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Proclamación y suspenso
Y, pareciera que estamos asistiendo desde el patio de butacas a una trágica comedia del proceso del referéndum de la independencia de Catalunya. Y, como toda obra de teatro, tuvo: la “introducción, el nudo y el desenlace”. Tuvimos la oportunidad de conocer la introducción con la convocatoria del referéndum; el nudo con la celebración del referéndum; y la proclamación de la independencia, para a renglón seguido dejarla en “suspenso” para dar posibilidades a un periodo de diálogos.
Y, ahora nos encontramos en el desenlace con el requerimiento del Gobierno al presidente de la Generalitat el Molt Honorable Senyor Puigdemont, para que explique la situación actual en que ha quedado la Generalitat tal la sesión de ayer en el Parlament de Catalunya, y la firma del escrito sobre la independencia de parte de los diputados de la cámara autonómica.
Y, ¿qué nos puede traer este desenlace? Y, ¿qué pudiera ocurrir?: Pues, que el Honorable Puigdemont notifique lo que ha realizado expreso, es decir: “La proclamación de la independencia y su posterior suspenso”. Y, que el Gobierno, al suspender el Honorable Puigdemont la independencia, se dé por satisfecho y las cosas queden en aguas de borrajas. O, por el contrario, considere que proclamó la independencia, aunque la tenga en suspenso. Y, aquí, en este punto, será cuestión fundamental que en el requerimiento instado al Honorable de la Generalitat, su respuesta expresa y explicita sea de que “SÍ” proclamó la independencia; pero sus efectos se hallan invalidados, porque a continuación fue suspendida “sine die”... De tal manera, en las bancadas de ayer hubo parlamentarios como el portavoz del PNV, que se decantaba porque “NO” se había declarado la independencia; otros, que “SÍ”, como Ciudadanos; y otros que a ciencia cierta no estaban del todo seguro, que preferían -caso del Gobierno- preguntarle al titular de la Generalitat, y que aclarara en unos días todos estos términos, algo confusos. Porque, bien sabemos, la gran diferencia de efectos que tendría, si la independencia se ha proclamado o no. Porque se nos antoja, que la actuación del Gobierno, sería diametralmente opuesta, y ya no cabría poner activo el artículo 155 de la Constitución de 1978, si la respuesta fuera “NO”. Sin embargo -en nuestra opinión- pensamos que los políticos del Govern, van a contestar, con el mismo texto que dijeron en la sesión del Parlament, a saber: “Declarar la República Catalana, para a renglón seguido suspenderla”; que deja al Gobierno la responsabilidad de interpretar dicha suspensión en aplicar o no el artículo 155 de la Constitución de 1978, y dejar en suspenso o no, al Gobern de la Generalitat.
¿Qué será lo que contestará el Honorable Puigdemont, acompañado del Sr. Oriol Junqueras, y, siempre al fondo, como el apuntador de la concha de un teatro, el Sr. Artur Mas, atento a cualquier entrevista con los medios, o a dar el último consejo al President antes de dar un discurso institucional?
Y, qué, a su vez, contestará el Gobierno, a la contestación que está obligado a contestar el Honorable Sr. Puigdemont al requerimiento que aquel le insto a que contestara. No se sabía la fecha a contestar, pero ahora al parecer tiene dos oportunidades; una el lunes día 16, y la otra el jueves día 19 del presente. Así que nos quitan esa incertidumbre y todo parece más cercano a respuestas y contestaciones. No obstante, me temo que necesitaran a sesudos analistas de textos, para descifrar algunas de las frases totalmente esotéricas y en claves de tal difícil comprensión, que no quedará más remedio que se llame al servicio de inteligencia inglés –dada su reconocida eficacia en estos menesteres- para que puedan ser comprendidos. La verdad, tengo curiosidad por la contestación del titular del palacio de la plaza de Sant Jaume, y la correspondiente respuesta del huésped de la Moncloa; porque deseo mandar este artículo a la redacción del FARO, por si tienen a bien publicarlo el domingo, y aún no sabemos las respuestas ni de la Generalitat ni del Gobierno y, así, sin saber las respuestas, se nos hace del todo difícil escribir el artículo.
Sin embargo, vamos a interpretar los datos que tenemos en estos momentos, y reflexionar acerca de lo que puede suceder en los próximos días; aunque sólo es una ficción que no pudiera parecer en nada a la realidad que está por llegar. De tal manera, que el Gobierno ya tiene calentando el artículo 155 de la “Carta Magna”, que leyendo su texto con atención, nos apunta que de aplicarse, puede llegar a suspenderse el Gobern de la Generalitat, y ser asumido por el Gobierno de Madrid. Y, con ello, se cumpliría, lo que ya anunciamos en otro artículo del título del libro de Gabriel García Márquez: “Crónica de una muerte anunciada”. Porque, podemos confesar, que todo este itinerario rocambolesco y lleno de trajín y de idas y venidas, de urnas y papeletas confiscadas, que luego aparecieron como hongos en el día del referéndum, cuando el Gobierno dijo hasta el hartazgo que no habría referéndum, tenemos la obligación de apuntar lo siguiente: “Que cualquiera que hubiese seguido mínimamente los últimos acaecimientos de la últimas semanas, podía prever lo que aconteció en el Parlament Catalán, porque se hallaban dentro de los guiones que podían darse en el día de ayer, 10 de octubre del presente.
Nada había nuevo bajo el sol, porque hace 83 años, el 6 de octubre de 1934, otro presidente de Catalunya, José Luis Companys, también proclamó la República Catalana desde la balconada del palacio del Gobern de la Generalitat en la plaza de San Jaume. Y, desde aquella república catalana -que apenas duró diez horas, el general Domènec Batet, capitán general de Cataluña, se apresuró por las armas a liquidarla y a detener a todo el Gobern- nos allegamos, pasados tantos años, a este 10 de octubre donde ha sido de nuevo proclamada la “Republica Catalana”, pero luego, al momento, ser suspendida, en aras de unos posibles diálogos que conllevaran a que el Gobierno no aplicará el artículo 155, y no fuera suspendida el Govern de la comunidad autónoma, además de una posible solución al ánimo independentista de parte del pueblo catalán, donde en un 80% .quiere dirimir en un referéndum legal y pactado, la continuación con España o por el contrario elegir la vía independentista.
Ahora, está leyendo el presidente del Gobierno, su discurso sobre Catalunya. Y, le oigo decir: “El referéndum fraudulento...”; y, continua su discurso largo y tedioso, dando vueltas y más vueltas al fraude y a la irresponsabilidad de los independentistas del Gobern Catalán”. Ya sabemos que Rajoy es el político más previsible de España, y podemos prever sus intenciones en este asunto nacionalista. Sin embargo, no ha sido un discurso, a pesar de la espada de Damocles del 155, bronco y autoritario, sino al entendimiento, previa a la renuncia de la proclamación de la independencia. Y termina sus palabras aludiendo al orgullo de las palabras del monarca sobre “quienes somos”. Sin embargo, nosotros no podemos estar orgullosos, porque no nos gusta apelar a la unión de la patria para dejar en olvido los tremendos recortes, paro y dificultades por lo que pasa nuestra población, cuando los que dan los discurso sobre la dolorida patria, viven sin saber ni de lejos, lo que son dificultades por sobrevivir. No; de ninguna de las maneras deseo que me confundan, porque no me pueden confundir, porque sé perfectamente, ¿quiénes somos?, y, ¿a dónde vamos?
Por tanto, no nos den coba, y digan que somos unos de los países más importantes del mundo, porque no es cierto y faltan a la verdad. Somos un país con millones de parados, con infinitos recortes en sanidad y educación, con jubilados con las pensiones congeladas, y con miles de jóvenes españoles en la emigración, y otros que están punto de partir buscando el trabajo que, patriotas de encendidos discursos y palabras exultantes de la inefable patria, no atienden ni se atreven a mirarlos a la cara...
Diálogo, diálogo, diálogo, acaba el representante del portavoz de “En Comú Podem”, Xavier Domènech i Sampere, con un buen discurso por su sencillez y claridad. Ojala sean premonitorias sus palabras y el dialogo se imponga entre todos.
Y acaba el parlamentario Tarda -tardo en sus palabras, pero que llegan al corazón, dichas de esa manera tan cercana al corazón- con una frase paradigmática: “La fuerza no hace la unión”. Y es una frase clara que lleva el mensaje de que con la fuerza no se consigue la unión de España; porque la unión de España se consigue dando la voz a todas los pueblos que conforman nuestro país, para que libremente y sin ningún tipo de coacción, dialoguen de todas las situaciones que les preocupen, incluso del sentimiento de independencia, que bien sabemos, que aún continua en el diccionario de la RAE..
Sorprende Ciudadanos, por lo virulento de su discurso de Albert Rivera, que haciendo una comparación con el dicho popular: “Eres más papista que el papa; de igual manera podemos decir que el político de Ciudadanos, pudiera ser: “Más Rajoy que el mismo Rajoy...
Nos gustó los portavoces del PNV, Aitor Esteban, y de COMPROMIS, Juan Baldoví porque ambos coincidieron bastante, tanto en afirmar que no se había proclamado en Catalunya la independencia, como que había que apostar por el “diálogo”, como la mejor forma de resolver la problemática que nos ocupa.
Y llamó también la atención el portavoz de PDeCAT, Carles Campuzano, que hizo un buen discurso, templado, seguro y lleno de argumentos de su posición independentista, pero dichos con buenos enjuiciamientos y bien construidos, que gustaran más o menos; pero a los que gustamos de la buena dialéctica, pensamos que enriquece la discusiones que se producen en momentos importantes en el Parlamento. Y, tanto se salió de su moderación el político de Ciudadanos, que pareciera que ya deseaba que actuara el Gobierno en Cataluña, con la aplicación directa del 155. Y tanto fue el cántaro a la fuente, que el portavoz le dijo que había hecho un discurso ”falangista”; y el Presidente del Gobierno, Sr, Rajoy, se dirigió a él, apuntándole: “A pesar de haber hablado muchas veces con usted, he acabado por no entenderle”...
De los socialistas diré poco, porque se hallaban tan distantes que parecían ausentes. Ellos sabrán... Poco trasmitió la Sra. Margarita Roble, porque parecían sus colegas mustios y desganados; como si en sus conciencias anduviera un no sé qué regusto amargo que sabe a falta de convicción de otras horas donde el socialismo significaba: ética, idealismo, lucha, solidaridad, compromiso; sin embargo, el socialismo de estos días, se ha decantado con la derecha por el artículo 155, en vez, como un partido que fue en su día del pueblo, de apostar por un dialogo reflexivo y sincero entre las comunidades que, como Catalunya, no necesitan la amenaza de su autonomía; sino un tiempo abierto para el diálogo. Y, ahí, Pedro Sánchez, se ha puesto de perfil y, con la caña del abandono y falta de gallardía -que roza la cobardía- se ha ido a pescar a la tranquilidad del río, a ver si pesca algunos votos para no sé qué elecciones...
De Podemos, tampoco podemos decir que tuvo su mejor tarde, hablaron sí, de la necesidad de hacer un referéndum legal y pactado, como si fuera un mantra, que de tanto repetirlo hubiera perdido la frescura inicial. Sólo le faltó echarle flores a Rajoy...
Y, finalmente, como español que reflexiona acerca de las cuestiones que acaecen en nuestro país, la cuestión catalana en el siglo XXI, no se resuelve con la fuerza, ni con la aplicación del artículo 155 de la Constitución de 1978, que suspende la Generalitat de Catalunya; muy al contrario, la cuestión catalana se resuelve: “Con diálogos, con comprometidos diálogos, y con esperanzados diálogos...”