Compañero, con todas las letras. Tu apellido en este Partido.
A tu familia socialista dejas un legado de vivencias, momentos, carcajadas y sonrisas en las situaciones no tan buenas y en los cafés, reuniones o campañas donde el humor no cesaba. Y todo eso, querido compañero, no hay burofax que lo recoja ni opinión que lo resuma.
Escribo sin articular palabra porque, créeme amigo, tenía esperanza, mucha. Y tú eras el motivo por el cual esta palabra cobra sentido, compañero.
No voy a escribir lo típico de ''era muy bueno'' porque no me gusta hablar en pasado.
Eres una persona auténtica, un alma buena. Cuando hablamos de DEJARNOS LA PIEL, la FAMILIA, la SALUD por estas siglas, eres el primero que me viene a la mente, amigo, porque las y los que estuvimos en esa casa del pueblo lo corroborábamos día sí día también, testigo de ello es el compañero Amieva. Un dúo tremendo.
Si hablo de la rabia y la impotencia que llevo dentro sería egoísta, seríamos egoístas. Prefiero escribirte tantas cosas...Por ejemplo, si me preguntaran qué es lo que te caracteriza diría que tu optimismo y sentido del humor, cualidades en las que cualquier ceutí estará de acuerdo.
El cariño es incalculable e infinito, como de infinitas han sido tus ganas de luchar, junto a tu compañera de batallas, a la que debo expresar mi admiración y respeto. Sinónimo de fortaleza y amor.