La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (
FECCOO) de Ceuta instará a la Junta de Personal Docente No Universitario de Ceuta a convocar movilizaciones si el Ministerio de Educación y Formación Profesional (
MEFP) no confirma la continuidad en los centros educativos de la ciudad el próximo curso de los 160 docentes incorporados a través del denominado
‘cupo COVID’, denominación que la delegada del Gobierno pidió diluir con el compromiso de que se trataba de un refuerzo “estructural”.
Con el paso de los meses, la certeza parece haberse diluido y la directora provincial del MEFP, Yolanda Rodríguez, se ha limitado esta semana a trasladar a los sindicatos que se está “trabajando” en esa consolidación, que todavía no está garantizada.
La incertidumbre de ahora contrasta con las declaraciones efectuadas el pasado 25 de septiembre por su antecesor, Juan Bosco de Alba, y la propia Mateos, que presumieron de estar viviendo “un momento histórico” y alegaron que si los cien maestros y alrededor de 60 profesores extra no habían estado disponibles desde el principio de curso había sido precisamente para blindar su permanencia postpandemia.
“Desde el principio dijimos que no queríamos profesores que viniesen el tiempo que durase la crisis sanitaria, sino a quedarse y a ayudarnos a sembrar futuro y esperanza, a mejorar la calidad de nuestro sistema educativo”, destacaron De Alba y la delegada.
“La Dirección Provincial y la Delegación del Gobierno no pueden encubrir ahora los compromisos adoptados como ligados a la superación de la pandemia y desde FECCOO instaremos a la Junta de Personal a movilizarnos juntos para exigir al MEFP que cumpla su palabra”, han avanzado desde la Federación que lidera Lorena Díaz en relación con el mantenimiento de un refuerzo clave no sólo para sostener el doble turno implantado este curso en las aulas de la ciudad, sino también para garantizar una atención adecuada al alumnado, sobre todo al que tiene necesidades especiales, con el horario tradicional.
Reparto por colegios e IES proporcional
Los docentes del denominado ‘cupo COVID’ comenzaron a incorporarse a las aulas a finales de septiembre del año pasado con un reparto proporcional por colegios e institutos (en este último caso, en función de las especialidades que señalaron como prioritarias los distintos equipos directivos) con centros de referencia y no de destino para poder atender las necesidades que fuesen surgiendo a lo largo del curso por la pandemia u otras circunstancias.