El portavoz de los socialistas, José Antonio Carracao, pidió ayer la dimisión de Yolanda Bel después de considerar que no había explicaciones suficientes para aclarar cómo se llevó la contratación, en Colaboración Social, de su hermana. Para el socialista lo visto ayer no fue más que un “lavado de imagen” y llegó a reprochar a la consejera que hubiera comparecido en Pleno extraordinario ya que quien debería hacerlo es el responsable en materia de empleo.
Bel le aguó la fiesta a Carracao al replicarle que, precisamente, por que tenía la suficiente “honestidad y vergüenza” que “me dan los apellidos Bel Blanca no voy a dimitir ya que no tengo motivos para ello”, puntualizó. “Si yo hubiera influido en algo, ya estaría en la calle porque sería una desvergüenza que lo hubiera hecho”, indicó. La consejera le recordó que ella no tenía que avergonzarse de la lucha a diario de su familia por salir adelante, porque “no somos hijos de”, espetó, dirigiéndose de forma directa a Carracao y aclarándole la igualdad de derechos para acceder a un trabajo que tienen todas las personas, sea cual sea su apellido. De igual forma le puntualizó que el Pleno extraordinario de ayer sí tenía sentido, así como que ella interviniera, ya que “tengo sangre en las venas” y, “moralmente”, tras salir publicado el nombre de su hermana, era necesario que diera la cara para “dejar claro que yo sí que puedo hablar porque no he influido de ninguna manera” en su contratación. “No es verdad lo que se ha dicho de mí”, espetó.
El socialista acusó al PP de mostrar, con su actitud, un insulto a los “parados” porque nadie firma por ellos para solicitarles una contratación, denominándoles los ‘sin carta’. Para Carracao, ha existido un “favoritismo” en la contratación de la hermana de Bel; algo que explica en la rapidez con que se le contrató en Colaboración Social, a los cuatro días de que desde el Ayuntamiento se enviara una carta incluyendo su nombre como candidata a ese puesto. Esa coincidencia fue rebatida por Bel al exponerle ejemplos en los que ha existido una mayor celeridad, hasta de un día entre la propuesta de un nombre y su contratación siempre en este ámbito de la Colaboración, siguiéndose un modo de trabajo que era el que estaba en vigor en 2011, época en la que los puestos en Colaboración Social eran rechazados porque, dado su escaso cobro y sus nulas bonificaciones, nadie los solicitaba.
Carracao se quejó de que tras haber pedido las listas de contratados en los últimos años, aún no se le hubiera entregado dicha documentación a su Grupo. Algo que empleó para justificar el “uso sectario y partidista de los recursos públicos” que hace el PP. Bel le recordó que tanta cantidad de información no se recopilaba en días y que la misma se le haría llegar sin problemas.
El socialista cerró su intervención acuñando su ya reiterada acusación de que el Gobierno “vive de la fiesta” y denunciando que el asunto no había quedado aclarado, no se había ejercido “transparencia” porque sigue habiendo “privilegios” y quedaba constancia de la existencia de una “carta mandada” exponiendo el nombre de quien debía ser contratado.
“¿Sometemos al yugo a quien lleve mis apellidos?” La petición de dimisión formulada por Carracao fue, sin duda, el momento más importante, por ser tenso, del Pleno de ayer. Bel le acusó de usar datos concretos a su interés y le reprochó la condena que se hace a aquellas personas que, por ser familiares de políticos, estarían condenados a disfrutar de la igualdad de oportunidades que afecta al resto. “¿Sometemos al yugo a quien lleve mis apellidos?”, denunció. De igual manera reprochó al socialista que equiparara selección de empleo con PP. “¿Se pregunta a alguien si es del PP?”, denunció. “¡Sería para encerrarme en un manicomio si dijera que no” a una contratación “por apellidarse Carracao!”, espetó.