Castillejos, núcleo duro

Castillejos se ha convierte en uno de los ejes neurálgicos del radicalismo. La marcha de cientos de vecinos criados en esta localidad próxima a Ceuta a tierras sirias y la constatación de que desde allí se han producido muchas de las captaciones de marroquíes y ceutíes lo ha convertido en objetivo por excelencia de las fuerzas de seguridad.

La difusión, esta misma semana, de la fotografía de uno de sus vecinos jactándose de las matanzas de soldados llevada a cabo no ha hecho sino hacer saltar más las alarmas. Castillejos ejerce un papel importante en el terrorismo más radical, allí se han gestado los grupos que más golpes han recibido por parte de las fuerzas españolas y marroquíes, pero, aún y todo, la actividad continúa. No hay tregua.
Los servicios de inteligencia no dan cifras concretas sobre la cantidad de marroquíes, vecinos de la zona norte, que han podido marchar ya a Siria. Temen esas salidas, pero mucho más los regresos que ya se están produciendo. Los llamados ‘lobos  solitarios’ son encarcelados a pesar de que ya ha habido concentraciones de jóvenes en las prisiones en donde se encuentran manifestando que vuelven arrepentidos y que su idea no es la de causar atentados en su país. Las fuerzas de seguridad marroquíes advierten, no obstante, de que su política de vigilancia va a ser incluso reforzada ya que temen que, tras haber permanecido en contacto con grupos radicales terroristas, intenten la práctica de atentados en el país. Europa, esta misma semana, mostró la misma sintonía, acordando un refuerzo de los controles y la elevación del nivel de alerta en torno al posible retorno de los marchados a los países en donde las contiendas bélicas están bajo control de Al Qaeda, tal es el caso de Siria o Mali.
De Castillejos han partido extoxicómanos captados y reconvertidos en yihadistas que ven en estas prácticas una forma de salvación; trabajadores que eran conocidos por las fuerzas de seguridad españolas porque se movían de taxistas o trasladando mercancía en la propia frontera; vendedores del zoco que cada fin de semana se llena de ceutíes en busca de los productos más baratos. Gente humilde, analfabetos, delincuentes de poca monta que encuentran en su conversión una forma de escape y de salvación.
Castillejos es hoy por hoy una bomba de relojería, una herida sangrante para el sistema de seguridad marroquí, pero también una de las preocupaciones de las fuerzas de seguridad españolas y de la propia Delegación del Gobierno, conocedoras de los contactos asiduos y permanentes de jóvenes ceutíes que encuentran el cobijo y la radicalización más evidente al otro lado de la frontera.
Tras la operación practicada en Ceuta hace casi un año se han seguido produciendo marchas de ceutíes a Siria. Todas ellas con una coincidencia: se han ido personas que tenían contacto directo con otras de Castillejos, o, incluso, mujeres que se habían casado o tenían alguna relación con un marroquí procedente de esa localidad aunque residente en Ceuta. La marcha, reconocida y denunciada, de mujeres ceutíes a la yihad (una de ellas incluso junto a su hijo de poco más de un año) deja abierta la constatada existencia de grupos operativos que siguen favoreciendo la marcha de jóvenes a estos conflictos.
Las redes sociales y sobre todo el manejo de perfiles de Facebook son un hervidero de intercambio de informaciones, datos, fotografías entre combatientes y personas dispuestas a unirse a los mismos fines.
No hay miedo alguno a difundir fotografías de los ‘nuevos soldados’ disparando a personas, de sus matanzas, en grupos o acompañados de sus familias y amigos. Publicitan de manera intencionada su forma de actuar para, de esta forma, ser entendidos como héroes por parte de ese amplio sector de jóvenes de fácil enganche. Ni las detenciones, ni las investigaciones que han dado exitosos frutos les hacen desistir.

Contactos Ceuta-marruecos

La frontera, vía de paso constante para el radicalismo

La frontera del Tarajal se convierte en la vía usada por los grupos radicales para intercambiar información. Representa el paso que permite el ir y venir constante de jóvenes y captadores que únicamente buscan estrechar sus lazos. Los contactos entre uno y otro lado son asiduos. Se tiene constancia de la marcha de grupos de ceutíes a puntos del vecino país en donde han asistido a foros de marcado corte radical. La libertad de pensamiento no es condenable aunque los motivos expuestos en este tipo de encuentros sean de un marcado tono extremista. La operación de CNP y Guardia Civil desplegada el año pasado en el Príncipe mostró de forma evidente la existencia de esa conexión.