Comienzan a tener conciencia de qué es una cofradía, cómo se deben situar debajo del paso y cómo hay que comportarse cuando se participa en una procesión. El denominado ‘Paso de los Niños’ es toda una ‘factoría’ de costaleros cuya devoción, en la mayoría de los casos, emana de la pasión que se vive entre sus respectivas familias. “Muchos tienen padres, hermanos o algún familiar que es costalero, es algo que han vivido y visto desde que nacieron”, explicaba el capataz del paso, Jacky Khubani, durante la primera toma de contacto del año, que se produjo este lunes en las instalaciones de la recién ampliada asociación de vecinos del centro.
A menos de un mes para que el Cristo de la Inocencia y la Virgen de la Infancia paseen por el centro de Ceuta, comienzan las primeras actuaciones, los nervios afloran y la pasión fluye. La igualá (la medición de los niños para conocer el paso en el que procesionarán y su posición en el mismo) que este lunes tuvo lugar, marcó el inicio de esa cuenta atrás.
Khubani destacó el buen comportamiento de los costaleros, así como el interés que se ha suscitado a lo largo de estos nueve años, llegando ya a superar las tres decenas de pequeños. Las cuadrillas han ido cambiando con los años, ya que cuando se hacen mayores no pueden seguir saliendo porque sobrepasan la altura. En la actualidad participan niños de edades comprendidas entre los 8 y los 11 años, por su parte los que superan esta edad, y que ya no pueden ser costaleros por sobrepasar la altura, serán los encargados de los tramos y tendrán una función de mayor responsabilidad.
Asimismo el capataz destacó que con este tipo de escuela de costalería se pretende “ir metiendo a los niños el gusanillo para que cuando vayan creciendo se vayan incorporando a distintas hermandades, de las que forman parte muchos de sus familiares”.
Los pequeños costaleros comenzarán ahora los ensayos para estar preparados de cara al gran día que será el 4 de abril a las 18.00 horas y partirán, como ya es tradición, desde el colegio San Agustín.