A partir de estas premisas y cuando se consigue claramente el cierre de las operaciones con las entidades bancarias, que como avalará el mismo Emilio Carreira en el pleno del jueves, demostrará que la Ciudad Autónoma tiene aval con las entidades bancarias por la razón simple de que cumple con sus compromisos, se obtiene el segundo de los objetivos que se pretendía con la refinanciación de la deuda. Y ese objetivo no resulta otro que incrementar las partidas de inversión para los próximos ejercicios económicos hasta 2020 a una media de unos veinticinco millones anuales.
Además, en relación con otro de los flancos, donde a buen seguro atacará la oposición sobre el montante global de la misma, especificará que en un momento determinada el Gobierno del presidente Vivas tomó la decisión de que Ceuta necesita una transformación radical como la que se ha producido y que ello, por supuesto, tenía un coste, al que siempre han hecho frente. Además recordará que existe un plan de pago hasta el año 2020 donde al final de ese período en la práctica quedará la deuda totalmente finiquitada en la práctica.
Caballas se opone a alargar en el tiempo la deuda viva
En un comunicado, el grupo Caballas señala que el Gobierno pretende alargar el plazo de amortización de diversos préstamos vigentes para evitar tener que devolver las cuotas de los préstanos durante los años 2014 y 2105. Esta operación financiera tiene un coste para la institución de 3,7 millones de euros, según analizan.
Caballas considera absolutamente inadmisible que el Gobierno endose las consecuencias de su alocado “despilfarro a los próximos Gobiernos, reduciendo considerablemente la capacidad política del Ayuntamiento para aportar soluciones a los problemas ciudadanos en el futuro, invirtiendo los impuestos de los ciudadanos en pagar intereses a los bancos”.
Desde el punto de vista del primer partido de la oposición no es justo que el Gobierno eluda su responsabilidad. “Las obligaciones que ha asumido debe cumplirlas evitando un mayor coste para el conjunto de la sociedad. Tres millones setecientos mil euros en intereses, para engordar los beneficios de la banca, es una cantidad desorbitada (nueve veces lo que se destina al salario social en un año) que se convierte en una inmoralidad en una Ciudad acosada por la pobreza y los problemas sociales”.