Durante cuatro años los vecinos del Camino del Arroyo de las Bombas, en Ceuta, han tenido el mismo problema: no cuentan con suministro de agua porque los ramales están completos y saturados.
“Decían que con la firma de 10 vecinos instalarían la batería de ramales de agua para el suministro, ya han firmado más de 15 y seguimos igual en la zona tras más de cuatro años”, ha señalado uno de los afectados.
Este vecino ha ampliado que estos ramales de agua a los que hace referencia y que se están usando como una alternativa para poder afrontar la situación, vienen de las primeras viviendas desde una distancia de más de 100 metros, “desde la batería de ramales más próxima a nuestra calle”.
El problema que plantean es que “ni siquiera de ahí pueden ya dar el suministro de agua”. Esto debido a que se ha generado un colapso precisamente como consecuencia de la cantidad de gente que ha ido llegando a lo largo de los años.
El vecino del Camino del Arroyo de las Bombas ha insistido en que el problema que ha denunciado afecta a casi toda la calle, explicando que la mayoría de las viviendas comparten agua con los familiares “por no poder dar de alta su propio suministro”.
Un reclamo de nunca acabar
Los perjudicados han comentado que lo peor de todo es que han reclamado “cientos de veces” y que varios vecinos han expuesto la situación en la empresa de agua. “Mandaron varias veces a un técnico para confirmar el problema”, han reconocido.
Lo cierto es que un tiempo de espera que en principio debía ser de dos meses para dar inicio a una nueva obra para facilitar una nueva batería de ramales, asegurando que existía una subvención aprobada desde el Fondo Europeo, se ha convertido en un calvario de unos cuatro años que sigue sumando días.
“Tras más de meses de espera de esas declaraciones volvíamos a interponer otra reclamación… Ahora decían que tenían que obtener más de 10 firmas de las familias afectadas para poder realizar la obra en la zona y poner las nuevas baterías de agua”, ha contado el vecino que relata que compartir el suministro implica que desde la toma de una vivienda se saquen otras tomas afectando de esta manera la presión del líquido de los que comparten y pagar la factura a medias.
“Esta es la forma que usa casi toda la barriada mientras se espera a la mencionada reforma que llevan cuatro años diciendo que iban a realizar”, ha lamentado.