El consejero de Medio Ambiente afirma que “no he venido a ser simpático, sino para que se cumplan las ordenanzas”.
El consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Emilio Carreira, lleva tiempo con una cruzada abierta contra la mala conciencia cívica de los ciudadanos de Ceuta en materia de limpieza.
El pasado viernes anunció, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que había ordenado la actualización de las ordenanzas medioambientales entre otras razones, para elevar al máximo posible las sanciones que se imponen a los ciudadanos que contravengan las ordenanzas medioambientales. Otras circunstancias que habían aconsejado esta decisión estaban también en que hoy en día hay nuevos métodos de vida que deben ser regulados e, igualmente, la adopción de normativas nacionales e internaciones. Un trabajo que confía esté terminado para después del verano y que se lleve a pleno para el inicio de la tramitación.
En declaraciones a este periódico ha dicho que “Ceuta no puede ser una permanente inmundicia”, ya que parte de la base de que un gran tanto por ciento de la culpabilidad en cuanto a la suciedad que existe y que obliga a esfuerzos extras a los operarios de la empresa adjudicataria de la limpieza es de los ciudadanos a todos los niveles. “Existen conductas que son intolerables, porque nos hemos acostumbrados a tirar todo al suelo y necesito del apoyo de los ciudadanos porque la Ciudad realiza un esfuerzo muy importante desde el punto de vista de abonar el trabajo a la empresa de la limpieza”.
Preguntado sobre si no iba a ser un polític popular si decide elevar las multas por arrojar un papel al suelo, o la colilla de un cigarrillo o depositar las bolsas de basura fuera del horario establecido sentenció que “no he venido aquí a ser simpático, sino a cumplir con las competencias que me ha marcado el presidente de la Ciudad Autónoma”.
Entiende que la Ciudad tiene unas prioridades medioambientales que se van a cumplir a lo largo de la presente legislatura y que en ese camino vienen trabajando desde hace casi un año y que ya algunas de esas novedades comienzan a verse, “y el cumplimiento de las ordenanzas es uno de ellos. No es posible que por tirar un papel al suelo tengamos una multa de treinta euros. Voy a intentar que se puedan elevar a lo máximo que la ley nos lo permita y los agentes de la Policía Local estarán muy atentos y sancionarán sin ningún tipo de exclusión”.
LAS CLAVES
Esfuerzo
Cuesta mucho dinero. Entiende el consejero que a la Ciudad Autónoma le cuesta mucho dinero al año el pago a la empresa adjudicataria del servicio de limpieza y que la mayor parte de los ciudadanos no colaboran.
Necesidad
Contar con los ciudadanos. Señala que él necesita contar con los ciudadanos para hacer cumplir la política medioambiental, pero que si no queda más remedio que comenzar con una campaña de multas no le va a temblar el puso, de ahí que haya dado la orden de elevar a lo máximo que sea posible estas sanciones en las ordenanzas municipales.