 de febrero Javier Celaya cumplió un año al frente de la Consejería de Educación, Cultura y Juventud. La petición que le planteaba el presidente Juan Vivas para ocupar el puesto que dejaba inesperadamente su antecesora, Rabea Mohamed, obtenía una rápida respuesta por parte del que, aquel entonces, era el director de la Unidad de Programas Educativos en la Dirección Provincial de Educación. Con ello, Celaya acedía a la primera línea de la política y la opinión pública, un hecho que, confiesa, es “lo que peor he llevado”. Tras encontrarse al frente de un organismo donde debía ‘jugar’ con un presupuesto que ya estaba aprobado y unos proyectos en marcha, el consejero hace balance de este primer año, adelanta los proyectos encauzados para el presente y, aquellos otros que, de momento, acumulan polvo como consecuencia de un “presupuesto escaso”. Y es que, este tema se presenta como el gran dilema, tanto los Generales del Estado, que no se aprueban “y tienen paralizada a toda la Administración central”, como la eterna lucha por incrementar la partida de su área, pese a que este año ha experimentado una leve subida, los considera escasos, aunque “es lógico que todos luchemos por llevarnos el trozo de pastel más grande”. En opinión del consejero, Cultura es un área que funciona “fantásticamente, pese a los pocos recursos que cuenta”, patrimonio sigue siendo “la asignatura pendiente”, y en Educación se atribuye una de las victorias de este año: conseguir el sistema de gratuidad universal en los libros de texto. Por su parte en Juventud, siguen luchando para poder aprobar, “previsiblemente antes de verano”, el Plan Joven.
¿Cuál es su balance de este año al frente de la Consejería?
Ha sido un período intenso y muy interesante, en el cual he aprendido, y el balance final termina siendo positivo. No obstante, el conocer cómo funciona la administración local y autonómica, así como todos los procesos administrativos que conlleva el sacar adelante cualquier tipo de iniciativa política, a veces es desesperante, ese podría ser el aspecto más negativo, porque a veces uno tiene la sensación de que está luchando contra un muro, ya que todo se eterniza, y problemas que ya se han tratado y sobre los que se ha tomado una decisión, reaparecen una y otra vez. Pero como se suele decir, las cosas de palacio van despacio.
¿Qué proyectos destacaría como logros alcanzados?
Uno de los que alcanzamos con mayor ilusión es el de la gratuidad de libros de texto. Esperamos que sea un salto cualitativo, sabemos que este año no vamos a conseguir la gratuidad absoluta de todo el material pero sí vamos a beneficiar a todos los estudiantes de Infantil y Primaria. Por otra parte considero que tanto el Auditorio, como la Biblioteca o el Servicio de Archivos funcionan bastante bien y generan una actividad constante. De hecho el año pasado me planteé incorporar, para reforzar la programación de las artes escénicas, el circuito que tiene la Junta de Andalucía, además del Platea del Ministerio al que ya estamos adheridos. Pero al final no lo hicimos porque no nos queda hueco en el calendario de ocupación del teatro, ya que el problema presupuestario no es tan importante como el que el auditorio tiene una ocupación intensísima.
Quizá el Auditorio del Revellín se encuentre algo sobresaturado. ¿Se han planteado buscar otros espacios para complementar esa programación?
Nos estamos planteado algún tipo de mejora para intentar diversificarlos eventos. Estamos negociando las instalaciones del antiguo Monte de Piedad, hoy Bankia, ya que ahí hay un salón de actos al igual que el del Siete Colinas, que también nos gustaría recuperar.
¿Qué puede adelantar de la programación cultural para los próximos meses? ¿Se adherirán al circuito de la Junta?
Es un proyecto que está ahí, y si no lo hacemos este año será el próximo. Lo que sí hemos hecho ha sido incrementar el número de representaciones de Platea. El año pasado fueron cinco y este vamos a contratar ocho: cinco obras de teatro, un espectáculo de danza, uno infantil y uno circense. En lo que ahora nos encontramos inmersos es en cerrar los conciertos del verano cultural que se han aumentado a tres, sin contar el Festival Flamenco y el concierto de la Casa de la Juventud, que trataremos que vuelva el concierto de los 40 Principales. De momento prefiero no adelantar nada, para no crear falsas expectativas si no sale según lo previsto, pero si se confirman nuestras intenciones el mes de julio estará completo de conciertos, que serán unos cinco.
Desde el Negociado de Patrimonio se han emprendido varias acciones interesantes durante los últimos meses, una de ellas es la posible reapertura a la ciudadanía de algún tramo de la red de minas y contraminas situadas bajo las Murallas Reales.
Precisamente se está limpiando durante estos días, y se está intentando habilitar para que se pueda visitar dentro del Conjunto de las Murallas. Yo tenía la ilusión de recuperar alguna de esas galerías subterráneas porque creo que puede ser una visita muy curiosa y, probablemente, tenga un gran éxito. Pero en general considero que debemos capitalizar el patrimonio, tanto por el gozo y disfrute de los propios ceutíes como por parte de ese turismo peninsular que se está intentando atraer por porte de la Ciudad.
¿Cuales son las acciones más inminentes que se van a acometer en este ámbito?
Acabamos de poner en marcha un programa de visitas guiadas por diversos monumentos y enclaves. Por otra parte estamos pendientes de Fomento para desarrollar dos grandes proyectos, que son la restauración del almacén de Rampa de Abastos y la creación de un centro de interpretación de las Murallas Reales en el Baluarte de la Bandera, donde estaba la antigua discoteca. También en esa zona estamos trabajando en intentar recuperar la zona del Baluarte de Santa Ana donde, además, hay un proyecto para la creación de un museo. Asimismo estamos pendientes de finalizar la antigua Estación de Ferrocarril que, confiamos, se pueda inaugurar este año. En este sentido también se presenta el problema de que tenemos más bienes inmuebles de los que podemos atender y, de verdad que existen proyectos muy interesantes con respecto a ellos, como la antigua cárcel de mujeres o el castillo de San Amaro, entre los asuntos que no se me van de la cabeza, pero sin una partida superior ni el apoyo del Ministerio es difícil sacar adelante más proyectos.
En el plano educativo, uno de los grandes proyectos que se preveía para este año y que, sin embargo, el Ministerio ha rechazado, ha sido el de la construcción de dos centros en Loma Colmenar. Sin embargo, usted manifestó la intención de llegar a un acuerdo.
Considero que en esa zona hace falta un nuevo colegio, aunque solo sea para absorber la demanda de la nueva población que se ha asentado en esa área. Es cierto que se barajó con el Ministerio la cesión de varios espacios pero no terminaban de convencer a causa de la inclinación del terreno que, además, encarecía la obra, por lo que ahí hay un tira y afloja, pero por parte de la Ciudad estamos convencidos de que es necesario la construcción de un colegio en la zona. Aunque estamos trabajando, tanto desde la Ciudad como desde el MECD, en disminuir la ratio. Por una parte se terminará de ampliar el Ciudad de Ceuta, el ‘José Acosta’ al cambiar de edificio está ganando progresivamente una línea, y ahora el ‘Andrés Manjón nos ha solicitado la cesión de una parcela anexa que pertenece a la Ciudad y donde pretenden construir un gimnasio, salón de actos y nuevas aulas.
Con el instituto del Brull se dijo que se iba a buscar una fórmula alternativa para no esperar a la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
En eso está trabajando Fomento, en buscar la fórmula de la cesión de uso al Ministerio de Educación y que, por tanto, que quede equipada como parcela de equipamiento educativo.
Con respecto al polémico tema de las becas de comedor. ¿Se está estudiando ya el método para evitar que este año se repita la misma situación?
El tema de las becas se ha dramatizado. El Ministerio cubre con su convocatoria todas las plazas escolares de comedor, lo que ocurre es que no todos los centros disponen de este servicio, y lo que hacía la Ciudad era sufragar, en caso de que se diese el caso, las plazas que no se llegasen a cubrir, pero esa situación no se ha presentado. El problema se producía con la resolución del Ministerio, que llegaba con retraso y, por tanto, hasta que no se publicaban las listas definitivas, se admitían en los comedores a los mismos estudiantes que habían disfrutado el año anterior o en verano, con la consiguiente problemática que, una vez concedidas, algunos de esos niños perdían ese derecho y, a la vez, se sumaban nuevos estudiantes. La solución que aportaba la Ciudad era la de sufragar a los estudiantes que se habían quedado excluidos y, así, año tras año se ha ido sobrepasando la capacidad de los comedores hasta que los directores transmitieron los problemas a los que se enfrentaban de tener, incluso, que finalizar antes la última hora lectiva porque se tenían que programar varios turnos de comidas y, por lo tanto, pedían racionalizar el uso del comedor escolar. En este sentido, el acuerdo al que se llegó este año entre todas las partes fue el de marcar el número de plazas por centro y no cubrir más de lo estipulado, además las becas del Ministerio se separaron y las de comedor no sufrieron demora. El tema es que se ha sacado de contexto y la oposición ha hecho demagogia con el tema, se empecinaron con el asunto porque los comedores escolares nacieron con una finalidad diferente. Ya que al pretender usar los centros educativos como un recurso cuando ya la Consejería de Asuntos Sociales tiene convenios con asociaciones para proporcionar alimentos a las familias más necesitadas no tiene cabida en este contexto, pues existen otros canales para impedir que nadie pase hambre en la ciudad.
¿Se abrirá el próximo curso el comedor del ‘José Acosta’?
Lo hemos solicitado al Ministerio, y nos gustaría que fuese este año, aunque no tenemos la seguridad de que vaya a ocurrir, la intención de la Ciudad es que a partir de septiembre se comience a dar ese servicio.
En cuanto a la retirada de amianto en varios centros educativos, comunicó la pasada semana que los trabajos ya se habían realizado en la mayoría. Sin embargo, dichas labores no se han acometido
El expediente está abierto y el trabajo adjudicado. Sinceramente, he de reconocer que pensaba que el trabajo ya se había hecho, pero he puesto a los servicios de la Consejería a que insten a la empresa para que proporcione fechas de cuándo se van a realizar. En esta semana se le va a poner calendario a todo para que interfiera lo mínimo en la dinámica de los centros, excepto en los casos que haya que esperar al período vacacional para proceder a su retirada.
En el aspecto de Juventud, el gran proyecto para este año era el Plan Joven . ¿Cuánto queda para su aprobación?
Quiero aprobarlo en 2018 y me gustaría que fuese antes del verano, pero tampoco quiero poner una fecha límite porque no depende única y exclusivamente de nuestra Consejería.
La semana pasada estuvo en el foco de la polémica a raíz de unas declaraciones que realizó respecto a la no inclusión del dariya en el informe de las lenguas minoritarias europeas, las cuales desencadenaron una respuesta por parte de Caballas que exigía su disculpa.
No creo que haya ofendido a nadie, ni mucho menos que haya insultado a través de esas declaraciones. Tampoco entiendo la polémica que se ha creado. Simplemente justifiqué las razones por las que considero que ha quedado fuera de ese informe, ya que no tiene mucho sentido que se incluya en el catálogo de las lenguas minoritarias.