Los nuevos cambios legislativos relacionados con la embarcaciones de recreo han provocado que la ciudad tenga que adaptarse a la nueva normativa. Por ello, desde Capitanía Marítima se han expuesto las principales modificaciones, que entrarán en vigor este mes de julio, de las instrucciones básicas de seguridad marítima de la navegación y de prevención de la contaminación del medio marino en aguas marítimas de Ceuta, aplicable a la
navegación de recreo. Estos cambios se deben a un real decreto aprobado en el mes de mayo que modifica otros tres anteriores y que cambia, principalmente, las limitaciones que se tenían con los títulos que permitían el uso de los barcos de menor eslora o las motos de agua. “Introduce algunas novedades, sobre el tema de la titulación, que nos preocupa en el sentido de que aumenta atribuciones a las titulaciones de recreo y les da atribuciones que hay que explicarles a la gente que tienen que ser muy cuidadosos con todo esto”, reconoce el capitán marítimo de Ceuta, Jesús Fernández Lera. Según detalla, la preocupación se basa en un posible aumento del tráfico de motos de agua, ya que lo que hasta ahora se conocía como el ‘titulín’, no tendrá limitaciones de potencia de motor en los barcos de hasta 6 metros de eslora, además de permitirles llevar motos de agua, también sin límite de potencia, que ahora, incluso, podrán ocuparse para remolcar. Además que para optar a este título básico sólo será necesario un curso de dos horas teóricas y cuatro horas prácticas. En lo que va de año, las escuelas autorizadas para expedir este tipo de titulaciones ya han registrado más de 500 personas con este permiso. Pero al igual que las normas se han vuelto más permisibles, también se han endurecido las sanciones, con la mira puesta en la responsabilidad de los usuarios de este tipo de embarcaciones. Las limitaciones que ya se han aplicado en años previos se mantiene, como el hecho de que en el área de más concentración de embarcaciones, ni las motos de agua ni el resto de embarcaciones podrán navegar a más de tres nudos. Igualmente en el foso, pendiente aún de su dragado, permanece la prohibición de adelantamientos y la velocidad también estará acotada. “Vamos a estar muy vigilantes con la ayuda imprescindible del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y aquellos que incumplan las normas, que naveguen de forma temeraria, que no respeten al resto de usuarios, serán debidamente sancionados”, apostillan desde Capitanía. En lo que va de año ya se han abierto 52 expedientes por infracciones de este tipo y las sanciones, explican desde Capitanía Marítima, rondan los 1.000 y 1.500 euros de media, en la mayoría de las ocasiones, acumulando hasta tres infracciones en un mismo caso.