Iré donde me manden y haré lo que me toque, pero nunca les perteneceré ni les tendré miedo, es lo primero que quiero decir en esta carta abierta.
Dije hace unos días, como ciudadano y ya sin la protección de la política, que es una desgracia que nos gobierne esta gente, señalando como "esta gente" al actual presidente y al Partido Popular, a la salida del juicio por el caso de las viviendas de Loma Colmenar. Escándalo mayúsculo donde sobre todo, y a la espera de un pronunciamiento judicial, se ha jugado con la ilusión de muchas personas. A raíz de esas declaraciones alguien me dijo que me vendrían consecuencias, a lo que le contesté, que las asumiría con gusto porque mi opinión la he dicho siempre, no porque antes estuviera en política, sino porque es la forma en la que entiendo mi vida. Ayer me trasladaron, sin ninguna explicación de por qué yo y con un decreto firmado y redactado en menos de tres horas, de mi puesto de trabajo en el área de Juventud a Estadística. Un área, la de Juventud, donde sólo por la magnífica profesionalidad y buen hacer de quienes allí desempeña su labor, vosotros la ciudadanía, y especialmente vosotros la juventud, no percibís las múltiples carencias que existen en recursos e interés político, por lo que no hay justificación para aún dejarla con menos personal, máxime cuando acabábamos de poner en marcha el Plan de Garantía Juvenil, por ejemplo, que estaba llevando personalmente o habíamos iniciado proyectos para este Verano Joven. Con todo, bendito problema el que sólo te cambien de sitio de trabajo, en la cuidad del paro. Pero esa, ya te habrás dado cuenta, no es la cuestión. La cuestión es la denuncia de la situación, la cuestión es la denuncia de que estamos bajo el yugo de estos opresores que practican la máxima de "conmigo o sufre", la cuestión es mostrarles tal y como son. Llevo muchos años, viendo que la gente corriente de esta ciudad está desamparada ante las decisiones arbitrarias, sustentadas simplemente en las afinidades o fobias, de estos pobres de espíritu que nos gobiernan, de estas personas cobardes que se esconden en un "poder" que se les cede cada cuatro años, y que usan para atemorizar y controlar. A mí no me dan miedo, nunca me lo han dado, nada les pedí jamás y no les debo ningún favor por estar donde estoy. Aunque traten de dañarme no pueden más que zarandearme. Nunca he comido en el pesebre del gobierno, y no estoy sindicado con nadie, así que tal vez por eso, los que forman este sistema pervertido, han creído que era una pieza fácil de cobrar. Pero se olvidan de una cosa, me vine a trabajar a Ceuta con una permuta porque quise y la ley nos lo permitía, a los dos funcionarios que la solicitamos, la compañera que se quería ir y yo que me quería venir, no tienen en cuenta que me metí en la Administración controlada por quienes había estado combatiendo todo este tiempo, con toda conciencia de que entraba en la boca del lobo y que me estarían esperando, así que yo también les esperaba a ellos. Así que mañana me sentaré en mi nuevo lugar de trabajo, trasladado en situación forzosa no voluntaria, y al mirar al techo, sentiré pena por quien se sienta justo en el despacho de encima, una persona pobre de espíritu y cobarde que se cobra las batallas cuando cree desarmado a su enemigo.
La federación de tenis de Ceuta vuelve a abrir el Instituto Almina para la segunda…
Ceuta demuestra su solidaridad una vez más. El IES Almina también ha querido colaborar con…
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha trasladado a la comisión de expertos que la…
Con la llegada de estas fechas tan señaladas, el consumismo se apodera de muchos vecinos…
Luz verde a un pacto entre la administración, las empresas y agentes sociales para priorizar…
El Consejo de Gobierno de Ceuta ha dado luz verde este martes a una serie…