En la exposición de los motivos que a su juicio justifican la necesaria retirada del texto, que acaba de recibir la luz verde del Senado, Sánchez denunció que sólo aporta “conclusiones nefastas”, que afectan desde al funcionamiento de los centros escolares, con la práctica desaparición de los Consejos Escolares, que ahora quedan relegados a meros “órganos dirigidos a dedo por los directores provinciales”, hasta lo que intuye que es “un ataque hacia el sistema público educativo con iniciativas claras que sólo persiguen la privatización y que conducen a la creación de una tercera red benéfica o asistencial”. Con esa última definición CEAPA trata de denunciar el “sistema ilógico e incongruente” que a partir de ahora distribuirá los fondos en función de los resultados académicos de los alumnos. “No tiene sentido, porque hay centros como los concertados que acaban seleccionando a sus alumnos discriminando, eligiendo a niños sin problemas estructurales que aportan mejores resultados. Se dará la paradoja de que los centros con niños con más problemas, y que por tanto pueden obtener peores calificaciones, recibirán menos recursos cuando en realidad necesitarían más para luchar contra esos problemas”, destacó Sánchez. “Es una clara injusticia”, subrayó.
CEAPA rechaza también la tesis del Gobierno que incide en la necesidad de aprobar una nueva ley que frene los malos resultados académicos en la enseñanza obligatoria. “No es culpa del sistema. Hay otro trasfondo, y es el modelo económico que hizo que muchos alumnos abandonaran las aulas en la época de la bonanza económica para ganar buenos sueldos. Ahora han vuelto y sin formación lo tendrán difícil para encontrar trabajo. Además, las plazas de Formación Profesional son insuficientes”, denunció.
“La Conferencia Episcopal suspiraba por esta ley”
Jesús María Sánchez está convencido de que bajo el texto de la LOMCE se esconde “un claro perfil ideológico”. Según su criterio, el Gobierno ha respondido con la nueva ley a los postulados que la Iglesia católica llevaba tiempo reclamando. “Se concede a la Conferencia Episcopal todo aquello por lo que suspiraba”, aseguró. Acto seguido, citó el caso de la asignatura de Religión, que según la reformulación del sistema vuelve a computar en la nota media del expediente del alumno. “Han colocado una asignatura dura como alternativa a la Religión para conseguir que los alumnos vuelvan a optar por ella, desviándolos hacia ella. Además, vuelve a contar para aprobar y como nota media. De esa forma, un alumno con un cero en Matemáticas pero un diez en Religión podría obtener una nota media de 5 y aprobar”, auguró. Esa reforma considera que evidencia que “la mano de la Iglesia es muy poderosa”. Tampoco quiso el máximo dirigente de CEAPA pasar por alto que el sistema de reválidas puede “expulsar” a alumnos del sistema educativo o cómo la financiación de centros concertados está derivando en que “la escuela pública se convierta en receptora de los alumnos que éstos no quieren”. Y todo, a su juicio, en un “ataque despiadado hacia la educación pública” con “afán privatizador”.