El 14 de mayo de 2009, la Ciudad Autónoma expresó su interés a los propietarios de las licencias de taxi en que obtuvieran un vehículo para discapacitados. Lo hizo por medio de una circular, y prometía tramitar una ayuda de 12.000 euros par parte del IMSERSO y otros 12.000 euros por parte de la propia Ciudad Autónoma.
Días después, el 18 de mayo, recibieron una solicitud por parte del propietario de una de las licencias, la número 12, para obtener ese dinero y adaptar su taxi. Se trata de José Reyes, que se animó a pedir esa ayuda. “Varios de mis clientes habituales son personas con minusvalía. No me importa para nada cogerlos en brazos y sentarlos en el coche, y meter la silla de ruedas en el maletero. Pero sé que a ellos no les gusta a veces, y que deberían poder subir al taxi por sí mismos”, explica.
Al ver que la ayuda no llegaba, Reyes acudió al IMSERSO. “Allí fui recibido por Fernando Jimeno, entonces director provincial, y me mostró que el expediente no había llegado, y por ello no podían tramitar la ayuda”, relata.
A día de hoy, la ayuda sigue sen el mismo estado, a pesar de que esos 12.000 euros del IMSERSO se encuentran dentro del ‘Convenio de Accesibilidad Universal 2008-2010’, de modo que pueden llegar a perderse por los plazos.
Incluso en enero de este año, el IMSERSO se dirigió al consejero de Gobernación para explicarle la manera en que debía dirigir la documentación. Esto sucedió tras una reunión de varios responsables de Radiotaxi con representantes de la Policía Local y con el consejero de Gobernación, José Antonio Rodríguez.
Pero pasaron dos meses, y la administración local siguió en silencio administrativo hasta el día 12 de abril. “Había pedido una reunión con el presidente Vivas, pero no me la habían concedido. Le abordé por la calle y le entregué una carta explicándole la historia. Al día siguiente me reuní con la consejera de Asuntos Sociales, Carolina Pérez, y con el consejero de Gobernación, José Antonio Rodríguez. Mostraron su interés, pero desde entonces no me han dicho nada, y se ha parado la cosa”.
Esta reunión sucedía días después de que Juan Jesús Vivas se comprometiera a que en mayo de 2010 estuviera funcionando un taxi adaptado. Promesa que realizó el día 8 del mismo mes durante la visita a Ceuta del presidente estatal del Comité Español de Representantes de Minusválidos (Cermi), Luis Cayo Pérez Bueno, en el transcurso de una reunión con él y los representantes de la organización en la ciudad. “Me lo estoy pensando”
Después de un año y dos meses de intentar conseguir una licencia de vehículo adaptado para personas con movilidad reducida, Reyes empieza a dudar. Llegó a llamar a Asuntos Sociales, donde le aseguraban que “estaban en ello y se trataría de buscar el dinero”. También pidió varios presupuestos en el mismo mayo de 2009 a varias casas de coches, incluso se decidió por uno de los modelos. Asimismo, llegó a interesarse por otras ayudas, como la de Procesa, donde le informaron de que también podían subvencionar el vehículo adaptado.
Ahora, y tras más de un año, Reyes asegura que “sigue en el tema”, pero la fuerza no es la misma. “Me lo estoy pensando después de este tiempo y esfuerzos”.
Vistos los precedentes, tampoco se atreve a comenzar la aventura sin que antes le den la ayuda. Los precedentes tienen nombre y apellidos, Miguel López, un compañero de Radiotaxi que recibió hace seis años la licencia 117 bajo la condición de que fuera de minusválidos. Aún no ha recibido la ayuda prometida y sigue pagando la deuda de un vehículo adaptado que ya no usa. “Sólo tres clientes nos requerían el vehículo adaptado, y ahora son dos porque uno falleció”, explican en la sede de Radiotaxi. Además, aseguran que algunos clientes sin minusvalía se niegan a subir en estos vehículos, que por otra parte causan problemas. El número 117 estuvo en el taller durante meses. “Al final decidí quitarlo”, sentencia López.