Hemos leído con asombro sus declaraciones tanto al Faro de Ceuta, como a la COPE en las que hemos descubierto que sus amplios conocimientos en materia de letras, se extienden también al campo de las ciencias, y más concretamente al de la economía, cuando afirma de manera tajante que es económicamente inviable mantener un servicio de vigilancia durante el periodo de tiempo en que la biblioteca permanece abierta. Asimismo suponemos que conoce mejor los Presupuestos de la Ciudad que el Consejero de Hacienda.
Nuestro asombro se ha convertido en admiración al comprobar que su vasta cultura le eleva a categoría de personaje cuasi renacentista.
También nos ha resultado conmovedora su preocupación por los trabajadores al afirmar que aún no se han producido agresiones físicas a trabajadores. Efectivamente, todavía no le han partido la cara a nadie, limitándose la cuestión a algo tan nimio como insultos y amenazas. Vemos que todos sus años como sindicalista le han dado la suficiente experiencia como para afirmar que mientras no exista violencia física, la violencia verbal hacia los trabajadores es tolerable.
Además su experiencia en la política le ha servido para concitar en torno a usted unanimidades. En efecto, la TOTALIDAD de la plantilla ha firmado un escrito manifestando su malestar con la situación y el desacuerdo con las opiniones que usted vertió en los medios de comunicación antes citados.
Como usted bien dice, la Biblioteca es "un remanso de paz", especialmente en el interior de su despacho. La cosa parece ser que cambia cuando la situación se produce fuera del mismo por lo que son los trabajadores por los que usted tiene obligación de velar los que sufren las vejaciones por parte de determinados "usuarios incívicos".
Para finalizar, queremos agradecerle su "preocupación" por la integridad física de los trabajadores de la Biblioteca y por la integridad de las arcas municipales para que no se dilapiden fondos públicos en mantener la seguridad de los trabajadores que, en resumidas cuentas son unos exagerados que se quejan de vicio por trabajar en ese "remanso de paz" que es la Biblioteca Pública.
Reciba un fraternal saludo.