En la carretera de Loma Margarita, subiendo por la vía que conduce al
club de tenis se levantan grupos de viviendas improvisadas, asentamientos en los que están instalados
inmigrantes marroquíes que han llegado a formar un auténtico poblado en esta zona de Ceuta. Desde abajo no es posible contabilizar el número exacto de chabolas, pues algunas están tapadas por rastrojos y otras ubicadas de tal manera que no pueden ubicarse a simple vista. En la parte de abajo del monte hay alrededor de cinco de estas viviendas, algunas hechas con lonas y otras telas, otras con algo de madera y también plástico, además de otros materiales que han podido encontrar. En la parte de arriba hay otras más. Para llegar a cada una de ellas hay un camino marcado, que está rodeado de vegetación pero también de rastrojos. Durante la mañana, muchas de estas personas no se encuentran en el lugar, pues deambulan por las calles en busca de comida. En el transcurso del día van llegado a sus moradas.
Aunque el equipo de FaroTV ha intentado conversar con los pocos de ellos que sí se encontraban allí este martes, no fue posible. Visiblemente molestos no quieren hablar con nadie, no quieren que nadie les tome
fotografías o vídeos, pues tienen miedo a que la Policía los identifique, que los envíen a las naves y que los regresen a su país. Los asentamientos desde la entrada masiva del pasado mes de mayo, de la que ya se ha cumplido más de un mes desde que se produjera, se van produciendo por numerosas localizaciones como Recinto, Hacho, Loma Margarita, Benítez y un largo etcétera donde, arropados por la vegetación, permanecen mientras la mayoría espera una salida a la península sin que haya visos de solución a la situación que se presenta en Ceuta.