Capital humano

El Presidente de la Ciudad ha hablado. Ha fijado las prioridades económicas para los próximos años. En concreto han sido diez ejes estratégicos. Más o menos los mismos que se siguen repitiendo todos los años y que los asesores llevan apuntados en sus cuadernos para preparar los discursos oficiales desde que Vivas es Presidente. Diez años ya. El mismo número que el de los ejes, aunque lo único claro son los más de diez mil parados que tenemos. La cifra más alta de España en términos proporcionales. También estamos en la cifra más alta en lo de la deuda del Ayuntamiento. Perdón, de la Ciudad Autónoma (esto es muy importante, ahora, para que no voten aquí los marroquíes). Aunque nuestro Alcalde es el mejor valorado de España (en esto sí que somos Ayuntamiento).
Pero volviendo a lo de los ejes de desarrollo económico. Me llama poderosamente la atención el segundo. Abaratamiento del transporte marítimo. Ningún dato. Ninguna estrategia para conseguirlo. Nada que nos ayude a albergar una mínima esperanza. También el sexto. Potencial turístico. Aquí, además de lo de siempre (actividades de promoción) incluyen dos cuestiones novedosas. Nuevo puerto deportivo y ampliación de plazas hoteleras. El resto, lo ya conocido (turismo de congresos y cruceros, Estación Náutica y adecentamiento de la frontera). Ninguna propuesta sobre cómo conseguir que se incremente la actividad turística. Es decir, que al igual que en otras actividades, en esta ciudad parece que todo se arregla con proyectos urbanísticos. No importa que la ocupación hotelera no llegue ni al 50% en media anual total.
Tampoco que los precios de los transportes públicos del Estrecho sean prohibitivos. O que el personal que atiende la poca oferta hotelera que tenemos necesite más formación. Lo que se quiere es contar con más plazas hoteleras y con más plazas para el puerto deportivo, aunque luego no se puedan cubrir. A lo que se sigue sin prestar atención es a nuestro capital humano.
Los economistas sabemos que el crecimiento económico no depende sólo de las cantidades de trabajo y capital físico que se emplean, sino también de la eficiencia con que se es capaz de combinarlos, entre otros factores y circunstancias. Y para ello es esencial el denominado capital humano, que está ligado a la productividad del trabajo y que aparece como el principal determinante de la competitividad de un país a medio y largo plazo y, por tanto, como principal factor de posicionamiento internacional, en un contexto de mercados globales. Se considera que el capital humano inicial de un país depende, entre otras cosas, de su nivel educativo y de la experiencia. Asimismo, que el capital humano correspondiente a unos determinados años de experiencia puede variar con el nivel educativo y viceversa.
Como ya he dicho y escrito en otras ocasiones, una de las profesionales que nos visitó en el Máster de Turismo que desarrolla la Universidad de Granada en nuestra ciudad, Airy Garrigosa, con una amplia trayectoria y experiencia en el campo de la captación de congresos para la ciudad de Barcelona, nos hablaba de las enormes potencialidades que teníamos en este campo, aunque nos advertía que lo importante no era tanto ampliar la oferta hotelera, como intentar buscar ocupación para la que teníamos en la actualidad. Los congresos eran una de las posibilidades. Y aunque, como decía Say, a veces la oferta genera su propia demanda, en nuestro caso pienso que, en este momento, lo esencial es rentabilizar lo que se tiene y no embarcarse en más aventuras inversoras, al menos desde el sector público, sin tener claro su éxito.
Pronto contaremos con un importante grupo de expertos formados por la Universidad de Granada para el sector turístico. En la actualidad están desarrollando sus prácticas bajo la dirección de los mejores profesionales del ramo, tanto de Ceuta como de otras ciudades,  y la tutela académica del profesorado universitario. Asimismo, están elaborando sus proyectos empresariales enfocados al sector turístico ceutí. Todas las ideas son muy interesantes, independientemente de la mayor o menor dificultad para ponerlas en práctica. Fundamentalmente por el esfuerzo investigador y de análisis de nuestra realidad que están suponiendo. También por la ilusión de los alumnos.
Sería una pena que este enorme capital humano que se está consiguiendo, prácticamente sin coste alguno para la ciudad, se desaprovechara, y en su lugar las Administraciones Públicas se embarcaran en nuevos proyectos urbanísticos de dudosa eficacia y rentabilidad social. Su justificación ante la ciudadanía sería muy difícil. Máxime en el contexto de la machacona y manida idea de la austeridad, en la que nos han metido los políticos de todas las tendencias. Quizás sea el momento de que los nuevos responsables de turismo en la Ciudad demuestren su sentido común poniendo en marcha iniciativas que vayan más allá de la simple "actividad de promoción". Las ideas y propuestas están ahí. Sólo hay que descubrirlas.