La ciudad de Casablanca, la mayor de Marruecos, va a crear próximamente una "policía funeraria", según aprobó el Consejo Municipal -el órgano equivalente al Ayuntamiento en España- en su última reunión y anuncia este miércoles el consejo en su portal web.
Este novedoso cuerpo, que dependerá de la Policía Administrativa (lo que sería la policía municipal), tendrá entre sus funciones expedir los certificados de defunción y todos los documentos relacionados con un deceso.
Aunque fuentes municipales aseguraron a Efe que aún no se han establecido las tareas exactas de esta policía, ni su número de miembros o condiciones de trabajo, el diario L'Economiste apunta este jueves que los agentes de esa policía funeraria tendrán como misión acompañar a los cortejos fúnebres hasta el cementerio.
Esto significa escoltar a los cortejos de familiares y amigos que en Marruecos suelen ir a pie desde una mezquita hasta el cementerio más cercano, así como supervisar los rituales de entierro.
En periodo normal, los cadáveres en un cementerio musulmán se entierran envueltos en un sudario blanco y en contacto con la tierra, pero la pandemia ha cambiado las cosas: así, se ha limitado el acompañamiento en el cementerio a solo cuatro allegados y, en el caso de los muertos por la covid-19, es obligatorio encerrar el cadáver en un ataúd cerrado herméticamente.
Hay que recordar que en la peor época de la pandemia, con el confinamiento estricto, el Consejo Superior de Ulemas, máxima autoridad religiosa en Marruecos, autorizó el entierro de las víctimas del coronavirus sin lavar sus cadáveres como medida para frenar la propagación de la pandemia.
La institución islámica presidida por el rey Mohamed VI, en su calidad de “comendador de creyentes”, precisó en el texto de la “fetua” (dictamen religioso), al que EFE tuvo acceso este sábado, que el islam insiste en la protección de la vida de las personas.
España fallecidos covid 2%
Marruecos fallecidos 1.7%