Corría el año 1999 cuando el conocido músico de Jazz-Blues, Carey Bell, se desplazó a Algeciras para actuar en el “Teatro Florida” una cálida tarde de otoño. A mis alumnos de aquella Promoción les dije que los iba a llevar al Teatro para asistir al concierto del músico del Mississippi. Pero todos no iban a ir, sólo unos cuantos, los que cabían en mi coche, o sea, cinco. Les fui preguntando uno por uno para que le dijeran a sus padres que yo los iba a llevar al “Florida”; decididamente elegí a los que podían irr, sabiendo que al final del concierto los llevaría personalmente a su casa.
El día del espectáculo ellos estaban muy contentos ya que era la primera vez que iban a uno. El día indicado por la tarde noche, mis alumnos se dirigieron a la entrada del “Colegio Público San Bernardo” donde yo impartía clases; se mostraban un poco nerviosos por la novedad. Subimos todos a mi coche y emprendimos el “viaje” hacia el Teatro. Una vez en la puerta de entrada al mismo, fui a sacar las entradas que yo regalé a mis alumnos. Éstos llamaron la atención pues tendrían unos 11 años. Por allí andaba Santi, un amigo del “Bluster Club de Jazz” de Algeciras, que me saludó diciendo: “¡Qué cosas tienes!”. Los estudiantes me preguntaron dónde se sentaban , yo les dije que lo hiciera cada uno donde quisiera; yo me senté en la primera fila como siempre, por estar cerca del escenario y poder hacer fotos. Mis alumnos decidieron sentarse todos juntos al lado mío. Ellos estaban expectantes. Los espectadores no hacían más que mirarlos y saludarlos.
Por fin salió al escenario el armonicista de blues, Carey Bell. El músico de cerca de 2 metros, saludó con una amplia sonrisa y…, miró a los niños y los saludó. Me cayó a mí muy bien Carey Bell., Empezó a tocar la armónica y sonabal las notas de Blues por todo el recinto. Mis alumnos empezaron a aplaudir muy contentos, yo seguía aplaudiendo; es que a mí la música negra...Aquello era auténtico sonido de Luisiana y me recordaba a la genuina New Orleans con su música ininterrumpida. Carey Bell, llevaba más de una hora tocando, cuando se hizo un intermedio. El músico desapareció del escenario para volver a aparecer en unos 10 minutos. Comprobé que unos empleados colocaban cerca del escenario una pequeña escalera. Al ratito apareció nuevamente Carey Bell. Mi sorpresa fue cuando después de un rato tocando la armónica, miró a los niños y a mí, bajó la escalerita, e inaudito, ¡se arrodilló delante de mis alumnos dedicándoles algún que otro tema con la armónica!. Los niños flipaban y yo…, por supuesto. He ido a muchos conciertos pero como éste, niguno.
"Corría el año 1999 cuando el conocido músico de Jazz-Blue, Carey Bell, se desplazó a Algeciras para actuar en el Teatro Florida una cálida tarde de otoño"
Mis alumnos le chocaban las manos y Carey Bell nos sonreía con esa sonrisa bonachona que suelen tener los músicos y cantantes de color. Fue toda una experiencia. La gente aplaudía y vitoreaba tanto a Carey Bell como a mis alumnos. El músico realizó un buen concierto de cerca de 3 horas, pero no nos cansamos. Cierto que el Teatro no estaba lleno pero “estábamos los que teníamos que estar”. El músico se despidió del público; por supuesto le pedimos más, algo que Carey Bell aceptó de buena gana. Cuando mis estudiante y yo salimos del Teatro, mi amigo Santi me dijo: “Es que estas cosas no se te ocurren más que a ti; tus alumnos recordarán siempre este día”. La gente salía saludándonos y canturreando. Mis alumnos y yo salimos del teatro con idea de dirigirnos a mi coche y volver a casa, pero…
…Un chico joven vino hacia mí apresurado y con mucha insistencia me dijo:” No os marchéis, Carey Bell insiste en que quiere que los niños y la maestra vayáis a verlo a su camerino”. Yo le contesté 1que el músico estaría cansado después de la actuación, pero el “manager” me volvió a repetir que fuéramos a ver al músico, que le gustaban mucho los niños y quería estar un rato con ellos y conmigo. De tal manera que nos dirigimos al camerino del Teatro Florida. Allí estaba él, músico quien nos recibió con una amplia sonrisa, nos abrazó a todos y nos invitó a sentarnos a su lado; mis alumnos chapurreaban un poco el inglés de tal manera que se pudieron comunicar con el músico. El del Mississippi reía sin parar, cogió la armónica y tocó un par de temas. Todos tan contentos, estuvimos un buen rato y nos hicimos unas fotos. El músico agradeció la visita con un “thank you”; se veía que estaba muy a gusto con nosotros y nos despidió con los brazos abiertos.
Al ir a recoger mi coche para llevar a los chicos a sus casas, el “manager” se acercó a nosotros y me dijo que le facilitara una dirección donde poder enviar fotos de Carey Bell a todos mis alumnos ; yo le di la dirección del “Colegio San Bernardo “ de Algeciras. Antes en el camerino, el músico nos dio a cada uno de nosotros una foto suya dedicada. El “manager” me dio las gracias por haber asistido al concierto y me dijo que en breve nos enviaría las fotos; como así fue. No había pasado un mes y las fotos me llegaron tal y como había prometido; mis alumnos se pusieron muy contentos. Al día siguiente del concierto los estudiantes que habían venido conmigo al espectáculo, explicaban a sus compañero lo bien que se lo habían pasado escuchando a aquel “negrazo del Mississippi”, tan cercano y sencillo. Al día siguiente en el diario local “Europa Sur del Campo de gibraltar” publicó una reseña en la que se comentaba cómo unos alumnos de un Colegio disfrutaron de lo lindo asistiendo a un concierto del gran “Bluesman” Carey Bell acompañados de su maestra.
A buen seguro, Carey Bell disfrutó de lo lindo y más saberse rodeado de un grupo de niños que tanto le gustaban. Carey Bell nos dejó en 2.007. Yo sentí mucho su pérdida. Era un buen tipo y un excelente músico. Ya brilla con luz propia en el universo del Blues-Jazz. Larga vida a los “Bluesman”.
P.D. Hace unos dos meses perdí una chaqueta de color rojo con caballos de colores, en la foto estoy con Carey y llevo puesta la sudadera. Se me resbaló del brazo al salir de un taxi frente a la “Clínica Septem” en Ceuta. No apareció. La compré hace 32 años en la “expo de Sevilla “. ¡Que la disfruten!