Una vez, y otra, y... ¿por qué no, otra vez más? Pues venga, otra vez

El domingo 18 de Octubre, hacia el mediodía, fue atropellado un gato en la carretera de San Amaro. Un atropello más. Pocos, la verdad, teniendo en cuenta la velocidad a la que pasan por allí todo tipo de vehículos, sobre todo en horas nocturnas. Porque dos tristes limitadores de velocidad a la entrada de la propia barriada, no son de mucha ayuda en la recta que lleva al tanatorio y pasa hacia la Dúcar.

Cualquier noche, algún Fórmula 1 de estos se lleva por delante a cualquier doliente que esté dando el último adiós a un familiar. Entonces vendrá el auténtico drama, porque, claro, gatos hay muchos, y de filiación dudosa. Pero no para todo el mundo: los voluntarios reconocemos a nuestros gatos.

Este domingo, hacia las 15:45, y a pesar de las horas diurnas, fue atropellado, como dije más arriba, un gato joven de la propia barriada. Por supuesto, el/la conductor no se detuvo ni socorrió a la víctima, s, gato, sí, pero víctima, y lo dejó tirado en la calzada. Pero desgraciadamente vivo. Digo desgraciadamente vivo, porque si no llega a actuar una voluntaria de la zona, el gato podría haber sido atropellado una y otra vez a pesar de no estar aún muerto.

Como todo voluntario de la ciudad sabe, existe un servicio municipal de atención a los animales accidentados en la vía pública, Ecoservicio, y es posible contactar con tal empresa a través del Servicio de Emergencias o 112. La voluntaria en cuestión se puso en contacto con dicho número y le dijeron que el servicio no estaba activo, que llamara a Comunidad Gatuna. Y punto.

Como quiera que las voluntarias estamos acostumbradas a tener una bonita conversación con los interlocutores del servicio tanto del 112 como de Ecoservicio, acerca de si lo que se les solicita está expresado con puntos, comas y toda la retórica de la lengua escrita española en el famosísimo pliego de licitación que la Empresa presta a la Ciudad, ya tenemos un protocolo creado: ante una negativa a lo que sabemos que están obligados a hacer, llamamos repetidamente y múltiples personas a ambos Servicios para recordarles lo más educadamente posible, que no es fácil engañarnos y que conocemos el ya dicho, Famosísimo Pliego de Licitación, lo que antes venía a ser llamado Responsabilidad ante lo que uno dice que va a hacer en su Trabajo.

Pues dicho domingo, tras recibir el “no está activo el servicio “ por parte de la interlocutora del 112, la voluntaria, sin saber qué hacer, se puso en contacto desesperadamente con otras tantas para pedir ayuda, pues el animal seguía vivo, ensangrentado, y paralizado en sus extremidades… Se supone que debió dejarlo allí mismo para que otro conductor, sin culpa alguna, lo hubiera vuelto a atropellar. Así se hubiera acabado el problema.

Por este motivo decidí llamar yo también. La misma interlocutora del 112 me dijo lacónicamente que el servicio no estaba activo. Ante tal amplio despliego de explicaciones por parte de la trabajadora, le argumenté que yo era socia activa de Comunidad Gatuna Ceuta y que conocía perfectamente el Pliego de Licitación (otra vez) de Ecoservicio y que la atención... Pi, pi, pi, pi, pì... La trabajadora del Servicio de Urgencias 112 me había colgado el teléfono. Doy gracias de que el teléfono de atención a las víctimas de maltrato es el 016, por que si no... ya me dirán ustedes.

Aconsejo al encargado de Personal de dicho Servicio que incluya en la formación de sus trabajadores un curso intensivo de habilidades sociales, y terapias zen para el desarrollo de una labor profesional libre de cargas de estrés y energías negativas. Afortunadamente, todos los trabajadores del Servicio no son así.porque en otras ocasiones, he sido atendida con mucha amabilidad y profesionalidad…..Muchas gracias a estas personas, humanas al fin y al cabo.

Después de contactar con la Presidenta de la Asociación, y tras las pesquisas de ésta última, teniendo que dejar su almuerzo familiar (de menos de 6 personas), nos enteramos de otra cruda realidad: efectivamente, el servicio de recogida de animales vivos no estaba activo... sin saber por qué, y sin el establecimiento de ninguna alternativa. Ah, sí, que se contactase con Comunidad Gatuna Ceuta para que obrase el milagro de atender cualquier accidente que ocurra a cualquier ser vivo de cuatro patas de esta Ciudad, como si la propia CGC hubiese firmado la propia licitación de recogida de animales como empresa suplente.

¿Y si el Servicio Público de Salud hiciera lo mismo durante un fin de semana? Nos parece impensable, ¿verdad? La Fauna Urbana también es entidad viva. La Ciudad tiene una responsabilidad ante ella. Reconozco los avances en esta línea y los celebro de corazón, pero esto que cuento es grave, de verdad, piénsenlo bien, olvídense por un momento de que era un animal callejero. ¿Y si hubiera sido su preciosa y cuidada mascota que se hubiese escapado y perdido? No quiero decir con esto que el animal callejero no pueda tener los mismos (bueno...) derechos de atención. Sólo pretendo que sientan, que se pongan en el lugar, en la piel de un-a cuidador-a de colonia. ¿Pueden?

Esto que cuento no ha pasado sólo el domingo, pasa una y otra vez, y otra, y otra. Hay que estar continuamente recordando las responsabilidades. Valorando cuanto de grave está un animal, viendo si está en la vía pública, si afecta al tráfico, al paso de personas... en fin. Y mientras tanto, el animal muriéndose en la calle, haga frío o calor, llueva o ventee.

En esta semana se ha suplicado por un gato de la misma zona al que se le había cortado la cola, ¿por aplastamiento de un vehículo, por mala baba de un simpático viandante? Nadie lo ha recogido, por más que sangraba y aullaba. Por más que dábamos parte al 112 para que movilizara a Ecoservicio. Sólo un voluntario, que ha puesto su tiempo, su dinero y su buen corazón. Dios le recompense.

Qué lindo futuro tenemos... el karma es acumulativo... creo que tenemos lo que nos merecemos.

¿No es así, Covid 19?

* Gloria Trujillo forma parte de la Comunidad Gatuna y a su reivindicación se suman la Protectora de Animales y Agrevice