La asistencia se ofrece de 8.00 a 17.00 y a partir de esa hora en el SUAP, “saturado y que carece de una dotación completa de personal”. La Federación de Sanidad y Servicios Sociosanitarios de CCOO en Ceuta protestó ayer por los “diversos” y “graves” problemas que afectan a la Atención Primaria del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, Ingesa. “No es de recibo que los problemas se acumulen cuando sus trabajadores diariamente se esfuerzan y consiguen canalizar una enorme demanda con insuficientes medios personales, dar respuesta a la atención domiciliaria a veces ya fuera del horario laboral, ofrecer una atención prácticamente inmediata y sin demoras de agenda, u atender a los cupos de los compañeros que están de baja o la asunción del trabajo de los compañeros cuando no se contratan sustituciones ni vacaciones”, sintetizó el sindicato.
Los comisionistas reclamaron “un desarrollo completo de la receta electrónica y de la cita telemática” y recordó que “ambos conceptos funcionan ya desde hace años en regiones de mucho mayor tamaño y complejidad organizativa”. Desde su punto de vista, ambas soluciones “afectarían muy positivamente tanto a los usuarios como al personal administrativo y facultativo, colectivos con enorme demanda y con un trabajo prácticamente a destajo”.
La central exigió también voz a la hora de decidir si el horario estival de los centros de salud se mantendrá o no más allá de septiembre. “Es motivo de preocupación entre los trabajadores cuál va a ser la decisión que se va a tomar, máxime cuando no cuentan con información suficiente sobre las implicaciones de un cambio que podría ser inminente”, advirtió.
El horario de verano establecido hasta el 30 de septiembre en los tres centros de salud –Tarajal, Otero y Recinto– es de 8.00 a 17.00 horas, de modo que los pacientes que necesiten asistencia a partir de ese momento, tienen que acudir al Servicio de Urgencias de Atención Primaria –SUAP-. CCOO alertó de que perpetuar el horario de verano “mantendría de manera permanente el SUAP como único dispositivo de atención a patologías no emergentes durante 15 horas diarias”, lo que exigiría “dotarlo no sólo de refuerzo médico y de enfermería, sino también de un apoyo administrativo”.
“El SUAP ya de por sí está saturado y además carece de una dotación completa de personal estructural al no decidirse la empresa a dotar de forma definitiva todas la plazas necesarias en vez de eternizar contratos de necesidades de servicio que además de no estar previstos para tal uso su mantenimiento puede dar lugar a situaciones injustas en la bolsa de trabajo”, subrayó el sindicato, que cree que hay que analizar tanto un posible ahorro económico “como la atención al usuario”. Por otra parte, lamentó la “total ausencia de intimidad en la unidad de citas de la Mutua, en la que al igual que ocurre en las plantas de hospitalización del Hospital ni usuario ni trabajadores cuentan con un ambiente adecuado en cuanto a intimidad para desarrollar su actividad cotidiana”.
Denuncia pública “Sin información” por la “falta de responsables” La “falta de información” por parte del Ingesa provoca “otro problema que atañe a toda la Atención Primaria: la ausencia de responsables”, denunció CCOO. “No hay canales de transmisión entre una Gerencia que los trabajadores ven distante y ajena a sus problemas laborales y la plantilla, que no encuentra responsable al que transmitir sus incidencias”, lamentó antes de estimar que “ya es hora de contar con un responsable que ejerza las funciones del director médico” para “no dejar resquicios que puedan usar como excusa los que lo arreglan todo privatizando”.
Una queja extensible al reparto de la productividadLa Federación sanitaria de este sindicato también criticó la falta de información sobre “los criterios que han seguido nuestros directivos en la distribución de la productividad”.
Los “problemas” en el centro de salud del Tarajal En cuanto a la dilación en las obras del centro de salud del Tarajal, “independientemente de las causas de este retraso”, señaló CCOO, “ha transcurrido un tiempo más que razonable para que se hubiesen solucionado o se hubiesen reanudado las obras”. “Los problemas estructurales del centro obligan a trabajar a los administrativos en unas condiciones inadecuadas a lo que se suma su sobrecarga de trabajo, algo sobre lo que han llegado a denunciar las asociaciones de vecinos dado la repercusión directa que este tema tiene en los usuarios”, explicó CCOO. Desde su perspectiva, este problema se da, además, “en un centro de salud que trabaja en una de las zonas mas conflictivas de la ciudad y que a diario opera con una sensación de inseguridad y sin medios, lo que obliga a los trabajadores a exponer sus propios vehículos en los avisos domiciliarios”. El Ingesa argumentó que la paralización en las obras se debe a un problema administrativo de la empresa adjudicataria que se tiene que resolver en Madrid.