Una joven italiana de origen marroquí ha sido condenada por un tribunal de la ciudad de Marrakech, en el sur de Marruecos, a tres años y medio de prisión por "insultar al islam de forma pública". Según informa hoy martes el portal del Ministerio marroquí de Justicia, el Tribunal de Primera Instancia de Marrakech pronunció su condena ayer y condenó además a la joven, de 23 años, a pagar una multa de 50.000 dirhams (unos 4.700 euros). La joven fue arrestada el pasado día 20 en el Aeropuerto Internacional Mohamed V de Casablanca a su llegada en un vuelo procedente de la ciudad francesa de Marsella, en respuesta a una orden de busca y captura emitida por la policía marroquí.
Versículos coránicos para ensalzar el alcohol
Según los medios locales, la joven, que vivía en la ciudad italiana de Vimercate, en la región de Lombardía, y estudia actualmente medicina en Marsella (Francia), fue condenada por publicar en 2019 en su página en Facebook una versión modificada de versículos coránicos. En ese post de Facebook, que se hizo famoso en su momento, la joven escribió unos versículos a la usanza coránica para ensalzar el alcohol, una bebida prohibida en el islam. La religión musulmana, el sistema monárquico y la integridad territorial son considerados como líneas rojas en Marruecos y su violación, incluso por ironía, está castigada con prisión.
Trato a los presos ajustado a los derechos humanos
El tratamiento de los presos se ajusta a la ley que rige las prisiones y a los principios de los Derechos Humanos universalmente reconocidos, afirmó, ayer lunes, la Delegación General para la Administración Penitenciaria y la Reinserción (DGAPR), que garantiza la formación continua de su personal en este ámbito. En una aclaración a raíz de la publicación de un comunicado de una asociación que dice defender los Derechos Humanos con motivo del Día Internacional de Apoyo a las Víctimas de la Tortura, en el que se denunciaba "la continuación de las prácticas de tortura en los lugares de detención, incluidas las prisiones", la DGAPR subrayó que los mecanismos de control interno se activan ante cualquier denuncia de malos tratos o tortura.